Epistemología y Ética en la Filosofía de Descartes

Epistemología

Proceso de duda. Tras estudiar en el mejor colegio de su época, acceder a todo tipo de saberes, viajar… Descartes decide que el camino del conocimiento tiene que ser andado por uno mismo desde cero, así que, partiendo de la duda inicial, se dispone a iniciar su búsqueda. Descartes necesita un punto firme de partida. La duda es el mecanismo que utiliza Descartes para encontrar un principio evidente. Descartes concibió la idea de construir una ciencia suprema, que llama filosofía primera (el único sistema filosófico válido), deshaciéndose de todas las verdades y opiniones tenidas por ciertas, para empezar de nuevo. En definitiva, para Descartes, es un instrumento para alcanzar la verdad, un instrumento para elaborar una filosofía, por eso le llama duda metódica. En este sentido, Descartes no es escéptico porque el escepticismo utiliza la duda como fin, mientras que para Descartes es el obstáculo a superar para encontrar la verdad. Está demostrado que los sentidos me engañan y que no conviene poner nuestra confianza en alguien que nos ha fallado alguna vez; también mi razonamiento me engaña, pues muchas veces utilizamos de forma incorrecta la razón. Además, tenemos dificultad para distinguir si es un sueño o no, porque todo el mundo ha creído estar despierto cuando dormía. De ser así, podría ser que Dios me engañe, pero Él es la bondad suprema, no jugaría así con nosotros… De modo que tendríamos que considerar la existencia de un genio maligno que no nos deje ver las cosas como realmente son.

Primera verdad

Mediante el proceso de la duda, llegamos a la conclusión de que algo duda. Luego es necesario que ese algo exista y piense (cogito, ergo sum). Esta verdad es indudable, ya que manifiesta de forma inmediata su propia realidad. Cuanto más intente demostrar lo contrario, más lo demuestro. Es, además, el principio modelo, pues el objetivo es encontrar verdades que cumplan con las características de claridad y distinción y, por tanto, evidencia, como la cumple esta.

La racionalidad del método

La razón es una herramienta muy poderosa para avanzar en el conocimiento que ha permitido grandes avances porque utiliza el método adecuado, el racional. ¿Por qué lo llamamos racional? Porque consiste en la marcha natural de la razón, es encontrado por la propia razón y en la propia razón, y que sirve para vigilar la marcha de la misma.

Reglas del método

  • Evidencia: Aceptar como verdaderas aquellas ideas que me parezcan evidentes, es decir, que se muestren de manera clara (que comprendo en su totalidad) y distinta (que no puedo confundir con otra), evitando la precipitación y la prevención.
  • Análisis: Dividir las dificultades en tantas partes como sean necesarias para resolverlas mejor y más fácilmente.
  • Síntesis: Conducir por orden mis pensamientos, comenzando desde los más sencillos a los más complejos.
  • Enumeración: Hacer recuentos complejos y revisiones generales para estar seguros de no olvidar nada.

Dios como garantía de conocimiento

Todo este proceso es posible si podemos garantizar la existencia de un Dios perfecto que me ha creado, me ha dotado de razón, a la razón la ha dotado de un método y ha creado un mundo que conocer, por lo que se convierte en la garantía de que, si todo funciona correctamente y creo haber encontrado verdades evidentes, estas son verdaderas.

Innatismo

Las ideas innatas se imponen por sí mismas de modo evidente, ya que en ellas mismas se nos muestra su verdad y han sido puestas en mí por ese ser perfecto del que antes hablábamos. Por tanto, son las que me proporcionan el verdadero conocimiento, al contrario de lo que ocurre con las ideas adventicias y con las artificiales o facticias.

Ontología

Concepto de sustancia

Una sustancia es una cosa que no necesita de otra para existir. Aunque esta definición no incluiría la sustancia infinita (Dios), en un sentido amplio lo que viene a indicar es la independencia ontológica entre el yo pensante y el mundo extenso. Las sustancias se distinguen por los atributos, que son su característica esencial, por la cual una sustancia se distingue de otra y que constituye su naturaleza. El de la sustancia física corporal es la extensión, el del alma el pensamiento y el de Dios la perfección. Igualmente, podemos hablar de modos, que son las características secundarias en las que se manifiesta el atributo. Por ejemplo, si la perfección es el atributo de la res infinita, sus modos serían que es omnisciente, todopoderoso, creador, bondadoso en grado sumo…

Para Descartes, la realidad está compuesta de tres sustancias fundamentales:

  • Yo pensante (RES COGITANS): Su atributo es el pensamiento. Es la primera verdad y en él ya hemos encontrado el criterio de claridad o certeza, el método y sus reglas, y también podemos encontrar las ideas, que pueden ser de tres tipos:
    • Adventicias o adquiridas: Parecen provenir de nuestra experiencia externa, de fuera del yo, lo percibido por los sentidos. Fácilmente resultan erróneas. Ej: árbol.
    • Facticias o artificiales: Son aquellas que la mente construye a partir de otras ideas. Las fabricamos o inventamos arbitrariamente nosotros. Ej: sirena.
    • Innatas o naturales: Son aquellas que el pensamiento posee en sí mismo, es decir, las que emergen de la propia facultad de pensar. Nuestra mente las capta y ha de aceptar sin poder modificar nada. Como hemos dicho antes, el auténtico conocimiento tiene lugar por medio de ellas, y así el contenido objetivo que se presenta claro y conciso en ellas coincide con la realidad.
  • Dios (RES INFINITA): Su atributo es la perfección. Dios es una pieza fundamental en la metafísica cartesiana.

El yo pensante no es perfecto, la duda lo demuestra, pero posee la idea de perfección y, por lo tanto, la idea de Dios, que le permite ir más allá de su propia subjetividad y que será garantía de conocimiento. Pero para que eso sea posible, primero Descartes tiene que demostrar su existencia. Y para ello utiliza los siguientes argumentos:

  • Tengo en mi mente la idea de Dios, que no puede surgir de lo que me rodea ni de mí mismo. Es una idea innata, somos finitos y esta idea es infinita, y no puede haber más realidad en el efecto que en la causa; la idea solo la ha podido poner en mí un ser infinito, Dios.
  • No me he creado a mí mismo; de ser así, me habría hecho con todas las perfecciones. También mis padres me habrían criado perfecto y no podrían poner en mí la idea de perfección, así que he tenido que ser causado por Dios.
  • Es una idea clara y distinta y a su esencia corresponde su existencia. Todo lo concebido como claro y distinto es verdad, existe, así que Dios existe.
  • La idea de Dios es la idea de un ser sumamente perfecto. En la idea de perfección está contenida la existencia, puesto que si no existiera, no sería perfecto. Luego, la absoluta perfección, es decir, Dios, existe.

Una vez demostrada su existencia, puedo concluir que Dios es una sustancia infinita, inmutable, omnipotente, independiente, libre… No necesita de otra para ser explicada y su esencia es la unión de todos los atributos y perfecciones. De su voluntad depende la creación y consecución de las cosas, es decir, el mundo podría estar sujeto a leyes distintas, incluso las esencias de las cosas y las verdades eternas son fruto de su libre y arbitraria elección. Los ángulos de un triángulo son dos rectos porque Él lo ha querido así. No hay verdades necesarias independientes de Él.

El mundo físico (RES EXTENSA)

Su atributo es la extensión, es decir, los cuerpos, la materia, ocupan un lugar en el espacio, tienen dimensiones…

Descartes utiliza el argumento de la evidencia para demostrar la existencia de este mundo extenso. Me parece clara y distinta, por tanto evidente, la existencia del mundo físico dotado de extensión y movimiento; Dios garantiza que lo evidente es verdadero, luego esta res extensa existe.

Ética

Moral provisional

Descartes comprende que, mientras avanzamos hacia la verdad, no tendremos ideas evidentes en muchos aspectos, entre ellos en los éticos, por lo que se plantea una moral provisional que me permita seguir viviendo hasta que encuentre verdades evidentes que la sustituyan. Sus recomendaciones son las siguientes:

  • Hay que obedecer las leyes y costumbres del país donde vivo, mantener la religión mayoritaria y guiarme por las opiniones más moderadas hasta que encuentre verdades absolutas y vaya sustituyendo las normas que ahora cumplo.
  • Ser firme y decidido en mis acciones y seguir aún mis opiniones más dudosas si he decidido hacerlo.
  • Vencerme a mí antes que a la fortuna y cambiar mis deseos antes que el orden del mundo.
  • Revisar las ocupaciones de los hombres para procurar elegir la mejor.
  • Dedicar mi vida al cultivo de la razón y la búsqueda de la verdad.

Antropología

Descartes defiende una concepción dualista del ser humano, en la misma línea que Platón. El hombre está constituido por dos sustancias: cuerpo y alma.

Naturaleza del alma y relación con el cuerpo

Cuerpo y alma están separados de manera radical. El cuerpo es una máquina regida por leyes mecánicas que lo determinan, y en ese mecanismo difícilmente entra la voluntad libre. Sin embargo, encontramos algunas contradicciones a la hora de explicar al ser humano como unión del alma y el cuerpo. Cuerpo y alma están relacionados físicamente, de manera inmediata a través de la glándula pineal.

Aunque el cuerpo humano está regido por leyes físicas, el alma está relacionada con el entendimiento y la voluntad, que es libre. La libertad nos permite ser dueños de la naturaleza y de nuestras propias acciones y consiste en elegir lo que se presenta al entendimiento como bueno y verdadero. La fuerza de la verdad condiciona mi decisión, pero una distracción me lleva a acabar de manera incorrecta, así que es válido decir que todo pecador lo es por ignorancia. Somos libres. La libertad es el sometimiento de la voluntad al entendimiento.