El Franquismo: Dictadura, Desarrollo y Oposición en España (1939-1975)

El Franquismo: Una Dictadura Militar

Francisco Franco estableció un régimen totalitario, concentrando todos los poderes, creando un partido único y un sindicalismo vertical. Suprimió las instituciones y libertades democráticas, y abolió la Constitución de 1931 y los Estatutos de Cataluña y del País Vasco.

El régimen desarrolló una legislación (Leyes Fundamentales) para simular una democracia que jamás existió.

El franquismo contó con varios apoyos:

  • La gran burguesía, que ejerció su dominio económico.
  • El Ejército, que garantizó la continuidad del régimen, y numerosos militares ejercieron cargos políticos.
  • La Iglesia católica, que recuperó la confesionalidad del Estado y el predominio sobre la educación.

En las relaciones exteriores, pasó por distintas etapas:

  • Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen apoyó a las potencias del Eje.
  • Con la derrota de los regímenes fascistas, entre 1945 y 1953, padeció el aislamiento internacional.
  • A partir de 1953, el franquismo fue reconocido internacionalmente.

La Posguerra: Miseria y Autarquía (1939-1957)

La Guerra Civil produjo un hundimiento demográfico y económico en España.

Mientras un sector minoritario se enriquecía con el estraperlo, la mayoría sufría carestía de alimentos.

En los primeros años del franquismo se estableció la autarquía, pretendiendo la autosuficiencia económica mediante el fomento de la producción nacional:

  • Se siguió aplicando una política proteccionista en el ámbito comercial.
  • Se crearon numerosas empresas públicas que se ocupaban de sectores no rentables para la iniciativa privada.

Las consecuencias de la autarquía fueron muy negativas para España: las actividades económicas, el nivel de vida de la población y la renta per cápita crecieron muy lentamente.

La Época del Desarrollismo (1957-1973)

A finales de la década de 1950, entraron en el gobierno sectores tecnócratas, interesados en una política económica que acercara España a Europa y favoreciera su desarrollo industrial.

Se diseñó una nueva legislación que definió el sistema político español como una democracia orgánica, y se aceptó al príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco en la jefatura del Estado.

Se pusieron en marcha el Plan de Estabilización (1959), para liberalizar la economía, y los Planes de Desarrollo (1964-1975), para fomentar el progreso industrial y disminuir los desequilibrios regionales.

El auge económico (1959-1973), fruto sobre todo de la favorable coyuntura económica europea, supuso el crecimiento de la industria, una renovación de la agricultura y un gran desarrollo del turismo.

Como resultado de este proceso, la renta nacional se incrementó y mejoró el nivel de vida de la población.

Sin embargo, la economía española era muy dependiente del extranjero, con grandes desequilibrios entre los territorios y poco competitiva.

La Modernización de la Sociedad Española

La población española creció de forma destacada durante la década de 1960.

Cerca de dos millones de españoles emigraron a Europa, y casi cuatro millones se desplazaron, en el interior del país, desde las regiones agrícolas hacia los núcleos industriales.

Creció la población urbana e industrial, y disminuyó la dedicada a la agricultura. Se consolidó la clase media, y se impuso una cierta sociedad de consumo.

Los avances económicos produjeron cambios en la mentalidad de los españoles, y poco a poco fue extendiéndose un amplio movimiento a favor de la democratización.

El franquismo supo interpretar en cierto modo algunos de los cambios sociales y elaboró una legislación social y educativa más adaptada a la nueva realidad (Ley de Bases de la Seguridad Social, Ley General de Educación, Ley de Prensa).

La Oposición al Franquismo

En la década de 1940, a pesar de la dura represión franquista, la oposición mantuvo una resistencia armada, el maquis. Pero después de la guerra europea, con la nueva situación internacional, se abandonó la lucha armada y la actividad política pasó a la clandestinidad.

El PCE fue la organización que consiguió una mayor implantación en el entorno obrero y estudiantil, y los sindicatos tradicionales (UGT y CNT) quedaron diezmados por la creación y evolución de Comisiones Obreras (1964).

También existían núcleos de oposición de tendencia monárquica y democristiana (Reunión de Munich) así como nacionalista, en Cataluña y el País Vasco.

A pesar de algunas movilizaciones anteriores, fue en las décadas de 1960 y 1970 en que se incrementó el número de conflictos laborales y el movimiento de oposición se extendió a los estudiantes y sectores de la Iglesia católica, que también cuestionaban el monolitismo del franquismo.

El Fin del Franquismo (1973-1975)

La crisis del petróleo de 1973 significó para España un retroceso del turismo y de las inversiones extranjeras, que produjeron un incremento del paro.

También en 1973, el almirante Carrero Blanco, nuevo jefe de gobierno, fue asesinado por ETA. A partir de entonces se consolidaron dos sectores diferenciados dentro del régimen: los inmovilistas y los aperturistas.

El nuevo gobierno de Arias Navarro vio como se intensificaban las acciones violentas de grupos antifranquistas como ETA, el FRAP y los GRAPO, que fueron contestadas por el régimen con la ejecución de Salvador Puig Antich (1974). Coincidió, además, con un grave conflicto en el Sahara español.

En los últimos años del franquismo se incrementaron los movimientos y plataformas en demanda de democratización (Asamblea de Cataluña, Junta Democrática, Plataforma Democrática).

Francisco Franco murió el 20 de noviembre de 1975.