El Reinado de Fernando VII (1814-1833): Absolutismo vs. Liberalismo
El reinado de Fernando VII (1784-1833) coincide con el periodo de la Restauración. Las potencias europeas se comprometieron a restablecer las monarquías absolutistas. Fernando VII regresa a España apoyado por una parte del ejército y por un grupo de absolutistas que habían firmado el “Manifiesto de los Persas”, en un contexto de ambiente contrarevolucionario que dominaba en Europa. Por otro lado, los liberales eran una minoría, aunque es destacable la importancia del liberalismo dentro del ejército, pues estos militares van a protagonizar intentos golpistas encaminados a restaurar la Constitución de 1812.
El Trienio Liberal (1820-1823)
El Trienio Constitucional se inicia con el pronunciamiento del general Riego, el cual se levantó a favor de la Constitución de 1812 con las tropas que estaban acuarteladas para ir hacia América y sofocar las revueltas allí. Pero en abril de 1823 entró un ejército francés para finalizar con el Trienio Constitucional. Este ejército cumplió con los acuerdos del Congreso de Verona.
La Década Ominosa (1823-1833)
Las tensiones internas entre absolutistas y liberales exaltados llegaron casi a ser una guerra civil. Los absolutistas constituyen desde 1821 “partidos armados de voluntarios reales”. Esta sublevación triunfó en Navarra y Cataluña donde se proclama la Regencia de Urgell.
La década absolutista es un periodo de represión. Hubo muchas ejecuciones políticas y exilios. La política interior de Fernando VII fue principalmente de tratar de recuperar el absolutismo ilustrado. El gran problema fue sucesorio, se tuvo que publicar la Pragmática Sanción por el que se abole la Ley Sálica. Esto hizo que se fueran perfilando dos bandos: carlistas e isabelinos.
Mientras esto ocurría, las colonias llevan a cabo un proceso de emancipación, debido a causas como el creciente descontento de los criollos y las limitaciones al libre comercio. El proceso de independencia se dividió en dos partes:
- La primera fue una emancipación contra José I. Cuando Fernando VII vuelve al trono las colonias se adhieren de nuevo a excepción de Argentina.
- La segunda fase con la represión de Fernando VII provoca masivos levantamientos. Los más importantes son los de Simón Bolívar y San Martín.
El Reinado de Isabel II (1833-1868): La Oposición al Liberalismo
Tras la muerte de Fernando VII se inicia una guerra entre carlistas e isabelinos. Este conflicto es un enfrentamiento entre dos formas de entender el estado, su gobierno y sociedad. Debido a la Ley Sálica, impuesta por los Borbones, se impedía la subida al trono de la mujer. Pero, Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción que anula la Ley Sálica, de este modo, su hija Isabel II es proclamada heredera al trono. Esto hizo que los carlistas protestaran ante la nueva ley ya que consideraban que el heredero legítimo era Carlos María Isidro de Borbón.
Las Guerras Carlistas
Esto creó dos bandos:
- Los carlistas, que eran absolutistas, defendían los estamentos, el foralismo…
- Los isabelinos que eran liberales.
Los apoyos de ambos bandos eran muy variados:
- A los carlistas les apoyaba el clero y la vieja aristocracia. Desde el punto de vista geográfico eran apoyados por Navarra y el País Vasco.
- Los isabelinos tienen su apoyo en el centro y sur del país. Socialmente cuenta con una minoría selecta e influyente. Desde el marco internacional cuenta con apoyos como Francia, Gran Bretaña…
Las guerras carlistas se dividen en tres:
- Primera Guerra Carlista (1833-1840): Gracias al general Zumalacárregui los carlistas llevan la delantera, pero todo cambió tras su muerte en la batalla de Luchana (1836). El cansancio de la guerra llevará a buscar una solución, que llegará con el Abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto.
- Segunda Guerra Carlista (1846-1849): Esta no fue más que una fase de guerrillas.
- Tercera Guerra Carlista (1873-1876): La acción se limitó a zonas rurales.
El Reinado Efectivo de Isabel II: Inestabilidad y Crisis
A finales de 1843 se declara la mayoría de edad de Isabel II. En su reinado efectivo podemos distinguir varias etapas:
1. La Década Moderada (1844-1854)
La reina muestra su simpatía por los moderados. En mayo de 1844 se forma un gobierno presidido por Narváez. Este suprime la Milicia Nacional y la Ley de Ayuntamientos, para acabar con los principales soportes progresistas.
En 1845 se aprueba la constitución moderada, que proclama una soberanía compartida entre el rey y las Cortes. Poseía unas Cortes bicamerales, una nación católica… Narváez acometerá varias reformas como la del Sistema Fiscal, Ley Electoral…
Las revoluciones europeas de 1848 tienen su eco en España y Narváez las reprime duramente. Debido a la crisis, la corrupción… O’Donnell comienza un pronunciamiento (la Vicalvarada) que da paso a dos años de Gobierno progresista.
2. El Bienio Progresista (1854-1856)
O’Donnell, en el Manifiesto de Manzanares, redactado por Cánovas, se recogen reformas como la ley de imprenta, ampliación del derecho de voto… Isabel II llama a Espartero a formar un gobierno con progresistas y moderados. El nuevo gobierno de Espartero redactó la constitución de 1856 de carácter progresista.
3. La Inestabilidad Continua (1856-1863)
Debido a la inflación, movimientos obreros… O’Donnell sustituye a Espartero, restableciendo el orden con una dura represión del movimiento obrero.
4. La Vuelta de los Moderados (1863-1868)
Viene dada por la falta de entendimiento entre O’Donnell e Isabel II, es entonces cuando Narváez vuelve al poder. Pero tras la represión de 1866 se devolvió el poder a O’Donnell. El tiempo que estuvo en el poder fue de prosperidad económica, además las inversiones extranjeras ayudaron a que se impulsara el ferrocarril.
5. El Regreso de Narváez y la Revolución de 1868
La crisis se agrava, en 1866 tiene lugar el Pacto de Ostende entre progresistas, demócratas y unionistas para derribar la corona, que será la base de la Gloriosa (1868) que echará del trono a Isabel II.