CAROLA

Carola se trata de la mujer que llama por teléfono a Carmen en el quinto capítulo y que se identifica como la compañera sentimental de Alejandro. Nunca aparece físicamente, algo que es de gran interés para la protagonista, quien desearía verla en persona. Muestra acento andaluz o canario y llama desde Puerto Real, un lugar lejano a donde se ubica Carmen. Es quien nos muestra el carácter de Alejandro, un machista y Barba Azul (símil que se establece puesto que no permite a Carola acceder a una habitación donde ella termina descubriendo una serie de cartas dirigidas a otra mujer). Dice de él que no tiene reparo en golpearla y que oculta celosamente sus secretos. Podemos interpretarla como el alter ego de Carmen, puesto que Carola sí que se atreve a vivir el amor con toda la intensidad posible a pesar del daño que esto le pueda causar. Puede relacionarse la intensidad del personaje con su procedencia sureña, enfrentada con la de Carmen, propia de lo que se entiende por el temperamento del norte, donde ésta nació y vivió.

ALEJANDRO

Alejandro aparece en el segundo capítulo y representa al interlocutor idealizado, quien mediante el diálogo ayuda a la narradora-protagonista a ir construyendo la memoria que tanto busca. Es un hombre misterioso, del que no tenemos contexto sobre por qué aparece y por qué la autora le permite la entrada a su casa, que viste con un sombrero negro que se convierte en un símbolo y que muestra gran interés por la vida de Carmen. La protagonista lo idealiza, mientras que la mujer que la llama para hablarle de él lo presenta como alguien agresivo y de carácter reservado. Es el personaje más complejo, algo que se observa en las interpretaciones de su figura como una divinidad creadora que genera que los pensamientos ocultos en el cuarto de atrás de la autora salgan a la luz. Se puede entender de esta manera por la atmósfera inquietante, la conexión con lo prohibido, con la noche y con la fuga, con los conjuros o con el ‘grabado de Lutero’. Ha sido comparado también con el papel de la musa (figura inspiradora), del psicólogo, del periodista o crítico literario (‘entrevistador’), del ilusionista o mago (‘prestidigitador’, ‘tramoyista’) y del propio lector.

La metanovela

La metanovela es una novela que se refiere a sí misma como proceso de escritura, de lectura, de discurso oral o como la aplicación de una teoría que aparece exhibida en el propio texto. En el caso de esta obra, el texto se construye mientras se realiza su lectura. Todo el proceso de creación se ve integrado en el relato, que se convierte en una reflexión constante acerca de la propia escritura. Una metanovela es aquella novela que no solo nos cuenta una historia, sino que además habla de su propio proceso de creación.

Cesta de la costura

Cesta de la costura es casi un baúl de los recuerdos y en su interior están los materiales con los que trabaja la escritora. Cada uno de estos objetos es una vivencia pasada y va acompañado de un recuerdo, un sueño o una imagen. Los hilos unen y conectan esas vivencias. Según la analogía, escribir es como coser, pues se basa en trenzar los hilos de la trama y la urdimbre. Frente a sus problemas con la escritura, la narradora reconoce que vive rodeada de papeles con notas sueltas.

Espejo

Espejo es el punto de fuga para recuperar las imágenes del pasado. El reflejo devuelve a Carmen las personas que ha sido en las diferentes etapas de su vida y los lugares en los que ha vivido permite escenificar su diálogo interior. Su cristal es decisivo para construir la historia, puesto que funciona como lugar de unión donde las dos dimensiones (la de realidad y la de ficción) borran sus fronteras.

Cajita dorada

Cajita dorada es el combustible que activa la maquinaria del tiempo. Tiene propiedades muy beneficiosas para la memoria, puesto que la desatan y generan que las ideas del pasado fluyan desinhibidas. Las píldoras que contiene dan espontaneidad y frescura a los recuerdos, que vuelven como si Carmen los sintiera y no como un mero pensamiento.

Cucaracha

Cucaracha es la concreción del miedo y se deja ver cuando se siente terror. La primera vez asusta a la protagonista y la segunda aterroriza a su hija mientras que su madre muestra gran calma. Aparece en el pasillo, representando su presencia el miedo a lo desconocido, el obstáculo que es necesario superar para dejar atrás la realidad.

Sombrero negro

Sombrero negro da nombre al segundo capítulo. Es del hombre vestido de negro, que lo deja encima de unos folios escritos que van aumentando de forma progresiva. Se relaciona con el poder de la creación, que da a su dueño una aureola mágica. Este proceso de creación se repite varias veces.