Introducción
La agitación política y social de principios del siglo XX se reflejó en un movimiento artístico que reaccionó contra el orden establecido: las vanguardias. La crisis de valores tras la Gran Guerra provocó una desconfianza en la democracia y favoreció la radicalización de la sociedad hacia el fascismo o el comunismo. Durante el periodo de entreguerras se vivió una auténtica revolución intelectual influenciada por el psicoanálisis y el marxismo.
Características de las Vanguardias
Los movimientos de vanguardia, también llamados ismos, fueron abundantes y fugaces. Compartían el deseo de romper con la lógica, desafiar la técnica y buscar la creatividad y la originalidad mediante la experimentación. A menudo divulgaban sus propuestas estéticas a través de manifiestos.
En la literatura europea surgieron diversas vanguardias. Entre ellas destacan:
Futurismo, fundado por Marinetti, que rechazaba el pasado y buscaba una nueva estética en referentes modernos (máquinas, cine, deporte). Sus técnicas incluían la destrucción de la sintaxis y la omisión de signos de puntuación.
Dadaísmo, de Tristan Tzara, que exaltaba el poder de lo absurdo y lo ilógico como forma de regresar a los orígenes (primitivismo, lo infantil).
Cubismo, cuyo principal exponente fue Apollinaire, pretendía plasmar la realidad desde diversos puntos simultáneos, mezclando palabras con elementos visuales.
Surrealismo, fundado por André Breton, fue el movimiento más longevo. Se interesaba por la dimensión irracional del hombre (subconsciente, sueños) para lograr su verdadera liberación. Buscaba un lenguaje ajeno a la lógica, utilizando imágenes visionarias, metáforas irracionales y escritura automática.
Expresionismo, que recurría a métodos que reflejaban el horror de la guerra, el miedo y la destrucción global.
Movimientos de Vanguardias en España
Las vanguardias llegaron pronto a España gracias a intelectuales como Ramón Gómez de la Serna. Su creación experimental se basaba en las greguerías, imágenes lírico-humorísticas que mostraban una visión insólita de la realidad. Su presencia se aprecia en obras como El incongruente o La viuda blanca y negra, novelas vanguardistas donde la acción se sustituye por situaciones y divagaciones humorísticas.
Junto a los ismos europeos, tras la I Guerra Mundial surgieron en España vanguardias autóctonas:
Ultraísmo, liderado por Guillermo de Torre, buscaba interpretaciones originales de situaciones y objetos cotidianos.
Creacionismo, iniciado por el chileno Vicente Huidobro, asignaba a la poesía la facultad de crear una nueva realidad con las palabras del poeta.
Características del Grupo del 14. Novecentismo
El Novecentismo o Generación del 14 nació influido por las vanguardias. Buscaba aplicar a España los valores, las formas de vida y el pensamiento europeos. Estaba formado por intelectuales con sólida formación académica y carreras profesionales (filósofos, científicos, juristas). Buscaban el arte puro, la creación como modo de conocimiento, un mero juego intelectual ajeno al mundo real y a cualquier intención moral, política o filosófica. Su único objetivo era proporcionar placer estético.
Por su carácter intelectual, los novecentistas se interesaron especialmente por el ensayo. José Ortega y Gasset fue el ensayista más importante. Sus ensayos sobre arte y literatura, como Ideas sobre la novela y La deshumanización del arte, defendían un ideal de arte puro o deshumanizado propio del Novecentismo (antisentimental, intrascendente y lúdico).
En cuanto a los novelistas, destacan:
Gabriel Miró, cuyas novelas líricas profundizaban en la psicología de sus personajes, renunciando a tramas con mucha acción.
Ramón Pérez de Ayala, que desarrolló una novela intelectual con frecuentes digresiones ensayísticas (meditaciones morales, psicológicas y de crítica social).
En poesía, se puede incluir a Juan Ramón Jiménez, cuyo ideal de”poesía pur” y rigor formal se acercaba al Novecentismo. Concibió la poesía como belleza y un modo privilegiado de conocimiento, superior al de la razón. Comenzó con un estilo intimista (Arias tristes), asumió aspectos del Modernismo (Poemas mágicos y dolientes), optó por la poesía pura e intelectual (Diario de un poeta recién casado) y finalmente escribió poesía verdadera, que buscaba la perfección (Dios deseado y deseante).
Conclusión
Las vanguardias culminaron el grito de rebeldía iniciado con el Romanticismo. Buscaron un arte que rompiera con todas las normas. En esta línea, el grupo de escritores del 14 buscó el arte nuevo que rescatara a España y la incorporara a los movimientos de vanguardia europeos.