El Cepillo Iónico
Una amenaza para los fabricantes de dentífrico
Una empresa japonesa amenaza con arruinar a los fabricantes de dentífrico gracias a un llamativo invento que acaba de lanzar al mercado estadounidense: el cepillo iónico. Este cepillo no necesita pasta dental, dura muchos años, elimina la placa con mayor eficacia y no daña las encías. El truco consiste en provocar en la boca una auténtica reacción química, debido a que estos cepillos están hechos de óxido de titanio.
Para determinar la realidad de estas promesas, científicos estadounidenses han realizado todo tipo de pruebas y han dado su visto bueno tras comprobar su eficacia. Además de su durabilidad, el óxido de titanio tiene una portentosa cualidad: es un fotocatalizador, es decir, causa reacciones químicas en presencia de la luz.
Cuando la luz brilla sobre la barra de óxido de titanio, libera electrones, los cuales con su carga negativa atraen a los iones con carga positiva contenidos en la placa dental, que es la causante de la oxidación del esmalte. El cepillado genera una solución de saliva con carga negativa, que atrae y desintegra la placa.
Datación Radiométrica
El químico estadounidense William Frank Libby (1908-1980), junto con sus colaboradores de la Universidad de Chicago, desarrolló su método de datación radiométrica para restos arqueológicos, por lo cual le otorgaron el Premio Nobel de Química en 1960.
¿En qué consiste la técnica?
La técnica consiste en determinar la cantidad de carbono 14 en restos fósiles y se basa en que la composición química de cualquier ser vivo incluye un alto porcentaje de carbono, que está en intercambio permanente con el dióxido de carbono del aire. En toda materia orgánica, viva o muerta, hay trazas de carbono radiactivo: en la madera, en los huesos, en la piel.
Mientras el organismo está vivo, intercambia carbono con el medio de forma equilibrada, pero cuando muere, el intercambio se interrumpe y la disminución de la concentración de carbono 14 solo depende del paso del tiempo.
Transcurridos 5760 años, la cantidad de carbono 14 se reduce a la mitad, teniendo en cuenta la definición de tiempo de vida media o periodo de semidesintegración. Por lo cual, luego de dos periodos de semidesintegración, quedará la cuarta parte de la original (la mitad de la mitad) y así sucesivamente.
Con la ayuda de contadores Geiger muy sensibles, Libby construyó un aparato para determinar el contenido de carbono 14 de un cuerpo orgánico. El método se adapta a una gran variedad de materiales orgánicos, pero su precisión depende de la posible contaminación de la muestra. El método puede producir errores entre 2000 y 5000 años.
Otros métodos de datación
- El potasio 40 tiene un periodo de semidesintegración de 1310 millones de años y permite determinar la edad de las rocas.
- El torio 230 se utiliza para determinar la antigüedad de sedimentos oceánicos y fósiles de coral o caparazones de caracoles.
- La datación con plomo 210 tiene una curiosa aplicación: puede usarse para determinar la antigüedad de un cuadro, ya que existen numerosas pinturas que contienen plomo.