Platón: Teoría del Conocimiento
La dialéctica platónica distingue dos formas de conocimiento: la opinión y la ciencia. Platón argumenta que la realidad percibida por los sentidos está en constante cambio, por lo que no puede proporcionar un conocimiento objetivo y válido. Sin embargo, reconoce la necesidad de desenvolverse en el mundo sensible, por lo que habla de un tipo de conocimiento sensible:
Conocimiento del Mundo Sensible
Este tipo de conocimiento solo produce mera opinión, no un auténtico conocimiento. Se divide en dos grados:
- La conjetura: Es el conocimiento de las imágenes, sombras y reflejos de las cosas sensibles. No es directamente perceptible, demostrable ni intuitivo.
- La creencia o fe: Es el conocimiento de las cosas sensibles directamente perceptibles. Son copias imperfectas de las ideas, no demostrables ni intuitivas.
Conocimiento del Mundo Inteligible
- La razón discursiva: Nos da el conocimiento de los objetos matemáticos, entidades intermedias entre lo sensible y lo inteligible. El conocimiento matemático es un paso previo para acceder al verdadero conocimiento de las ideas.
- La razón intuitiva: Nos da el conocimiento de las ideas. Se conocen directamente, en una visión intelectual, a través del “órgano de la visión del alma”. Las ideas mantienen una relación entre sí, y para conocerlas se necesita la dialéctica.
Aristóteles: Sustancia y Accidente
Aristóteles distingue dos modos de ser o existir:
- El ser por accidente: No puede existir ni en sí mismo ni por sí mismo, sino que existe en otro.
- El ser substancial (la sustancia): Es el ser que existe en sí mismo. Constituye la verdadera realidad y es el tipo de ser más importante.
Ser en Acto y Ser en Potencia
El ser se puede entender de dos modos:
- En sentido absoluto: Presente, lo que está siendo ya (ser en acto).
- El no-ser en sentido absoluto: Lo que no es y es imposible que sea.
- El ser en sentido relativo (ser en potencia): Una cosa no es todavía en un momento dado, pero sí puede llegar a ser en otro momento.
El cambio es el paso del ser en potencia al ser en acto. Hay dos tipos de cambios:
- Cambio substancial: El caso de la generación y la corrupción, cuando una cosa deja de pertenecer a una clase y pasa a pertenecer a otra.
- Cambio accidental: Cuando se produce alguna modificación en los seres, pero la sustancia sigue perteneciendo a la misma clase.
Santo Tomás: La Primera Vía del Movimiento
A través de los sentidos, constatamos que las cosas cambian. El movimiento es el paso de la potencia al acto y solo puede ser producido por un ente que ya esté en acto. Resulta imposible que una cosa sea acto y potencia a la vez. Si lo que mueve a algo necesita un tercero, tendríamos una cadena infinita de motores. Es necesario un primer motor inmóvil que no sea movido por nadie, y este es Dios.
Descartes: Las Reglas del Método
- Regla de la evidencia: Establece que el criterio de verdad es la evidencia. Una verdad es evidente cuando se presenta con claridad y distinción. Mediante las ideas claras y distintas, por medio de la intuición, se captan los elementos más simples de los que se componen todos los objetos.
- Regla del análisis: Consiste en la descomposición de una idea compleja hasta sus elementos más simples, para hacer posible la intuición. Va desde lo desconocido a lo conocido.
- Regla de la síntesis: Trata de establecer un orden lógico en la deducción, de los elementos más simples a los más complejos.
- Regla de la enumeración: Es la comprobación y revisión de un proceso a fin de no omitir nada, pues la deducción se apoya en la memoria y esta es frágil.
Marx: El Hombre Alienado
Marx hereda de Hegel el concepto de alienación, aunque modifica su sentido. Alienación significa desposesión, no estar en posesión de sí mismo ni de lo que es su propiedad. Marx lo aplica al trabajo y al orden económico de producción, definiendo la alienación económica. El sujeto de la alienación es el hombre real, y la tarea de la filosofía consiste en acabar con la alienación radical del hombre.
La alienación se debe al sistema capitalista, donde el trabajo se convierte en asalariado, alienando al hombre en cuatro sentidos:
- Producto del trabajo: Al fabricar un objeto, el hombre se proyecta en él, lo humaniza. Sin embargo, el capitalismo arrebata al obrero este objeto, separándolo de él.
- Su propia actividad: La fuerza de trabajo le es arrebatada al hombre, quien tiene que venderla en el mercado por un salario. Deja de pertenecer al trabajador y pasa a ser propiedad de alguien que la usa para incrementar su riqueza. El origen de los beneficios del propietario es la plusvalía, la ganancia obtenida por el capital en la producción.
- La naturaleza: Aparece como algo ajeno al trabajador, como propiedad de otro.
- A los otros hombres: Los objetos del mercado son cosas que compramos, pero no reconocemos a los hombres que las han hecho. Esto genera una fuerte división entre la burguesía y el proletariado, manteniendo el conflicto de la lucha de clases.
Nietzsche: Nihilismo
Para Nietzsche, el nihilismo es el destino de la cultura occidental, su propia autodestrucción. Su llegada se debe a que toda la cultura occidental está asentada sobre falsos valores, que constituyen la negación de la vida y proceden de una voluntad de nada. Cuando los valores se derrumben, llegará el nihilismo, que significa que los valores supremos pierden validez.
Nietzsche entiende el nihilismo en dos sentidos:
- Nihilismo pasivo: Como decadencia y retroceso del poder del espíritu.
- Nihilismo activo: Como signo de creciente poder del espíritu.
El nihilismo se define en función de la voluntad de poder.
Ortega y Gasset: Raciovitalismo
Ortega y Gasset considera que la razón es la dimensión principal del hombre y trae consigo la idea de la racionalidad. En sus versiones más extremas, el racionalismo es contrario a la vida. El idealismo presenta el mundo como construcción del sujeto cognoscente, como contenido de la conciencia que se lo representa.
El raciovitalismo reivindica una noción de la razón que no sea contraria a la vida: la razón vital. Los términos “yo” y “mundo”, sujeto y objeto, se expresan con las palabras “yo” y “circunstancias”. Mis circunstancias están ahí porque yo las atiendo; el mundo no es algo independiente, existe más bien en su relación conmigo, con mi subjetividad. Pero el yo no puede darse sin las circunstancias, no puede ser lo que es sino en el ámbito de lo concreto y depende de las cosas para su realización.