Evolución del Arte: Del Rococó al Neoclásico

**Arte Rococó**

Entre 1700 y 1750, aproximadamente, en el período final del Barroco, se produce una evolución del mismo hacia lo que se ha denominado Rococó. La decoración se hace más densa y su estilo más movido; aparecen los frontones curvos y partidos, las columnas salomónicas, etc. La pintura evolucionó hacia un mayor decorativismo. Ya no interesaba tanto plasmar la realidad como deleitar la vista. Así, la pintura presenta una atracción por lo minucioso y lo anecdótico, con escenas alegres, a lo que contribuye el uso de colores suaves y agradables. El paisaje llegó a alcanzar el carácter de género pictórico, dejando de ser un mero fondo para obras religiosas, mitológicas, históricas, etc.

Francia se convirtió entonces en el centro artístico de Europa, y desde allí se difundió el estilo Rococó. Este gusto por las estancias luminosas y los colores claros llevó a la desaparición de las pinturas murales, ya que las paredes se pintaron de color blanco, y para la decoración de los salones se encargaron cuadros de pequeño formato.

Dentro de aquella producción, tuvo gran relevancia la llamada”pintura galant”. La liberalidad de costumbres que caracterizó a aquella alta sociedad francesa propició la representación de un mundo desenfadado que sugería galanteos amorosos que podían reproducir tanto escenas del siglo XVIII como de la mitología clásica. En el aspecto estético, la pintura galante se caracteriza por los tonos claros y los ambientes luminosos, lo que da un aspecto alegre a las composiciones.

La Revolución Francesa de 1789 termina con el Antiguo Régimen y el poder de la aristocracia. La burguesía, que ya tenía en sus manos el poder económico, suma así el poder político. Se convierte en la nueva clase dominante y el arte se adaptará a sus gustos. A finales del siglo XVIII se va a desarrollar el Neoclásico como reacción contra el Barroco y el Rococó. Se caracteriza, como su nombre indica, por su inspiración en las formas del arte clásico grecorromano.

**Arte Neoclásico**

Abarca desde mediados del siglo XVIII hasta bien entrado el siglo XIX y supone un gran cambio artístico respecto al Rococó. El Neoclásico se inspirará en el mundo grecolatino, sobre todo en Grecia. La Ilustración, movimiento intelectual burgués, basa sus ideas en la defensa de la razón. Los ilustrados defienden un arte más racional y técnico tanto en arquitectura como en escultura y pintura. Se produce una identificación entre el Neoclasicismo y las ideas de la burguesía.

**Arquitectura**

Se investigarán los modelos clásicos para aprender de ellos. El Neoclásico se difunde por Europa a través de una serie de arquitectos que comparten una serie de valores. Para ellos, la arquitectura es un vehículo para transformar la sociedad. Así, parten de un gusto por los volúmenes puros, funcionales: orden, proporción y medida son elementos esenciales en su arquitectura.

Como características de la arquitectura neoclásica podemos resaltar:

  • Se inspira en los monumentos de la antigüedad grecorromana.
  • Concepto de belleza basado en la pureza de las líneas arquitectónicas, en la simetría y en las matemáticas.
  • Gusto por la sencillez, con predominio de lo arquitectónico sobre lo decorativo.
  • Emplea elementos básicos de la arquitectura clásica: columnas, órdenes dórico y jónico, frontones, bóvedas, cúpulas, etc.

**Escultura**

Se siguen los modelos de la Antigüedad Clásica, especialmente de Roma. En pintura, no se disponen de modelos como en la arquitectura o escultura. Se inspira en una estética grecolatina para satisfacer a la nueva sociedad revolucionaria. La Antigüedad clásica se convierte en el tema ideal para transmitir los principios revolucionarios.

Francia, país protagonista de la revolución, es donde la pintura neoclásica se desarrolló con más fuerza. A falta de restos pinturas clásicas, si exceptuamos a las pinturas pompeyanas, se inspiraron en los relieves.

Entre los pintores destacan:

  • Jacques Louis David, que partiendo del rococó se aproximará al neoclasicismo. Realiza una pintura severa y equilibrada. De una temática trivial evolucionará a una comprometida con los valores revolucionarios de libertad, actitud cívica y heroísmo. Se trata de un pintor comprometido con los ideales de la Revolución Francesa y con el régimen napoleónico. Entre sus obras destacan: “El Juramento de los Horacios”, “Marat asesinado” y “La consagración de Napoleón”.
  • Antoine-Jean Gros fue el pintor militar de Napoleón, al que siguió en numerosas batallas plasmando algunas de ellas. Destaca entre sus obras: “Napoleón visitando a los apestados de Jaffa”.
  • Jean Auguste Ingres: el dibujo es primordial en su obra mientras que el color desempeña un papel secundario. Pintó temas mitológicos, retratos y temas orientales como “El baño turco”.