1. Los “Felices Años Veinte”
La Primera Guerra Mundial benefició a EE.UU. Durante ese período vendió una gran cantidad de productos a los aliados y sufrió reducidas pérdidas humanas. Al finalizar la guerra, se convirtió en la primera potencia mundial.
La década de 1920 fue de una gran prosperidad para EE.UU.: la transformación del proceso de producción, gracias a las nuevas fuentes de energía, las nuevas industrias, etc., y la mejora del nivel de vida comportaron la aparición de la sociedad de consumo.
El consumismo, como base del modo de vida americano, pasó a ser un sueño para millones de emigrantes de todo el mundo.
La economía de los países europeos, en cambio, estaba en retroceso, especialmente la de Alemania, que no podía pagar las reparaciones de guerra. La situación empezó a mejorar gracias al Plan Dawes y a los Acuerdos de Locarno.
2. La Crisis de 1929 y la Gran Depresión
Los orígenes de la crisis fueron la sobreproducción y la especulación bursátil, que provocó un ciclo de desconfianza entre los inversores. En la Bolsa de Nueva York se inició una oleada de venta de acciones que generó que su precio cayera en picado.
El crack de la Bolsa obligó a los bancos a cerrar por falta de fondos. Así, también disminuyó el consumo y la producción, y aumentó el paro. Desde Estados Unidos, la crisis se extendió al resto del mundo.
En 1932, el presidente Roosevelt presentó el New Deal, un programa que defendía la intervención del Estado para reactivar la economía.
3. El Fascismo Italiano
Las consecuencias demográficas y económicas de la Primera Guerra Mundial en Italia fueron desastrosas, y los tratados de paz significaron un desengaño nacional, lo cual provocó que fuera ganando adeptos el irredentismo (incorporación al Estado de un territorio que se considera propio).
En 1921, los Fasci de combate creados por Mussolini se convirtieron en el Partido Nacional Fascista: prometían un Estado fuerte, expansionista y que garantizase el orden social y la propiedad privada.
El fascismo contó con el apoyo de la pequeña burguesía, los grandes propietarios y con la tolerancia de la Iglesia y el monarca.
En 1922, en un contexto de huelgas propiciadas por la izquierda, Mussolini organizó la Marcha sobre Roma y consiguió ser nombrado jefe de gobierno por el rey.
A partir de 1924, Mussolini estableció un régimen autoritario: se otorgaba prioridad al Estado y se establecía un gobierno de las élites, los partidos políticos se ilegalizaron y el Estado ejerció un fuerte control económico y social.
4. La Instauración del Nazismo en Alemania
Finalizada la guerra, Alemania se organizó de forma democrática en la denominada República de Weimar.
El Tratado de Versalles había impuesto unas condiciones muy duras a una Alemania en plena posguerra. Había miseria, paro y descontento social, que se tradujo en movimientos de carácter revolucionario (espartaquistas) y la formación de grupos de extrema derecha.
En 1920, Hitler se unió al Partido Nacionalsocialista y en el libro Mi Lucha (Mein Kampf) estableció su ideario antidemócrata, antibolchevique, antisemita y partidario de un gran imperio alemán (Reich).
En Alemania, el malestar social derivado de la crisis de 1929 facilitó el éxito de las propuestas de los partidos extremistas.
En 1932 el Partido Nazi consiguió 12 millones de votos, y Hitler fue nombrado canciller de Alemania. En 1934, se proclamó Führer y canciller del III Reich.
5. El III Reich Alemán
A partir de 1934, El Partido Nacionalsocialista transformó Alemania en una dictadura:
- Se suprimió todo vestigio democrático.
- Se persiguió a la oposición (Estado policial, campos de concentración).
- Se depuró la administración pública.
- El poder judicial se sometió al partido.
La sociedad estaba controlada por el nazismo, lo cual significaba:
- La superioridad de la raza aria y la difusión de la ideología nacionalsocialista.
- La adoctrinación de la juventud (Juventudes Hitlerianas).
- La marginación de la mujer.
Se instauró una economía autárquica, un ambicioso plan de obras públicas, y se reforzó la industria bélica para apoyar los proyectos expansionistas de Hitler.
6. Causas y Contendientes de la Segunda Guerra Mundial
Las causas de la Segunda Guerra Mundial hay que buscarlas, sobre todo, en la escalada bélica que, durante la década de 1930, llevaron a cabo los países autoritarios como Italia, Alemania y Japón.
Ante esta situación, los países democráticos practicaban una política de apaciguamiento frente a Alemania, y la Sociedad de Naciones fue incapaz de propiciar un clima de entente entre sus miembros.
Tras un período de tratados y alianzas entre potencias (Eje Roma-Berlín, Pacto Antikomintern entre Alemania y Japón, Pacto de Acero entre Italia y Alemania, tratado defensivo con Polonia de Francia y Reino Unido, Pacto Germano-Soviético), en 1939 Hitler invadió Polonia y se inició la guerra.
El conflicto enfrentó a las potencias del Eje (Alemania, Italia, Japón) con las aliadas (URSS, Francia, Gran Bretaña).
7. Europa bajo el Dominio Nazi (1939-1941)
Desde 1939 hasta finales de 1941 el conflicto se decantó a favor del Eje (sólo Gran Bretaña pudo resistir a Alemania); Hitler inició el ataque a la URSS y Japón destruyó la flota de EE.UU. en Pearl Harbour. De este modo, el conflicto se mundializó.
Los territorios ocupados por Alemania (Bohemia, Moravia, Eslovaquia…), Italia (Etiopía y Albania) y Japón (Manchuria y China) se organizaron en función de los intereses particulares de los ocupantes.
Los nazis implantaron un régimen de violencia y terror, por medio de la Gestapo y las SS, y lo hicieron especialmente sobre los resistentes y los judíos, que fueron trasladados en masa en campos de concentración (Holocausto).
8. Las Grandes Ofensivas Aliadas (1942-1945)
Tras la entrada en guerra de la URSS y EE.UU. se generó un cambio de tendencia, en que los aliados empezaron a frenar el avance de las potencias del Eje:
- Con las batallas de Midway y Guadalcanal, los estadounidenses frenaron el avance japonés en el Pacífico.
- En el Norte de África (El-Alamein), los británicos derrotaron a los alemanes.
- Los soviéticos resistieron el asalto alemán en Stalingrado y pasaron a la ofensiva recuperando Ucrania y liberando Leningrado.
La liberación de Europa se confirmó con el desembarco angloestadounidense de Normandía (julio de 1944). A partir de entonces, los aliados avanzaron hacia el Este y el Oeste e iniciaron la ocupación de Alemania. En abril de 1945 Alemania capitulaba.
Para precipitar la rendición de Japón, el presidente de Estados Unidos, Truman, decidió utilizar la bomba atómica, que fue lanzada sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Ante el horror nuclear, en septiembre de 1945 Japón se rindió.
9. Las Consecuencias de la Guerra
La gravedad e intensidad del conflicto armado generó importantes consecuencias:
- La muerte de alrededor de 50 millones de personas, la mayoría civiles.
- La práctica destrucción de la economía de los países beligerantes (ciudades, industria, agricultura…).
- Un fuerte impacto moral entre la población por los horrores de la guerra (Holocausto, bomba atómica, deportaciones, desplazamientos…)
En las conferencias de Teherán, Yalta, Potsdam y París se inició el diseño de un nuevo orden mundial marcado por las dos nuevas superpotencias. Europa, destrozada, dejó paso al liderazgo de Estados Unidos y la URSS.
Se creó la ONU, en sustitución de la Sociedad de Naciones, cuyo objetivo principal es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, así como la cooperación en las relaciones internacionales.