Análisis de la Conducta Moral
Características de la Conducta Moral
Sus objetivos, entre otros, son:
- Analizar cuáles son las características de la conducta moral para distinguirla de otros tipos de conducta.
- Estudiar los valores morales y las normas que se derivan de ellos.
- Determinar en qué consiste la responsabilidad moral.
- Investigar si el ser humano actúa con libertad.
- Analizar qué es y cuál es el alcance de la obligación moral.
Muchos filósofos han reflexionado sobre las teorías éticas. Aristóteles destaca que el fin de la ética es establecer los principios que permitan al ser humano alcanzar la felicidad. Por su parte, Kant, señala que la razón práctica reflexiona sobre la libertad con el fin de conducir al ser humano hacia la realización.
Acción Moral
Al ser humano, se le permite decidir con libertad cómo va a comportarse en cada momento de su vida. Esta libertad, en cualquier caso, presenta dos caras: por una parte, hace que el ser humano tenga la posibilidad de elegir su modo de comportarse; pero, por otra, le pone en una situación de fragilidad e inseguridad, ya que carece de una guía que lo impulse hacia un modo específico y seguro de acción. Con la repetición de dichos actos adquiere hábitos o actitudes permanentes de conducta, que le predisponen a obrar de una determinada manera.
Características de la acción moral:
- Es una forma de comportamiento exclusivamente humana.
- Está regulada por un sistema de principios, normas y valores.
- Se da en sociedad, en nuestra relación con los demás.
- Puede ser valorada o sancionada por los demás en función de las normas y valores objetivamente válidos para todos.
La moral es exclusivamente humana, ya que solo el hombre puede elegir libremente su conducta. A los animales les basta con el instinto.
La Vida como Proyecto Moral
Ortega y Gasset denomina circunstancia al conjunto de elementos que se le imponen al ser humano, y afirma que esos elementos forman parte de su propio yo. Por eso recalca que: ”yo soy yo y mis circunstancias”.
Aristóteles lo explica con la metáfora del arquero: en el camino de la flecha hacia la diana solo hay un punto para acertar y muchos para equivocarse.
El ser humano, si quiere desarrollarse como buena persona, debe reflexionar sobre sus actos. La razón práctica permite:
- Ser consciente, por ejemplo, de la existencia de dilemas morales.
- Juzgar las posibilidades de actuación.
- Elegir entre dichas posibilidades, sopesados los pros y los contras.
Para elegir correctamente, el individuo debe analizar los siguientes elementos de la acción moral:
- Los motivos: aquello que me impulsa a actuar de un modo u otro.
- Los fines: aquello que se quiere conseguir y que mueve mi voluntad para lograrlo.
- Los medios: aquello que se va a utilizar para la consecución del fin.
- El resultado: el logro del fin perseguido.
La Conciencia Moral
El término conciencia, en general, hace referencia a la capacidad que posee el ser humano para percatarse de algo. En un sentido más específico, la conciencia moral se define como la capacidad de la razón práctica para captar los principios morales con los cuales puede distinguir entre lo moralmente bueno y malo para emitir un juicio sobre la moralidad de un acto.
La conciencia moral realiza las siguientes funciones:
- Elabora juicios prácticos.
- Hace autocrítica, pues juzga sus propios actos.
- Hace responsable al individuo de las consecuencias de los actos que realiza de forma libre y consciente, lo que hace en dos dimensiones:
- Es una dimensión interna, porque con sus actos el hombre se construye a sí mismo.
- Es una dimensión externa, porque la persona debe responder ante los demás.
El Origen de la Conciencia
Hay pensamientos muy dispares: los que defienden su raíz sobrenatural, los naturalistas y los convencionales:
- Los defensores del origen sobrenatural afirman que la conciencia es un reflejo de la ley de Dios que, desde el interior, juzga los actos humanos.
- Los naturalistas la consideran como una consecuencia de la naturaleza racional del ser humano.
- Los convencionalistas afirman que la conciencia moral se desarrolla en cada individuo.
El Desarrollo de la Conciencia
Piaget y Kohlberg consideran que la conciencia moral es una capacidad que se desarrolla en el hombre a lo largo de su vida. En este desarrollo intervienen dos factores:
- La madurez psicológica de cada persona.
- La influencia del medio en el que vive.
Este proceso de desarrollo es universal, constituye un rasgo común de todas las personas. Kohlberg señaló la existencia de tres niveles en el proceso de desarrollo de la conciencia moral, con dos etapas en cada nivel.
- Nivel Preconvencional
- Se tiene una actitud individualista, ya que lo justo es aquello que satisface los intereses del sujeto.
- La moral es heterónoma, es decir, impuesta por algo externo y distinto de la conciencia.
- Etapa 1: el niño obedece porque quiere evitar el castigo que pueda recibir al no cumplir las normas.
- Etapa 2: la persona desea obtener aquello que le interesa y, a cambio, decide respetar las normas impuestas.
- Nivel Convencional
- Se adopta el punto de vista colectivo, porque lo justo es aquello que asegura la supervivencia del grupo.
- La moral que rige la conciencia sigue siendo heterónoma porque la persona se somete a las normas de otro.
- Etapa 3: la persona tiene la necesidad de ser aceptado y valorado por los miembros del grupo.
- Etapa 4: es un deber del sujeto respetar el orden social establecido.
- Nivel Postconvencional
- La conciencia personal se rige por una moral autónoma.
- Los principios universales son analizados críticamente por la razón.
- Etapa 5: las normas han sido aceptadas libremente por la mayoría.
- Etapa 6: la persona acepta que respetar estos valores constituye su deber y actúa en consecuencia.
Valores y Normas Morales
Las normas están presentes en todos los individuos. Pero, poco a poco, la conciencia tiende a elaborar sus propias normas y a dirigir su conducta de forma autónoma.
La Legitimidad de las Normas Morales
Una norma moral está legitimada y justificada únicamente cuando se fundamenta en valores morales.
- Las normas morales señalan al hombre los fines que debe perseguir.
- La función de la ética consiste en indicar a las personas lo que deben ser.
- Los valores permiten realizar la crítica de las normas morales consideradas inadecuadas.
Los Valores Morales
El valor moral se caracteriza por los siguientes rasgos:
- Se atribuye esencialmente a la relación que existe entre un acto humano y una norma moral.
- Solo se puede atribuir a las personas.
- Afecta a la persona en su totalidad.
- Se impone como una exigencia necesaria para todas las personas.
Objetivismo y Absolutismo Moral
- Los valores existen por sí mismos.
- Se necesita un orden moral objetivo que puede servir de guía al comportamiento humano.
- Las personas, mediante su razón, pueden y deben descubrir los valores y convertirlos en exigencias morales.
- Esta postura ha sido defendida por pensadores como Platón y Max Scheler.
- La validez de los valores se encuentra en sí mismos (son absolutos).
- Los valores no están condicionados por el espacio y el tiempo.
- El absolutismo moral conlleva la posibilidad de caer en el dogmatismo.
Subjetivismo y Relativismo Moral
- No existen valores objetivos ni universales.
- Los valores son creación humana.
- Esta postura, llevada al extremo, conduce al subjetivismo radical y al”todo val”.
- Las valoraciones son relativas.
- No existen valores objetivos y universales.
- Esta postura, si se radicaliza, puede conducir a un relativismo extremo: se puede llegar a defender cualquier actuación.
Filosofía Política
Concepto y Objeto de la Filosofía Política
En la actualidad, se establece la distinción entre:
- Ciencia política: su tarea consiste en describir, explicar y predecir los fenómenos políticos.
- Filosofía política: su objetivo primordial es fundamentar racionalmente cómo debe ser el Estado.
La filosofía política se plantea determinados interrogantes como:
- ¿Es necesario que exista el Estado o debería eliminarse?
- ¿Qué relación debe haber entre el individuo y el Estado? ¿Quién debería tener prioridad?
El Estado
Concepción de la Antigüedad y la Edad Media
- Concepción organicista del Estado: se compara al Estado con un organismo vivo (el todo es más importante que la parte).
- El hombre es un animal político, somos seres sociales por naturaleza.
- La ética conduce a la política (la felicidad individual va ligada a la justicia): el Estado es prion natural (anterior por naturaleza al individuo), su finalidad es que el hombre sea bueno (virtuoso y feliz). Ejemplo: Aristóteles.
Concepción de la Modernidad (desde el siglo XVII)
- Cambia la concepción del hombre, se valora la capacidad de la razón, el pluralismo y la tolerancia religiosa. Separación de Iglesia y Estado.
- Se diferencia entre:
- Ética: rige las conductas individuales, se decide desde la propia conciencia.
- Derecho: rige las conductas en sociedad, son las normas impuestas para convivir en sociedad.
- Se crean las teorías contractualistas del Estado.
- Las teorías contractualistas hacen una explicación basándose en un tránsito de un hipotético estado de naturaleza a un Estado artificial.
- Teoría contractualista: todos los autores están de acuerdo en el contrato social. Acuerdo o convención, pacto entre individuos para preservar nuestros derechos. Defiende el absolutismo.
Las Teorías del Contrato
Las teorías del contrato son el grupo de corrientes de pensamiento que utilizan un hipotético contrato como modelo explicativo del origen y legitimidad tanto del poder político como del Estado. Este contrato social se establece desde un supuesto estado de naturaleza, previo a todo orden social. Los miembros de la asamblea deciden cuáles deben ser las funciones y atribuciones del gobierno. La función de estas teorías es la de justificar un tipo concreto de organización política. Estas doctrinas hacen su aparición a partir de los siglos XVII y XVIII con las figuras de Hobbes, Locke y Rousseau. Encontramos en sus doctrinas políticas los siguientes puntos de partida:
- Afirmación de la autonomía del individuo.
- Crítica a la concepción teocrática del poder que había prevalecido en Europa durante la Edad Media.
- Establecimiento de una serie de derechos dependientes de la actividad racional del ser humano.
Thomas Hobbes
Para Hobbes, el hombre es egoísta, lleva una vida bastante precaria y posee las mismas posibilidades que cualquier otro individuo para vencer en un enfrentamiento. Debido a esta igualdad y continua lucha por los recursos, el ser humano vive en una situación de guerra perpetua de unos contra otros. El ser humano tiene la necesidad de establecer un contrato mediante el cual todos los firmantes acuerden someterse a un monarca. De esta unión entre los individuos y el sometimiento a una fuerza superior, surge la sociedad civil. Dicha sociedad civil la conforman los miembros e instituciones que hacen cumplir y castigan los delitos. El monarca posee derechos, pero también obligaciones: garantizar la seguridad y una vida tranquila a los ciudadanos. Pero, si no cumple su cometido de modo satisfactorio, los súbditos tienen completa libertad para abandonar la sociedad civil y buscar protección y seguridad en otras sociedades.
John Locke
Para Locke, el ser humano en estado de naturaleza es libre y dueño absoluto de su vida y hacienda. Existe, además, una ley natural que obliga a todo ser humano a respetar la vida, la salud y las propiedades de los demás. Sin embargo, la existencia de individuos que atentan contra esta ley obliga a que se establezca un contrato entre individuos diferentes que garantice el resto de esta legitimidad. En dicho contrato, en un primer momento, todas las personas imponen la obligación de respetar la libertad y las propiedades de los demás. En segundo lugar, se establecen las características y obligaciones del Estado. Locke sostiene que el poder del Estado no es absoluto, los gobernantes también están obligados a respetar las leyes. Para ello, el filósofo británico defiende una separación de poderes entre el legislativo y el ejecutivo.
- Poder legislativo: tiene por función dictar las leyes.
- Poder ejecutivo: debe velar por el respeto y la correcta ejecución de las leyes.
Montesquieu, en su obra Del espíritu de las leyes, estipula como requisito de todo gobierno democrático la separación de poderes en tres instituciones: ejecutivo, legislativo y judicial.
Jean-Jacques Rousseau
Rousseau considera que el ser humano en estado de naturaleza lleva una vida plácida y sencilla. La unión en sociedades es lo que promueve la propiedad privada, que sería el peor de los enemigos de la bondad humana. La envidia y la codicia por los bienes determinan las relaciones entre los individuos, ocasionando el enriquecimiento de unos y el empobrecimiento de otros. Para acabar con esta situación injusta y defender tanto el bien común como la justicia, Rousseau propone el establecimiento de un acuerdo que denomina contrato social. El origen de este contrato reside en una voluntad general que ama y defiende el interés de la comunidad por encima de cualquier interés particular. Para el pensador francés, la democracia encarna el sistema de gobierno más adecuado para conseguir los objetivos del contrato social.