Mediados de los 60: Los Novísimos – Juan Luis Panero
Juan Luis Panero
Nacido en la década de los 40 después de la guerra, Juan Luis Panero es hijo de Leopoldo Panero. Trabajó en una editorial que dirigía su padre, vivió en Londres y luego en Nueva York, México y Bogotá. Pertenece a la familia de la famosa película “El desengaño”. Hasta 1999 vivió en Bogotá, y actualmente reside en España. Su primer libro “A través del tiempo” (1968) marcó su debut literario. En 1988 publica “Galería de fantasmas”, al que pertenece el poema que analizaremos.
El poema, escrito en 1988, recrea un momento de la propia vida del autor, en la década de los 50, cuando vivía en Inglaterra con su padre. Su padre se relacionó, entre otros, con T.S. Eliot y Luis Cernuda. El poema da la medida exacta de cómo es la poesía de Panero en la década de los 80, y frecuenta las actividades literarias y artísticas coincidentes con la poesía de los años 60-70, es decir, de los novísimos.
Se trata de un poema nihilista, desencantado. Es una especie de impresionismo autobiográfico, recorriendo episodios de su propia vida, y una poesía frecuentadora de obras y ambientes artísticos. Es una síntesis de su vida, y su afán de recuperar una serie de fantasmas que transitaron por su propia existencia. Además, tiene sentido en el contexto de toda la obra de Panero, la cual se distingue por su carácter altamente biográfico y por las experiencias literarias. Parece que el poeta se propone no escribir sus memorias, pero sí las ha escrito. Es la propia autobiografía la que nutre su mundo poético.
Está escrito en verso libre de carácter narrativo, no tiene artificio poético, busca la naturalidad, y aunque parece un poema divagante es un poema muy bien organizado porque está basado en 6 episodios de su vida con la presencia de 6 poetas y refleja 6 encuentros que se desarrollan desde su tierra infancia (1947-1983). Es un poema culturalista, es decir, que está basado sobre referencias culturales adquiridas, y fueron los poetas novísimos los que introdujeron el culturalismo en la poesía, este término significando “exceso”. A partir de los años 80 la poesía se convierte en una gran referencia cultural.
Estos 6 poetas son:
- -T.S. ELIOT: Aquí la referencia cultural es poco respetuosa, lo llama espantapájaros.
- -LUIS CERNUDA: La referencia es irónica, muy dura, sarcástica, lo llama “harrods”.
- -SALVATORE QUASIMODO (forma parte del regreso a Madrid)
- -VICENTE ALEIXANDRE: Evocado en su casa que era una especie al que peregrinaban los poetas de los años 50 y 60.
- -JORGE GAITÁN DURÁN: poeta colombiano, Cúcuta- Bogotá 1962, fue su amigo durante la estancia en Colombia.
- -JOAN VINGOLY
Desde el punto de vista literario, su poesía es una formulación basada en episodios de su propia vida, pero matizados por su profunda ironía, descarnada que caracteriza toda su poesía, incluso al crear su propia biografía que contamina a los personajes que aparecen, sobre todo los de la primera parte. Hay un sentido de estructura circular en el poema, se cierra el círculo que ha ido desarrollando en esas 6 estancias. La estrofa final es la conclusión del poema que parece una continuación de la sexta estrofa. Con esta intención sarcástica y caricaturesca, también hay una intención de reflejar la crisis de la modernidad, un mundo que se está disolviendo, el lamento por la pérdida de una tradición literaria, la decadencia de este tipo de poesía y de cultura. Estamos ante un lamento de la pérdida de ese mundo literario y cultural. Es una manera de tratar también el paso del tiempo, las fechas marcan una tensión temporal. Hay una especie de “ubi sunt” (dónde ha ido a parar todo esto). Él con ese carácter reconstructivo, también está intentando recordar ese tiempo como algo suyo con una terca realidad. La reflexión final es que la poesía permanece porque permanece el recuerdo de esas vidas en la escritura poética. Todo se cierra de manera poética. Es una poesía interesante que nos revela este tipo de personaje que es un buen reflejo de lo que representa toda su poesía.
Guillermo Carnero y su poema “Castilla”
Guillermo Carnero
Nacido en 1947 en Valencia, Guillermo Carnero es catedrático de la Universidad de Alicante. Su primer libro, “Dibujo de la muerte”, data de 1965. Fue incluido en la antología de los novísimos, representando la renovación de la poesía de este tiempo. A este libro de 1965 pertenece el poema “Castilla”, que representa muy bien, por su fecha y por su contenido, la poesía de la Generación de los novísimos. En él se une la condición de referente del nivel intelectual del personaje, del poeta. Todo ello crea un universo literario. Es un poema representativo de esta nueva generación de poetas.
Llama la atención su extensión, que revela una gran destreza estructural, estando dividido en 3 momentos. También llama la atención el título, es como toda una historia, es toda una tradición, todo un referente poético y literario. También hay que marcar la importancia de la cita que pertenece al capítulo 11 de la segunda parte de “El Quijote”, es un paratexto, es un texto previo que nos transmite elementos que serán fundamentales para entender el poema: figuras extrañas, personajes que aparecen en el poema con un disfraz, ya que la cita es de cuando don Quijote se encuentra con los personajes disfrazados de la representación de “Las cortes de la muerte”, las cortes de la muerte son personajes disfrazados que muestran engaños. La modernidad de este poema está en hacer funcionar el texto del Quijote para desencadenar una serie de reflexiones del yo poético. La importancia de esta cita de la obra de Cervantes reside en los propios personajes disfrazados, entre los cuales está la misma muerte. El sujeto lírico se sitúa al mismo nivel que el pobre don Quijote cuando se tropieza con estas figuras. Nosotros vemos cómo reacciona nuestro poeta: empieza con un “no sé” en un endecasílabo, del que el poema sólo tiene 3; el resto son alejandrinos, aunque vemos versos de 18, 21 y 22 sílabas.
Contenido del poema
La primera parte presenta la presencia del yo lírico del protagonista. El poema comienza con un verbo en primera persona para mostrarse como desconocedor, ignorante… Desde el punto de vista rítmico son fundamentales esas repeticiones para crear el ritmo. El verso que predomina es el alejandrino, pero hay versos de medida desigual. Con ese “no sé” aparecen elementos que están en el paisaje de Castilla: cráter polvoriento y callado, cielo arcilloso… El poema se va construyendo sobre estructuras rítmicas reiterativas: la representación de la sequía se refleja con el agua. Es una búsqueda de la identidad del poeta.
En el segundo momento hay un cambio sustancial del “no sé”, ahora aparece un “conozco”, vuelve la voz del yo lírico a hacerse presente, y aquí está la identificación de su propia personalidad, e incluso de su propio cuerpo “mirar”, “me ha tocado”… Todo ello envuelto en el paratexto, representación culturalista precedida por la referencia literaria, es un lenguaje caballeresco el que representa al personaje del Quijote. Por tanto, en este segundo movimiento tenemos: por un lado, está la representación del yo poético, más en la propia realidad física, realidad corporal a través de elementos: oído, sangre, ojos… reflejos de la propia realidad, y por otro lado, el mundo caballeresco procedente del propio Quijote, y da otros elementos literarios como los Cantares de Gesta. Se utiliza un lenguaje de alta representación literaria con metáforas, imágenes… un lenguaje que podríamos llamar barroco, por lo que volvemos al lenguaje artificioso. Estos poetas son literarios con gran influencia de la propia historia de su poesía. Esa influencia se produce por los elementos semánticos y por la forma poética de la reflexión de la historia. Esa representación artística más elaborada constituye también el mundo no sólo de los colores, de la plasticidad, sino también de los sonidos. Esos elementos sonoros crean ese mundo más artificioso y cercano a la representación del barroco. Al final del segundo movimiento se vuelve al primer elemento que aparece en el primer párrafo estructural, a esos muros, el poeta está intentando y consiguiendo reflejar su propia identidad.
El tercer momento será la conclusión del poema, está formado por 5 versos, y con ese “y otra vez” y los gerundios que lo siguen, se produce una recuperación de los elementos anteriores, y la conclusión de su propia vida: primero con una reflexión hacia el exterior (primera parte) y luego al interior (segunda parte). Antes del verso conclusivo tenemos la palabra “máscara”. Las máscaras vienen del paratexto del Quijote: la máscara del capítulo 11 es la de la muerte. Y luego, ese matando y descuartizando recuerda al cantar de gesta y la muerte, que se representa en “Las cortes de la muerte”. Está buscando su propia identidad, pero no lo consigue, la deja envuelta en las máscaras.