El regeneracionismo político en España

A) Regeneracionismo: Se produjo tras el desastre de 98, que creó desencanto y dejó un sentimiento de pesimismo en España. Cuando Alfonso 13 es mayor de edad, los regeneracionistas tratan de solventar los problemas pendientes basándose en la moralización de la gestión pública, reformar el estado, fomentar la riqueza e impulsar la enseñanza pública.

El maurismo

(1903-1909) el primer intento regeneracionista abordaba problemas presupuestarios políticos y sociales, el segundo lo llevaron a cabo los conservadores con Maura como líder. Este representa el reformismo autoritario, pero no consigue llevar a cabo su reforma de la administración (frenada por liberales y republicanos) ni tampoco su ley electoral de 1907. La crisis del 98 favoreció el catalanismo, los socialistas se consolidan en el país vasco, Asturias y Madrid. Los republicanos y socialistas se unen para ir contra Maura, los anarquistas siguen divididos y formaron la CNT.

Las repercusiones de la Semana Trágica

Provocó enfrentamiento entre derecha e izquierda, caída del gobierno Maura y el final de convivencia entre liberales y conservadores. El gobierno de Maura tuvo que mandar soldados al Rif. En Barcelona se crea un comité de huelga entre socialistas y anarquistas de carácter pacífico contra la guerra, la huelga acaba con enfrentamientos en los que el gobierno envía sus tropas. La dura represión de los soldados acentúa la división entre derecha e izquierda, el partido liberal se separa del conservador e inicia la campaña contra el gobierno. El rey retira la confianza en Maura, la restauración se empezaba a desquebrajar.

El reformismo liberal

Los liberales tampoco tienen éxito en su intento de reformismo, recuperan la democratización del senado, reforzamiento de la administración local, reforma del concordato y la enseñanza pública. Todo lo intentó llevar a cabo Moret. Canalejas intentó reformar el poder civil sin dañar a la iglesia imponiendo la ley del candado, también lleva a cabo las concesiones descentralizadoras.

La crisis de 1917

A) Antecedentes: Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, España fue neutral provocando: – La minería y la industria favorecida por la creciente demanda de los países en guerra, – Los precios agrícolas crecieron por la dificultad de las exportaciones, – La balanza comercial resultó favorable, – Las industrias y comerciantes aumentan su exportación.

La crisis en 1917

En 1917 estalló la crisis del reinado provocado por: 1) el inminente final de la Primera Guerra Mundial (ya que agudizó las dificultades sociales y económicas, hubo una crisis de subsistencia), 2) los problemas en el ejército por los favores reales a los africanistas (ascensos más fáciles, se creó la junta de defensa), 3) las protestas de un grupo de parlamentarios descontentos con la política de Dato. Cambó convocó en Barcelona una huelga de parlamentarios a la que faltaron mauristas y conservadores y se solicitó la convocatoria de Cortes Constituyentes. UGT y CNT convocan la primera huelga general de España la cual fracasó.

Causas del golpe de estado

A) Las consecuencias del desastre anual: El ejército pedía más medios para vengarse y varios jefes militares se sumaron al golpe por la negativa del gobierno, el expediente Picasso provocó el rechazo del estamento militar y los derechistas. B) El auge de los nacionalismos en Cataluña y País Vasco, C) El creciente protagonismo del ejército en la política del país, D) División del partido liberal y conservador, y el ascenso de socialistas y republicanos. En 1921 se había formado el PCE. También favoreció el golpe la corrupción política, el alza de precios y la cuestión marroquí. La derecha ponía como solución la dictadura.

Desarrollo político y cambios económicos

El directorio militar: Declaró el estado de guerra en el país, suspendió la constitución, prohibió partidos y sindicatos, destituyó a todos los cargos electos. La represión alcanzó a la CNT, los nacionalismos, la prensa y los intelectuales. Los gobernadores civiles se sustituyeron por los militares, se nombraron delegados de gobierno militares para los ayuntamientos y los concejales se sustituyeron por vocales asociados, así se militarizaba la administración y se desplazaba a los políticos. Directorio civil: En el 25 el directorio militar es sustituido por el civil formado por jóvenes de extrema derecha intentó consolidar la dictadura como un régimen pero no tuvo éxito porque solo lo apoyaban conservadores y tradicionalistas.

La Constitución de 1931

Finalmente, en junio de 1931, tuvieron lugar las elecciones a Cortes Constituyentes en un ambiente de relativa tranquilidad. Las urnas dieron una clara mayoría de la coalición republicano-socialista. La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931, reflejó las ideas de esta mayoría. Estos son sus principales rasgos: – Soberanía popular. Se declaraba al nuevo estado español como una ‘República democrática de trabajadores de todas clases’. – Sufragio universal masculino y femenino. Tras un largo y complejo debate en las Cortes, las mujeres españolas obtuvieron el derecho de voto. – Extensa declaración de derechos y libertades. Derechos civiles: divorcio, equiparación hijos legítimos e ilegítimos. Derecho a la educación. – Poderes del Estado: Poder legislativo quedó en manos de unas Cortes unicamerales. Poder ejecutivo: Presidente de la República con escasos poderes. Jefe de Gobierno, nombrado por el Presidente pero que debía contar con la aprobación de las Cortes. Poder judicial en manos de los tribunales de justicia. – Por primera vez en nuestra historia, se establece el derecho de las regiones a establecer Estatutos de Autonomía. – En lo relativo a la ‘cuestión religiosa’ se establece un estado laico: Separación de la Iglesia y el Estado, desapareció el presupuesto de culto y clero, prohibición de ejercer la educación, libertad de conciencia y cultos.

Las reformas del bienio republicano-socialista

2.1.- La reforma religiosa: La separación de la Iglesia y el Estado y la laicización de una sociedad de absoluta mayoría católica fueron objetivos prioritarios de los primeros gobiernos republicanos, a la vez que una fuente inacabable de conflictos. En las raíces de este conflicto tenemos, de un lado, el anticlericalismo tradicional de gran parte de la pequeña burguesía, que esporádicamente se manifestaba en los sectores más marginados de la sociedad; por otro lado, la actitud de gran parte del episcopado celoso de sus prerrogativas. La Iglesia tenía entonces 11921 fincas rústicas y 7828 urbanas, suponía el 2% de los gastos del Estado y su influencia en la educación era indiscutible. Para modificar esta situación sucesivos decretos disolvieron la Compañía de Jesús, confiscaron sus fincas, establecieron el matrimonio civil, el divorcio y la secularización de los cementerios. La ley de Congregaciones de 1933 prohibía a la Iglesia y a las órdenes religiosas la enseñanza (fecha límite para el cese de su actividad docente el 1 de octubre de 1933), el comercio y la industria, lo que provocó una pastoral colectiva que llamaba a la resistencia pacífica. Dentro de la cuestión religiosa y de la laicidad del estado está la cuestión de la reforma educativa ya que España en 1931 presentaba una alta tasa de analfabetismo. Las posibilidades de acceder a la escuela y la Universidad eran privilegio de las clases altas. Así la reforma de la República se volcó en la educación como instrumento de redención de las clases humildes y de modernización del país. El esfuerzo del gobierno se dirigió hacia: La creación de 5000 escuelas públicas al año, formación y dignificación del profesorado con un aumento del salario y un mayor reconocimiento social. La implantación del laicismo, con la regulación de la religión católica. 2.2.- La reforma del ejército: La reforma del ejército se debe a Azaña que pretendía un régimen desmilitarizado reduciendo la función de las fuerzas armadas a la defensa exterior. Para modernizarlo había que reducir los mandos, el deterioro técnico, la burocracia y la división entre ejército metropolitano y colonial. El ejército colonial, desde la Guerra de Marruecos, era en cierta manera un instrumento en manos de sus jefes, los ‘africanistas’. Por la Ley Azaña de 1931 se permitía a los jefes oficiales que lo deseasen el retiro con el sueldo íntegro. Se acogieron 84 generales (de 170) y 8650 jefes y oficiales (de 14000). Posteriormente creó la Guardia de Asalto (fuerza de orden público de fidelidad republicana) y se cerró la Academia General Militar de Zaragoza, dirigida por el general Franco. La derecha pretendió capitalizar el posible descontento que producían estos cambios y la oposición se puso de manifiesto mediante un golpe de Estado fracasado del general Sanjurjo en agosto de 1932 y con la creación de la Unión Militar Española (UME) en 1933 como organización clandestina de militares de derechas. 2.3.- La Descentralización: política autonomista: Las aspiraciones de autogobierno de Cataluña estaban recogidas en el Pacto de San Sebastián. El gobierno, sin embargo, nunca pretendió crear una organización política y administrativa de carácter federal, sino que querrá ‘conjugar la aspiración particularista o la voluntad autonomista… con los intereses o los fines permanentes de España dentro del Estado organizado por la República’ (Azaña). En Cataluña, después de una negociación con el gobierno provisional, se había resuelto el problema originado por la proclamación de la República Catalana. La República quedaba anulada, pero se reconocía un gobierno autónomo que elaboraría un Estatuto que sería aprobado por las Cortes: es el proyecto de Estatuto de Nuria que fue aprobado en referéndum con el 99% de los votos. El 18 de agosto de 1931 el Estatuto de Nuria fue presentado por Macià a las Cortes y a pesar de afrontar la oposición de la derecha y las resistencias de los republicanos, al final fue aprobado con numerosos recortes en 1932: – El gobierno catalán era la Generalitat con tres instituciones: * Parlamento catalán. * Presidente. * Consejo Ejecutivo: Consejerías. – Catalán y castellano lenguas oficiales. – Competencias de la Generalitat: hacienda, economía, enseñanza, cultura, sanidad, transportes y comunicaciones y órden público (mossos d´escuadra). – Competencias del Gobierno Central: asuntos exteriores, defensa, control de fronteras… – Conflictos entre el poder central y el autonómico: Tribunal de Garantías Constitucionales. La importancia del papel desarrollado en su elaboración por ERC quedó de manifiesto en las elecciones al Parlament de Catalunya, en las que Macià fue elegido Presidente de la Generalitat. En el País Vasco, el PNV y los carlistas llegaron a un acuerdo en Estella en 1931, en el que se aprobó un proyecto de Estatuto que socialistas y republicanos consideraron reaccionario. En 1932 los ayuntamientos votaron un nuevo proyecto que fue aprobado en Vizcaya, Guipúzcoa, el 50% de Álava y rechazado en Navarra (los carlistas se niegan a pactar con una República atea). El proyecto quedó paralizado y no fue aprobado por las Cortes hasta 1936, una vez comenzada la Guerra Civil. En Galicia, la guerra cortó la aprobación por las Cortes de un proyecto de Estatuto ratificado en referéndum en junio de 1936. 2.4.- La reforma agraria: En la década de los 30 la importancia del sector primario era considerable. Con 23 millones de habitantes, 3.8 millones trabajan en la agricultura (2 millones eran obreros agrícolas, 750000 arrendatarios y aparceros y 1 millón pequeños y medianos propietarios). El latifundio era muy importante, sobre todo en el sur: el 1.8% de las fincas, el 44% de las tierras (+100 Ha.). Para encarar el problema agrario, ya el Gobierno Provisional promulgó una serie de decretos que trataban de proteger a los arrendatarios y a los campesinos sin tierra: decreto de Términos Municipales, prórroga automática de contratos de arrendamiento, jornada de 8 horas. Pero el verdadero ensayo reformador vino de la elaboración de una ley de reforma agraria que fue aprobada por las Cortes en septiembre de 1932. El objetivo de la ley no fue una revolución agraria o una colectivización de la tierra, sino que sus objetivos fueron más moderados. La ley permitía expropiar sin indemnización sólo las tierras de los Grandes de España, mientras que las mal cultivadas, las arrendadas sistemáticamente, las que podían ser regadas y no lo eran, sólo se podían expropiar con una indemnización previa. Además, los problemas de ineficacia, burocratismo, y el coste de las indemnizaciones contribuyeron al hecho de que su aplicación fuese todavía más limitada. Políticamente la reforma agraria provocó la reunificación de la derecha y que muchos campesinos se alejaran definitivamente de la República. El descontento campesino dio lugar a numerosos incidentes: Casas Viejas, Castilblanco, Arnedo… En Cataluña el problema se suscitó entre propietarios y arrendatarios (rabassaires) que consiguieron que el Parlament mejorase los contratos de cultivo sometidos en parte al arcaico sistema de la ‘rabassa morta’. Esta ley será recurrida ya en 1934 por el Gobierno de derechas y el Tribunal de Garantías la rechazó al considerar al Parlament incompetente para legislar en la materia.