El Teatro Español del Siglo XX: Entre la Tradición y la Vanguardia

Durante las tres primeras décadas del siglo XX, predomina un teatro comercial y de diversión al que acude gente de la clase media y burguesa, poco exigente con el hecho escénico. Se trata de un teatro inmovilista, decadente, poco creativo sobre todo si lo comparamos con la narrativa y la poesía del siglo XX. Podemos destacar:

LA COMEDIA BURGUESA

También llamada benaventina por ser Jacinto Benavente el autor más prolífico. Nobel en 1922. Contribuye a dejar atrás la grandilocuencia y exageración de los dramas de Echegaray, creando un teatro a medida de la burguesía de su tiempo, protagonizada por personajes de clase alta. Plantea conflictos típicos de esta clase social: infidelidades conyugales, desamor, hijos calaveras, hipocresía. El desarrollo escénico es hábil, con un lenguaje agudo e inteligente, incluso lleno de ironía, pero no se plantea el ordenamiento social. Entre sus obras destaca Los intereses creados.

EL TEATRO POÉTICO

También llamado histórico-modernista o teatro en verso, supuso la irrupción del modernismo en escena: versos variados, musicalidad, lenguaje sonoro, ambientes exóticos, personajes retóricos y efectistas. La escena trata de reproducir los ambientes históricos en que se desarrolla la acción. Ideológicamente este teatro supone una reacción contra el Noventayochismo.

Marquina y Villaespesa son dos autores que miran con nostalgia al pasado con obras como Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol. Marquina también escribió obras de ambiente rural y aliento lírico (La ermita, La fuente y el río) que influirán en Lorca. Los Hermanos Machado en obras escritas en colaboración como Julianillo Valcárcel, Juan de Mañara, Las adelfas o La Lola se va a los puertos.

EL TEATRO CÓMICO

Modalidad preferida por las clases populares. Se agrupan espectáculos diversos como: la zarzuela, el café teatro y el sainete, donde destaca Carlos Arniches, recuperó la tradición del Siglo de Oro representando una galería de tipos pintorescos madrileños con sus problemas cotidianos y su característica forma de hablar. La tragedia grotesca de Arniches en la que, sin olvidar lo humorístico, plantea con crudeza aspectos de la sociedad española ya tratados por los del 98: caciquismo, inmoralidad de los dirigentes, injusticia social. (La señorita de Trevélez y Los caciques). Los Hermanos Álvarez Quintero presentan en sus obras una Andalucía superficial, tópica e incluso falseada Algunas de sus obras más celebradas son: La reina mora, El ojito derecho, El patio, Las de Caín. Y por último el Astracán (subgénero cómico basado en burdos juegos de palabras, equívocos fáciles, parodia de diversos recursos teatrales) cuyo mayor representante es Pedro Muñoz Seca escribe La venganza de Don Mendo donde se ridiculiza a los dramas históricos modernistas pudiendo decir que es la comedia burlesca de mayor interés en nuestra literatura.

TEATRO INNOVADOR

Dentro de la generación del 98, Unamuno plasmó las ideas que transmite en sus ensayos y novelas. Los personajes se limitan a expresar las inquietudes del autor. Azorín buscó la renovación recurriendo a un teatro en el que se vale de recursos irreales y simbólicos para tratar el paso del tiempo. El autor de mayor importancia es Valle-Inclán. Su trayectoria empieza con una ETAPA MODERNISTA: Poemas dramáticos, versos sonoros, ambiente medieval (Cuento de abril). Continúa con las COMEDIAS BÁRBARAS. Se escenifican las brutales actividades del violento hidalgo Juan Manuel Montenegro y sus violentos hijos. Abundan hechicerías, supersticiones, crueldades, muerte: Águila de Blasón, Romance de Lobos y Las Farsas. Utiliza elementos del guiñol, el humor para ridiculizar comportamientos de la nobleza. Su principal labor es la creación del esperpento. LA PRIMERA MANIFESTACIÓN EN 1920: Luces de bohemia, pero ya se notan rasgos esperpénticos en Divinas palabras. Fundamentalmente, tres obras agrupadas bajo el título de Martes de carnaval (Los cuernos de Don Friolera, Las galas del difunto, La hija del capitán). En los temas del esperpento destacan la parodia a modelos literarios precedentes. Abunda la crítica a clases sociales e instituciones. Habituales alusiones a personajes históricos. Preferencia por ambientes miserables, marginales, degradados. El estilo muestra la extraordinaria capacidad expresiva de Valle: variedad de registros, abundante la ironía y lo despectivo, el humor agrio y el sarcasmo. Los personajes parecen animalizados, peleles, fantoches. De los novecentistas la tentativa renovadora hay que dársela a Ramón Gómez de la Serna que escribió varias obras teatrales siendo la más conocida Los medios seres, cuyo tema es el vacío en búsqueda de la propia identidad. Pura metáfora.

La Generación del 27 y el Teatro

Del 27 destaca Alberti que escribió teatro de corte político: El adefesio, Fermín Galán, Noche de Guerra en el Museo del Prado. Pedro Salinas cultivó la obra corta. Max Aub, concilió el compromiso histórico con la preocupación por acercarse al interior del ser humano por encima de condicionamientos políticos. Pero especialmente Federico García Lorca, su vocación fue temprana y orientada hacia el teatro poético-modernista. A su vuelta de Nueva York manifestó su intención de emprender una reforma teatral. Su trayectoria puede agruparse así:

  • FARSAS Y POEMAS DRAMÁTICOS. Textos sencillos con influencia de Valle-Inclán en los que aparece el tema central de su dramaturgia: Conflicto autoridad/ libertad. (Retablillo de Don Cristóbal y La zapatera prodigiosa.)
  • FACETA HERMÉTICA. Etapa muy influida por el surrealismo (El público).
  • CICLO DE LAS TRAGEDIAS. Se agrupan obras que tienen en común el protagonismo de la mujer, fuerte tono dramático y la insatisfacción amorosa: (Doña Rosita la soltera, Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba).

Como características generales destacan la búsqueda del espectáculo total. Combina verso y prosa, elementos cultos y folclóricos, música.

  • Acercamiento a un receptor popular. Teatro también impregnado de elementos populares.
  • Ambientes opresivos que condicionan la libertad de los personajes centrales: el pueblo, la ciudad.
  • Protagonistas femeninos a los que impide sus sentimientos esenciales: el amor, la maternidad.
  • Lenguaje sencillo, directo pero lleno de lirismo.

Lorca es el gran renovador del teatro, dedicado a divulgar a los clásicos por los pueblos de España con su compañía La Barraca.

Contexto Histórico y Literario de la Generación del 27

El siglo XIX termina con el desastre del 98, en el que España pierde sus últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Mientras el mundo vive la primera guerra mundial se da una crisis económica y graves conflictos sociales. En este periodo reina Alfonso XIII con el paréntesis de la dictadura de Primo de Rivera. Surgirá la Segunda República y la Guerra Civil. En este contexto alcanza su esplendor un grupo de intelectuales agrupados bajo la denominación de Generación del 27. Propiamente conforman un grupo gracias a su formación intelectual semejante coincidiendo en la residencia de estudiantes frecuentes tertulias colaboración en los mismos periódicos y nacimiento en fechas próximas y existencia de un acto cultural que dio origen al nombre en este caso en el año 1927 del tercer centenario de la muerte de Góngora. 

Este movimiento se caracterizó por aunar la tradición, predominio de la poesía pura, uso de modelos populares y clásicos. También la intención estética, temática lírica humanizada: reocupación lingüística, la metáfora, el lirismo, el equilibrio entre las emociones y el intelectualismo.

Etapas de la Generación del 27

En relación a sus etapas,

  • LA PRIMERA SE DESARROLLÓ HASTA 1927 donde sobresale el peso del neopopulismo en Marinero en tierra de Alberti, es frecuente observar nombres técnicos y la importancia de las imágenes con paralelismos y repeticiones, a su vez Lorca con su Romancero gitano, Cante jondo y Romancero de la novia de Gerardo Diego empleando una densidad metafórica gongorina, denotan el predominio de los clásicos y la poesía de corte popular a través de la influencia del romancero viejo. Así como resaltan los tonos becquerianos, modernistas, y las influencias de las vanguardias deshumanizadas como el creacionismo en manual de espumas obra del último autor comentado quien posee la libertad para imaginar y crear las más extrañas relaciones poéticas.
  • LA SEGUNDA ETAPA ABARCA DESDE 1927 HASTA EL COMIENZO DE LA GUERRA CIVIL. Está cuenta con la presencia de Jorge Guillén el cual a través de sus Cánticos se mantiene fiel a la poesía pura anterior por medio de su apuesta por la voluptuosidad. Mientras se dejó sentir en sus coetáneos la influencia de Pablo Neruda que reclamaba una poesía rehumanizada e impura y la aparición del surrealismo. Tal como se observa en el intimismo dolorido de Luis Cernuda en Donde habite el olvido.
  • LA ÚLTIMA ETAPA supone la disgregación de este grupo terminada la Guerra Civil, lo que provocó una evolución personal y poética diferente al resto. La mayoría, entre ellos, Jorge Guillén escritor de Clamor y Alberti de Entre el clavel y la espada, adquirieron un tono de evocación y una temática negativa y nostálgica, propia del exilio. Por otro lado, Historias del corazón de Vicente Aleixandre donde muestra la visión de aquellos que permanecieron en el país, expresando la difícil vida humana, su quehacer valiente doloroso.
Etapas de Lorca

A continuación, sería conveniente comentar las etapas de Lorca. En sus inicios destaca por hacer síntesis entre el popularismo del romance y el vanguardismo, por ello sus temas principales son el amor, la nostalgia, la naturaleza y el folclore.

En su plenitud, el autor sufre una crisis personal y realiza un viaje a Nueva York, abandona el tono popular y reaparecen con más fuerza las formas vanguardistas. Se olvida del romance y aparece el verso libre lo que justifica el predominio de las injusticias, la falta de libertad, el sufrimiento humano, la muerte y la soledad, como temática principal. Para concluir a pesar de las diferencias en su autodidactismo y poesía tan personal, Miguel Hernández se incluye en el humus literario del grupo. Sus dos obras más esplendidas son El rayo que no cesa de temática amorosa desamparada propia de lírica cancioneril, y Viento del pueblo que destaca la angustia y el sentimiento de protesta provocado por el sufrimiento de los pobres.  Ambas obras de carácter social y político.