La obra de Antonio Machado: símbolos y temáticas

Toda la obra de ANTONIO MACHADO discurre indisolublemente asociada a su trayectoria vital. Nació en Sevilla (1875) en el seno de una familia culta, liberal y republicana. Pronto marchó a Madrid, donde se formó. Machado superó los planteamientos poéticos de su tiempo y creó una obra personalísima.

La poesía machadiana

Tal como afirma José-Carlos Mainer, la poesía machadiana es un universo cerrado de símbolos que dan un sentido unitario a su obra porque están presentes desde el principio. Los temas que aparecen en su obra son el tiempo, la muerte, Dios, el sueño, el amor, su propia biografía, el paisaje, etc. A su vez, cada uno de ellos recurre a distintos símbolos para desarrollar sus matices.

1) EL TIEMPO

Sensible ante el curso fatal de las horas y los días, llegándose a autodenominar “poeta del tiempo”. No entiende el tiempo como un simple concepto o abstracción sino como algo vivo y personal. Machado dialoga con el tiempo a través de una serie de símbolos que son como representaciones de sí mismo: el poema, el agua, el paisaje, los caminos o el reloj.

  • El poema: la poesía es un arte eminentemente temporal: “La poesía es la palabra esencial en el tiempo”. Une dos elementos contradictorios pero básicos en su poesía: esencialidad y temporalidad.
  • El agua. En movimiento, es símbolo del fluir temporal y, por ello, de la vida interior. Puede representar la muerte, cuando se halla estancada.
  • Los elementos del paisaje y el tiempo vivido: Cuando el alma del poeta se identifica con las cosas del mundo, los elementos que conforman el paisaje adquieren en Machado especial relevancia. Los elementos del paisaje se transfiguran en una especie de espejo que refleja los estados del alma. Ejemplar el proceso que “sufre” el olmo.

2) LA MUERTE

Sus reflexiones sobre la muerte son la derivación lógica de sus inquietudes sobre el tiempo. La muerte se manifiesta continuamente. Su actitud vital ante ella es también diversa: desde la angustia personal, expresada en tantos poemas de Soledades, hasta la melancolía o la rebeldía por la muerte de la esposa, pasando incluso por la identificación espiritual con el moribundo.

Símbolos relacionados con este gran tema: mar, ocaso, otoño, sombra, luna o, por ejemplo, el mar, que con frecuencia simboliza la ciega inmensidad de la muerte, lugar al que confluyen todos los ríos de la vida, siguiendo la alegoría de las Coplas de Jorge Manrique (5).

3) DIOS

La presencia de Dios, ocupa un lugar significativo en el pensamiento y la obra de Machado. Se trata de un Dios en el que no se puede creer aunque se quiera; es el Dios añorado, soñado, deseado más que afirmado. Machado siente mucho más cercana la figura de Cristo porque ve en él el paradigma del hombre.

4) EL RECUERDO Y EL SUEÑO

En Machado estos dos términos se asocian, ya que normalmente se refieren al soñar despierto con la propia vida. Así, en Soledades, galerías y otros poemas, los caminos del sueño son galerías de espejos donde se refleja la propia vida; mediante el sueño, el hombre intenta revelar el secreto de su “yo” más íntimo, la parte de sí mismo que ignora. A partir de Campos de Castilla, sueña la naturaleza y, con ella, los elementos que la conforman, convertidos en personificaciones, en proyecciones del sentir del poeta. La “pathetic fallacy”, que consiste en atribuir a la naturaleza las acciones de su propio espíritu, como soñar.

5) EL AMOR

A lo largo de toda su obra, se intuye en Machado el deseo de amar y la necesidad de ser amado. Los poemas referidos a las dos pasiones de su vida ocupan un lugar muy importante en su producción: los de su esposa Leonor y el amor otoñal, pero apasionado, de Guiomar. De cualquier modo, el amor es para Machado un sentimiento ennoblecedor que dignifica al amante quien, poseído de esa exaltación espiritual, comprende mejor la belleza del mundo y rescata las cosas del olvido, del tiempo y de la muerte.

6) SU BIOGRAFÍA

Evoca en numerosos poemas su infancia, su juventud, sus amores, incluso sus experiencias de la vida cotidiana. Pero no sólo aparece la biografía externa sino, especialmente, la espiritual. De este modo, su poesía puede considerarse un diario de su propia alma, una vida hecha verso, que así escrita puede hacerse eterna: “la palabra esencial en el tiempo”, “el diálogo de un hombre con su tiempo “,”Retrato “.

7) EL PAISAJE Y EL TEMA DE ESPAÑA

El paisaje es un tema esencial en la obra machadiana. Puede adoptar un valor doble: hay unos paisajes que sirven a la reflexión y otros que encauzan la efusión sentimental. Cuando utiliza el paisaje como reflexión, lo hace de varias formas: puede enumerar humildes realidades o bien lo convierte en símbolo del pasado histórico de Castilla . Pero también le puede servir para hacer una dura crítica socio-política. Cuando sirve para la efusión sentimental, los elementos del paisaje castellano se transforman en símbolo de realidades íntimas. El paisaje es reflejo del mundo interior del poeta, del estado de su alma. Dialoga con el mundo y consigo mismo, en íntima comunión con el paisaje que describe y canta.

—En conclusión, éstos y otros aspectos no analizados han hecho de la poesía de Machado una de las más reconocidas y apreciadas en la historia de nuestra literatura.