Los Reyes Católicos y la Formación de la Monarquía Hispánica
En 1469, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón contrajeron matrimonio sin ser ninguno monarca. En 1474, Enrique IV de Castilla muere y comienza una guerra por la sucesión entre su hermana Isabel y su supuesta hija Juana la Beltraneja. Isabel será apoyada por Aragón y buena parte de la nobleza castellana, mientras que Juana la Beltraneja recibirá el apoyo de Portugal. Tras la importante victoria de Isabel en la batalla de Toro, se declara la paz de Alcacovas (1479). Además, ese mismo año Fernando sube al trono de Aragón. Esto provocó la unión dinástica bajo la dinastía Trastámara y, aunque tuvieran políticas comunes, no hubo una auténtica unidad ya que Castilla mantuvo una monarquía autoritaria y Aragón un carácter pactista.
Aunque la política se inclinó hacia Castilla con instituciones como las Cortes, Audiencias, Hacienda, Consejos Reales, secretarios reales (intermediarios entre el monarca y las Cortes), virreyes, Santa Hermandad (como órgano policial) y la Inquisición (para perseguir la herejía y aumentar el poder de los corregidores).
La Conquista de Granada y el Descubrimiento de América
En 1482 comenzó la conquista de Granada por los Reyes Católicos debido a su política unificadora, expansionista y religiosa, además de la necesidad de frenar la piratería berberisca. Entre 1485 y 1486 ocuparon Ronda y Málaga, en 1491 llegan a las puertas de la ciudad y en 1492 Boabdil el Chico capituló.
Por otro lado, Cristóbal Colón confiaba en la esferidad de la Tierra y propuso una nueva ruta hacia las Indias a través del Océano Atlántico. Aunque en principio se le denegó la financiación del viaje debido a que no confiaban en sus cálculos, finalmente firmó con Isabel de Castilla las Capitulaciones de Santa Fe, en las cuales Colón fue nombrado Almirante, virrey y se le otorgó un diez por ciento de los beneficios. Partió del Puerto de Palos el 3 de agosto con tres navíos: La Niña, La Pinta y Santa María. Hizo escala en Canarias y el 12 de octubre tocó tierra en la Isla de Guanahaní (en las Bahamas). Colón hizo tres viajes más y murió sin saber que había descubierto un nuevo continente.
El Imperio de Carlos I (1516-1556)
El Imperio de Carlos I estaba formado por territorios en América, Italia, Norte de África, además de España, Flandes, Luxemburgo, Franco Condado, Austria y el derecho al trono germánico, que consigue en 1519. Debido a que residió poco tiempo en España, trajo sus cortes, subió los impuestos y sacó y utilizó el oro de Castilla. Esto provocó el levantamiento contra el rey llamado el movimiento de las Comunidades, que culminó con la batalla de Villalar (1521) y la ejecución de los líderes comuneros Bravo, Padilla y Maldonado. Además, se produjeron las germanías en Aragón, movimientos antiseñoriales que también fueron sofocados en 1521.
A nivel externo, venció a Francia en la batalla de Pavía (1525), se produjeron enfrentamientos con los otomanos, el saqueo de Roma (1527) y la derrota de los príncipes alemanes en la batalla de Mühlberg (1547).
El Reinado de Felipe II (1556-1598)
Con Felipe II, España será el centro de su Imperio, formado por territorios en América, África, Italia y Asia, además de Franco Condado, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y sus posesiones. Para su organización se creó un sistema polisinodial basado en consejos territoriales (Consejo de Portugal, Consejo de Indias…) y temáticos (Consejos de la Inquisición, Hacienda, Cruzadas…), aunque por encima de todos se encontraba el Consejo de Estado. Además, seguía habiendo instituciones como las Cortes, Hacienda, Audiencias, virreyes, gobernadores, secretarios…
A nivel interno se produjeron conflictos como la sublevación de los moriscos en las Alpujarras (1568-1571) y el conflicto con Aragón (1591-1592). A nivel externo también tuvo disputas como la victoria contra Francia en la batalla de San Quintín (1557), conflictos con los Países Bajos (Guerra de los Ochenta Años), la victoria de la Liga Santa frente a los Otomanos en la batalla de Lepanto (1571) y la derrota de la Armada Invencible frente a Inglaterra en 1588.
La Colonización y Explotación de América
Tras el descubrimiento, se produjo la colonización, explotación y conquista de América. Yañez Pinzón llegó hasta la costa de Brasil, Ponce de León en 1513 a Florida y ese mismo año Núñez de Balboa al Océano Pacífico atravesando el istmo de Panamá. Entre 1519 y 1521 Hernán Cortés conquistó el Imperio azteca y entre 1531 y 1532 Pizarro y Almagro el Imperio inca. Se llegó incluso hasta el territorio de la futura Argentina en la segunda mitad del siglo XVI.
Para su explotación se utilizaron la mita, la encomienda, la hacienda y las plantaciones. Su organización se basó en el Consejo de Indias, Casa de Contratación, Audiencias, virreyes, gobernadores y cabildos.
Como principales consecuencias, aumentó el imperio, el comercio, la burguesía y la riqueza por la llegada de oro y plata. Aumentaron los precios y el empobrecimiento de los más desfavorecidos. Aparecieron nuevos productos como el cacao, el tomate y la patata. Para América supuso una explotación de recursos y población, ya que hubo un aumento de enfermedades como la viruela y el sarampión.
Los Austrias del Siglo XVII y la Decadencia
Los Austrias del siglo XVII fueron Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700). Aparece la figura del valido debido a la complejidad del sistema y a la debilidad de la monarquía, procedente de la nobleza y el clero. El valido gobernaba por encima de los consejos y creaba sus propias Juntas formadas por allegados. Tres ejemplos fueron el Duque de Lerma, el Conde-Duque de Olivares y el Duque de Medinaceli.
Conflictos Internos y Externos
En 1640, en Cataluña se produce la Revuelta Catalana debido a la Unión de Armas (obligación de los territorios a aportar medios a las campañas del monarca) y al alojamiento de las tropas de Felipe IV en la guerra contra Francia. Se produce el”Corpus de Sangr” donde el virrey es asesinado y Cataluña se pone bajo la protección del rey de Francia hasta que Barcelona capituló en 1652.
En 1640, Portugal se declara independiente debido a la Unión de Armas y a la acusación al monarca de no proteger sus territorios, coronando a Juan IV, aunque España no lo reconoció hasta 1668.
La Guerra de los Treinta Años y la Pérdida de Hegemonía
La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) comenzó con la defenestración de Praga. Lo que empezó siendo un conflicto religioso se convirtió en una guerra por la hegemonía en Europa. Felipe IV introdujo a España en la guerra a favor de Austria, luchando contra países como Francia, Países Bajos o Suecia. Tuvo importantes victorias como la batalla de Breda (1637) frente a los Países Bajos, pero también derrotas como la de Rocroi (1643) contra Francia. Finalmente, por la Paz de Westfalia (1648), los Países Bajos se independizaron. A esto hay que sumarle la independencia de Portugal en 1640.
La guerra contra Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), donde España cede el Rosellón y la Cerdeña. Con Carlos II se reanudó la guerra hasta la Paz de Nimega (1678) donde España pierde el Franco Condado. Debido a todo esto, España perdió la hegemonía en Europa a favor de Francia.