Canovas del Castillo, ideador del sistema de la restauración, buscaba crear un sistema político estable que evitara los errores de la etapa isabelina. Se inspiró en el modelo británico de bipartidismo, con la Constitución de 1876 que definía el marco político, muy conservadora y centralista, estableciendo a España como una monarquía constitucional con soberanía compartida y religión de estado católica, aunque se permitía la libertad religiosa. Introdujo el sistema bicameral con las Cortes elegidas por el pueblo y el Senado elegido por el rey.
Fundamentos de la Restauración
Se basaba en la alternancia en el poder de los grandes partidos, con el rey llamando al partido de la oposición cuando el que gobernaba no lo hacía bien. El papel del ejército se limitaba a sus funciones de defensa y no intervenía en la política, siendo el rey el jefe del ejército.
Consecuencias de la Guerra Carlista
La abolición de los fueros en el País Vasco, la rotura del movimiento carlista, y la Guerra de Cuba que acabó con la paz de Zanjón, pero los españoles no cumplieron con lo pactado, lo que llevó a la insurrección de 1895 por la libertad de Cuba y Filipinas.
Partidos dinásticos
Los conservadores, liderados por Cánovas del Castillo, y los liberales, liderados por Sagasta, defendían diferentes intereses y propiedades.
Mecanismos de la Restauración
Con cada cambio de gobierno, el ministro de gobernación cambiaba a todos los alcaldes por gente de su partido, además de practicar el fraude electoral, el clientelismo político y el caciquismo.
Falseamiento electoral
Una vez nombrado un nuevo jefe de gobierno, se falseaban los resultados de las elecciones desde el ministerio de gobernación.
Caciquismo y su influencia
Los caciques, personas notables procedentes del medio rural, tenían una gran influencia en la vida local, orientando el voto y discriminando a quienes no respetaban sus intereses.
Desarrollo del turno de partidos
Tras la muerte de Alfonso XII, se produjo el