La arquitectura barroca en Italia
Tras la hegemonía cultural que tuvo Venecia después del saqueo de Roma en 1527, esta ciudad vuelve a recuperar todo su esplendor. Roma es lugar de peregrinación, el centro del Papado y la Contrarreforma, y el lugar donde se crea la nueva estética, y las bases del urbanismo moderno y racional. Esta vez, Italia es sinónimo de Roma. Las fachadas se hacen onduladas y ricas en esculturas.
En Roma trabajan los más grandes arquitectos del Barroco. En el período de transición se distingue a Carlo Maderno, que destaca por sus edificios religiosos como Santa Susana, Santa María de la Victoria, y concluye la basílica de San Pedro del Vaticano, y a Giacomo della Porta, sucesor de Vignola, que hizo la fachada de El Gesú. Maderno es el primer escultor que defiende los ideales del barroco.
En el barroco pleno encontramos a los arquitectos más conocidos: Gian Lorenzo Bernini, es el gran arquitecto del barroco, uno de los genios del arte universal. Es uno de los formuladores del lenguaje barroco. Diseñala columnata de San Pedro del Vaticano, y elbaldaquino donde sitúa un nuevo tipo de columna, las columnas salomónicas del altar. Utiliza multitud de puntos de vista, la planta central, principalmente de cruz griega, circular u oval. Construye, también, San Andrés del Quirinal, donde demuestra su gusto por los contrastes, entre otra muchas obras.
Francesco Borromini es otro de los grandes arquitectos de la historia del arte. Borromini rompe todas las reglas del clasicismo. Concibe toda la obra como una gran escultura, ondula los entablamentos y las cornisas, e inventa nuevas formas para los capiteles. Sus plantas son más dinámicas, y sus fachadas también. Sin embargo, sus obras son de pequeño tamaño, ya que Bernini era el arquitecto oficial. Construyó San Ivo, La sapiencia, San Carlos de las cuatro fuentes, el Oratorio de san Felipe Neri, palacio Barberini, etc. Guarino Guarini, es otro de los grandes arquitectos del período. Sus formas se inspiran en el gótico y en el mudéjar. Trabaja, sobre todo, en Turín donde realiza obras como la iglesia de San Lorenzo, con una bóveda al estilo cordobés, el palacio Carignano y lacapilla del Santo Sudario. Baltasar Longhena, que trabaja en Venecia, donde construye Santa María de la Salud y el palacio Pésaro.Pietro di Cortona, discípulo de Bernini, que tiene un lenguaje más sereno. Construye la iglesia de los santos Lucas y Martín, y las fachadas de Santa María de la Paz y de Santa María in vía Lata. Otros arquitectos son Carlo Rainaldi: San Andrea della valle,Martino Lunghi el Joven: iglesia de los santos Vicente y Anastasio.
En el siglo XVIII el barroco evoluciona en dos direcciones. Por un lado existe un retorno a la simplicidad del siglo XVI, que prepara elneoclásico, y por otro se evoluciona hacia la exuberancia decorativa del rococó. En esta época destacan Bernardo Vittone, que trabaja en Turín. Es el iniciador de los excesos decorativos del rococó. Ejemplo de su arquitectura es la capilla de Vallinoto, y la iglesia de las Clarisas de Bra. Ferdinando Fuga, trabaja en Nápoles, de estilo rococó, antes de ser representante del neoclasicismo; factoría de porcelana de Capodimonte. Luigi Vanvitelli, que trabaja en Nápoles y Sicilia, que en aquella época pertenecían a la corona española: palacio de Caserta, iglesia de Vanvitelli en Nápoles. Filippo Juvara, el mejor representante del barroco tardío y sereno. Es un auténtico precursor del neoclasicismo. Entre sus obras destacan la fachada del palacio Madama, en Turín, palacio de caza de los Stupinigi. Y Benedeto Alfieri, discípulo de Juvara, palacio real de Turín.
[escribe]La arquitectura barroca en España
En España, la arquitectura barroca va a estar presidida por el gusto por la desornamentación y la sobriedad que había introducido el estilo herreriano, con importantes edificios en los que impera un estilo mesurado y casi clásico.
En España el barroco se beneficia del mecenazgo del clero y la nobleza. Es el arte de la Contrarreforma, de la cual España es la campeona, por lo que predominarán los edificios religiosos. Sin embargo, España está perdiendo su hegemonía mundial y la crisis económica se hace patente. Las fachadas vuelven a decorarse profusamente. Pero no sólo la Corte es un centro importante, sino también Sevilla, Valencia, Toledo yValladolid, además de la importancia que el barroco adquiere para la consolidación de la conquista en las Indias. También la burguesía será uno de los promotores del nuevo estilo.
Si en todo el mundo el barroco atiende a preocupaciones urbanísticas, en España lo hace de una manera singular. Se crean, ahora, las grandes plazas mayores, rectangulares y asoportaladas, se amplían las viejas ciudades y se construyen otras nuevas, principalmente en América. A imitación de Versalles se construyen en España los reales sitios, sobre todo Aranjuez.
No obstante, en el primer tercio del siglo XVII pervive el estilo herreriano, con fachadas y plantas simples, materiales pobres y un aspecto austero y sombrío. En este período destacan Francisco de Mora, Juan de Nantes, Giovanni Battista Crescenzi,Francisco Bautista, representante del estilo jesuítico: iglesia de San Isidro de Madrid, Alonso Carbonell que diseña el Buen Retiro yJuan Gómez de Mora, el más representativo. Trabaja en la corte de los Austrias, en Madrid: plaza Mayor, la cárcel de la Corte,colegio de los jesuitas de Salamanca.
En el período del barroco pleno encontramos una mayor tendencia a la decoración, y a la eliminación de los elementos herrerianos. Son importantes arquitectos como Alonso Cano, aunque más conocido como pintor y escultor es el arquitecto más importante de momento. Construye la fachada de la catedral de Granada, Francisco Hurtado Izquierdo, que realiza sus mejores obras enAndalucía: Cartuja de Granada. José Jiménez Donoso: casa de la Panadería en la plaza Mayor de Madrid, Sebastián de Herrera Barnuevo, el Parnaso, José Peña de Toro, en Salamanca, a quien se le encargó dar un aspecto barroco a la catedral de Santiago de Compostela, Domingo de Andrade: torre del reloj de Compostela, Melchor Velasco de Agüero: Salvador de Celanova y Felipe Berrojo: iglesia de la Pasión de Valladolid. En el Pilar de Zaragoza trabajarán Francisco Sánchez, Francisco Herrera el Joven,Ventura Rodríguez y Domingo Yarza.
En el siglo XVIII se desarrolla el estilo churrigueresco, el rococó español, ya con la dinastía borbónica entronizada. Se trata de un estilo extraordinariamente decorativo, sobre todo en el exterior. El más importante de todos los arquitectos de esta época es José Benito de Churriguera, el auténtico creador del estilo: San Cayetano, Santo Tomás, y la ciudad de Nuevo Baztán, junto con sus hermanos Joaquín de Churriguera: colegio de Calatrava de Salamanca y Alberto de Churriguera: plaza Mayor de Salamanca. Pero si los Churriguera crearon el estilo, sus sucesores lo llevaron a extremos delirantes. Pedro de Ribera, trabaja en Madrid, en numerosas casas, fuentes y obras públicas: puente de Toledo, hospicio de Madrid. Narciso Tomé, el de mayor imaginación decorativa, ya que integra arquitectura, escultura y pintura: transparente de la catedral de Toledo. Leonardo de Figueroa, que trabaja en Sevilla. Reviste los edificios de ladrillo vidriado, yeso y piedra blanca, que recuerda a la mezquita de Córdoba: hospital de los Venerables, seminario de San Telmo. Y Fernando de Casas Novoa, que hace la fachada del Obradoiro en Compostela. Entre otros muchos.
Pero no toda la arquitectura española del siglo XVIII es churrigueresca. La nueva corte borbónica tiene un gusto más clásico, de tipo francés, muy alejado de los excesos decorativos churriguerescos. En sus edificios predomina el ritmo ordenado y claro y el gusto por el equilibrio. Los dos grandes proyectos de la corte borbónica son La Granja de San Ildefonso, residencia de verano de la Corte, encargada a Teodoro Ardemans, y Aranjuez, donde trabajó Santiago Bonavía. También se construyó el Palacio Real, encargado a los italianos Filippo Juvara y Giovanni Battista Sacchetti. También son plenamente barrocos Ventura Rodríguez: Salesas reales, y Francesco Sabatini: puerta de Alcalá, real aduana. Los dos son arquitectos representativos del barroco tardío del gusto de la corte borbónica y el estilo francés, aunque sus obras prescinden tanto de la decoración exterior que frecuentemente se les considera dentro del neoclasicismo, del que sin duda son precursores.