Toda la filosofía de Aristóteles está traspasada por un claro sentido finalista-teológico, por cuanto la realización del fin propio de cada ser constituye su propio bien. Conocer la verdad es el fin propio de los seres humanos, pero no es su fin último. El ser humano, además de conocer, vive, y el conocimiento le proporciona una buena vida, que le hace feliz y es el fin más específicamente humano. Conocer la verdad es la tarea del filósofo, que será, por tanto, el más feliz de los seres humanos.
El Ser y el Movimiento
El filósofo se ocupa de conocer los principios y las causas más universales e inmutables y, por ello, su investigación debe referirse tanto al ser como al movimiento, al cambio, a la transformación. La noción del ser para Parménides es: el ser es y el no ser no es; para Platón el ser no tiene existencia plena ya que forma parte del mundo sensible y depende del mundo de las ideas; y para Aristóteles el ser tiene muchas formas de manifestarse pero todas hacen referencia a una forma primordial: la sustancia que es algo que no puede faltar en un ente. Existe en sí mismo individualmente.
La investigación aristotélica de los principios acerca del ser le descubre que todas las cosas, es decir, tanto los seres naturales -los que son por naturaleza- en el que la naturaleza es la causa y origen del movimiento en el que hay dos tipos: la energía que es la actuación (la acción de ver) y la entelequia (acto como fin). Lo que se es de la potencia puede llegar a ser lo que todavía no se es. Este doble entramado le conduce inevitablemente a la investigación del movimiento que explica como el paso de la potencia al acto.
Las Cuatro Causas del Movimiento
Cuatro son las causas que dan razón de ese movimiento:
- Las causas materiales y formales que son el componente básico de toda sustancia, dos coprincipios, uno material y pasivo (con capacidad de sufrir un cambio), activo y estructural el otro (con posibilidad de producir un cambio), que inseparablemente forma un solo todo individual.
- Las causas eficientes y finales que informan sobre los cambios externos y la finalidad de los cambios de teoría hilemórfica o hilemorfismo: explicación de la realidad a partir de la unión de dos causas: hile, materia (lo que captamos por los sentidos) y morfe, forma (lo que cada cosa es). Son inseparables y en conjunto forman la sustancia, la forma predomina sobre la materia.
El Ser Humano: Unión de Cuerpo y Alma
Y una parte de la realidad es el ser humano, la sustancia ser humano, ese animal, curioso, social, dotado de razón y de palabra, compuesto de cuerpo y alma en el que el hombre es concebido por Aristóteles de un modo hilemórfico como un compuesto de materia y forma. El cuerpo funciona como materia prima y el alma como forma sustancial. La unión existente entre alma y cuerpo es una unión sustancial. En ella alma y cuerpo forman un único ser.
Se deducen varias conclusiones de suma importancia; la más definitiva es que el alma ya no precede al cuerpo en cuanto a su existencia, de aquí se concluye que no hay lugar ya para que el alma adquiera los conocimientos de un modo independiente en relación con el cuerpo. No existe entre alma y cuerpo esa diferencia tajante pretendida por Platón; la diferencia general entre espíritu y materia queda disminuida por Aristóteles. El alma se hace solidaria del cuerpo y de la vida en general. En una palabra, Aristóteles desidealiza y materializa el alma platónica.
Tipos de Saber
El ser humano conoce tanto lo necesario e inmutable como lo contingente, por lo que es preciso distinguir entre:
- Saber teórico que conoce lo inmutable: las matemáticas; la teología (el estudio del motor inmóvil) que es el ser separado. Aristóteles lo denomina como la primera sustancia que existió: DIVINO / DIOS con las características de: modo de ser distinto a todas las demás sustancias, acto puro no susceptible al cambio, no necesita de otras cosas, único para evitar desorden; ciencia natural (física) saber que intenta explicar el movimiento, cambio y movimiento.
- Saber práctico que conoce lo contingente.
Hay también un tercer saber, el productivo, ligado a lo contingente y propio de la técnica.
El saber teórico y el práctico difieren tanto en sus objetos como en sus métodos: el saber teórico es siempre un saber demostrar, mientras que el práctico es un saber vivir; aquel es preciso, riguroso y enseñable porque tiene por objeto lo universal; este, que conoce lo particular, no puede ser ni tan preciso ni tan riguroso y no es enseñable; lo primero está emparentado con la reflexión, el segundo con la acción no productiva. Pero ambos saberes tienen un punto de relación.
La Virtud y la Felicidad
El saber práctico de los seres humanos consiste en realizar arete (virtud) que es un modo de ser, la excelencia humana, lo que nos hace mejores con dos tipos:
- Las virtudes éticas que es la capacidad de escoger el justo término medio. Ej: (modestia, entre timidez y osadía; fortaleza, entre cobardía y temeridad; y justicia, comprende el resto de las virtudes).
- Las virtudes dianoéticas que marcan el ideal de la felicidad que son (contemplación, con la posibilidad de reflexionar sobre el bien y el mal; práctica con prudencia y ayuda a elegir bien nuestros actos, término medio entre lo bueno y malo y por último la sabiduría que la unión de la ciencia (episteme) en inteligencia (nous).
El alma formada por la perfección de un cuerpo. Es la esencia y la forma del cuerpo y están en estrecha unión. Hay tres niveles según Aristóteles:
- El alma vegetativa, es un principio de nutrición, crecimiento y reproducción.
- Alma sensitiva, además de cumplir las funciones del alma vegetativa es un principio de conocimiento sensitivo.
- Alma racional, en la que el hombre es el resultado de la unión del cuerpo, que es materia y se comporta como materia y alma.