El pronunciamiento militar de Arsenio Martínez Campos permite la restauración de la monarquía borbónica en España en la persona de Alfonso XII. La 1ª Guerra Carlista supuso el final definitivo del sistema absolutista en España. ‘Verdad’ El crecimiento demográfico español en el siglo XIX originó un desequilibrio entre población y recursos, lo que supuso: un incremento de la migración exterior, un aumento de la población urbana, una mayor incidencia de las migraciones interiores. Durante la Restauración Borbónica la persona del rey era inviolable, correspondiéndole el poder ejecutivo y el mando supremo del ejército, además de tener iniciativa legislativa y derecho de veto y capacidad para convocar o disolver las Cortes. ‘Verdad’ La agricultura especializada durante la Restauración Borbónica:
- Estuvo vinculada al cultivo de la vid.
- Se extendió por Cataluña, Valencia y zonas de Andalucía.
- Aprovechó la ruina de la agricultura francesa por la filoxera.
La pacificación militar de España durante la Restauración Borbónica se consiguió con la finalización de los siguientes conflictos:
- 3ª Guerra Carlista.
- Insurrección cubana.
Dentro de esa política reformista llevada a cabo por la familia Bonaparte en España cabe destacar la concesión de una carta constitucional conocida como: El Estatuto de Bayona. El turno pacífico ideado por Cánovas en la Restauración Borbónica tenía por objetivos:
- Alejar del poder a las fuerzas políticas obreras y republicanas.
- Acceso al gobierno sin recurrir a los pronunciamientos militares.
Las reformas aplicadas bajo la fórmula del Despotismo Ilustrado intentaron salvaguardar las bases del Antiguo Régimen modernizando algunos elementos de este sin excesiva incidencia. ‘Verdad’ El 1er intento de establecer un régimen liberal en España se llevó a cabo a través de la labor de las Cortes de Cádiz, cuya principal obra fue: La Constitución de 1812. ¿Quién fue el 4º presidente de la Primera República española?: Castelar. La obra más importante de las Cortes de Cádiz fue: La Constitución de 1812. La Ley Sálica: Impedía prácticamente reinar a las mujeres. La Constitución de 1812 refleja: Los principios de un régimen liberal. ¿De qué país procede la dinastía de Borbón?: Francia. En la sociedad estamental característica del Antiguo Régimen en España los grupos privilegiados eran: La nobleza y el clero. Las primeras fábricas modernas, establecidas en Cataluña, elaboraban las Indianas que eran: Tejidos estampados de algodón. El regreso de Fernando VII al trono, tras la finalización de la Guerra de la Independencia, supuso: El retorno a las instituciones del Antiguo Régimen. Felipe V dividió España en: Provincias dirigidas por un Capitán General. El 2º período del reinado de Fernando VII es: El Trienio Liberal.
Oligarquía y Caciquismo
Introducción
Este texto es un fragmento del manifiesto político escrito conjuntamente por los dos grandes sindicatos de la España de la Restauración: UGT y CNT. Fue redactado en Madrid el 27 de marzo de 1917 por el Comité de Huelga. En dicho comité estaban representados los sindicatos UGT, de tendencia socialista, y la CNT, de orientación anarquista. UGT había surgido en el año 1888 y la CNT en 1910.
Naturaleza
Escrito en forma de carta, se trata de un texto político, social e informativo, ya que trata de explicar la corrupción del sistema político de la Restauración y la importancia de la figura del cacique dentro del engranaje creado por Cánovas del Castillo, para tratar de dar estabilidad al sistema tras la quiebra del Sexenio Democrático.
Autor
El autor del texto es Joaquín Costa (1846-1911), principal representante del regeneracionismo, movimiento ideológico que se impuso en España a raíz de la crisis del 98. Político, economista, jurista e historiador, además de un experto en cuestiones relacionadas con la agricultura. Vinculado al grupo krausista y la Institución Libre de Enseñanza, continuamente arremetió contra el sistema de la Restauración del turno de partidos, al tiempo que se convertía en el representante de las reivindicaciones campesinas. Murió el 8 de febrero de 1911.
Destinatario
El texto está dirigido a todos aquellos políticos y juristas seguidores de su línea de pensamiento político, está planteado para un público iniciado en la materia, al que pretende movilizar y hacer reaccionar, utilizando para ello un yo colectivo en la descripción y análisis de la situación, con un estilo directo y sin grandes figuras retóricas.
Análisis y Comentario de Texto
Oligarquía y caciquismo. El tema central es la crítica al caciquismo y a la falsificación electoral que propiciaba el sistema turnista y las principales ideas hacen referencia a los componentes del sistema y su forma de actuar. En primer lugar, el autor cita los tres elementos que, en su opinión, integran el sistema de gobierno.
Los primeros componentes son los “oligarcas”, ricos, poderosos e influyentes que ocupan los altos cargos y las posiciones más prestigiosas de cada partido formando, según palabras del mismo autor, la “plana mayor”. Luego estarían los “caciques” de distinta categoría según su influencia y posición social, repartidos por todo el país, sobre todo en las zonas rurales, donde manipulan la vida política, social y económica y actúan de intermediarios con el gobierno. Los últimos son los “gobernadores civiles”, encargados de mantener la comunicación y las relaciones. Según Joaquín Costa, el sistema se veía reducido a estos elementos que mantenían postrada a la nación.
Posteriormente, pasa a exponer la posición que ocupaba cada uno en el sistema. Los caciques y oligarcas, también conocidos como clase gobernante o directora, se distribuían en partidos. Costa insiste en que es un error considerar a estas agrupaciones políticas como partidos pues no integran ni representan a la nación. El autor los compara con un grupo de extraños, de extranjeros que se han hecho con el poder mediante la fuerza y el poder. Y este abuso de poder, otorgado por los superiores de cada partido para dirigir y someter a los ciudadanos, lo aprovechan y ponen en práctica en las elecciones. Los caciques falsifican el sufragio y los resultados ignorando la voz del pueblo y corrompiendo las elecciones que, en teoría, debían ser democráticas. El único objetivo de esta corrupción era el favorecer al partido al que correspondía gobernar según el turno pacífico.
Conclusiones
A pesar de que España ya podía considerarse como un estado liberal, el caciquismo del sistema canovista se encargó de someter a gran parte del país, desoyendo la voz del pueblo, base de la democracia que se suponía era la nación. Joaquín Costa, contrario al régimen de la Restauración, quiso mostrar sus ideales criticando y denunciando la corrupción del sistema. Sus principios políticos e ideológicos le llevaron a colocarse como líder de un movimiento político contrario al sistema canovista, el “Regeneracionismo”, que defendía la necesidad que tenía España de “reiniciar” su vida desde otros fundamentos para alcanzar el desarrollo y prosperidad necesaria. Aunque a pesar de los pesares, el sistema alargó su pervivencia hasta el golpe de estado de don Miguel Primo de Rivera (1923).
Manifiesto Conjunto UGT-CNT
Introducción
Este texto es un fragmento del manifiesto conjunto de la UGT y la CNT escrito por los dirigentes de ambos sindicatos el 27 de marzo de 1917 en Madrid y publicado en La Correspondencia de España un día después de la creación del mismo. Miembros de UGT y CNT se unen para convocar una huelga a favor de los derechos de los trabajadores y pedir al gobierno que mejore su situación. Por su naturaleza, presenta una forma histórico-circunstancial de contenido sociopolítico proveniente de una fuente primaria/directa.
Contexto Histórico
Escrito en marzo de 1917, estando en plena crisis la Restauración del sistema canovista durante el reinado de Alfonso XIII. Este manifiesto cabe encuadrarlo en la etapa de la Restauración española, que se extiende desde el año 1874.
El texto surge en un contexto de crisis coincidentes en el tiempo que serán el inicio del fin de la Restauración. Es autor colectivo, firmado por las dos centrales sindicales con más fuerza en esos años, (UGT) y CNT, a través de un denominado “comité de huelga”. El destinatario de dicho Manifiesto es, genéricamente, el conjunto de la nación española, y de modo particular, sus trabajadores a los que se pide su adhesión en sus demandas, y al gobierno y parlamento a los que exponen las quejas y exigencias.
La Constitución de 1876
En España, Alfonso XII nombra a Cánovas jefe de gobierno. Cánovas organizó una Comisión de notables para redactar una nueva Constitución y, en diciembre de 1875, convocó elecciones a Cortes constituyentes por sufragio universal, tal como establecía la constitución de 1869. El proceso electoral fue manipulado, y Cánovas obtuvo los resultados esperados.
La Constitución de 1876 fue la más duradera de la Historia de España. Es de carácter moderado y se inspira en la de 1845. Cánovas quería una constitución que durase, que permitiese gobernar a partidos distintos y que acabase con el recurso al pronunciamiento militar. Intenta mantener ciertos principios tradicionales y la incorporación de principios democráticos de la Constitución de 1869. Los principios fundamentales son:
- Soberanía compartida entre la Corona y las Cortes. Así el Rey tiene potestad legislativa junto a las Cortes.
- Establece división de poderes. El poder ejecutivo entre Rey y Jefe de gobierno, pero el Rey es la pieza clave ya que: convoca, cierra y disuelve las Cortes; tiene el poder ejecutivo y el mando supremo del ejército.
El jefe de gobierno nombra ministros y tiene el poder ejecutivo. El poder legislativo en manos de las Cortes bicamerales: Congreso y Senado. Mandato por 5 años, elegidos por sufragio censitario. Unas cortes que pueden ser “controladas” por el ejecutivo, ya que las disuelve cuando quiere y en el Senado hay senadores por nombramiento real y elegidos por altas dignidades, lo que le da un carácter muy conservador. El poder judicial en manos de jueces, pero desaparece el juicio por jurados.
- Declaración de derechos semejante a la de 1869, pero recortados o remitidos a leyes posteriores que los restringen.
- Proclamación de la confesionalidad del estado, pero con tolerancia de otras religiones en el ámbito privado. Mantenimiento de los gastos de culto y clero y privilegios en la enseñanza y en la moral social.
- En cuanto al Sufragio, queda establecido el de tipo censitario, y no está presente en la Constitución. En 1890 se aprueba el sufragio universal masculino.
El éxito en la implantación de este modelo lo marcó el fin de la guerra carlista y de la de Cuba. La guerra carlista remató en 1876, cuando ya no contaba con ningún apoyo. Como consecuencia fue abolido el régimen foral, y los vascos quedaron sujetos al pago de impuestos y de la recluta de quintos.
Bipartidismo
El sistema político de la Restauración se basaba en la existencia de dos grandes partidos, Conservador y Liberal. Eso significaba:
- El fin del exclusivismo de la etapa isabelina.
- La eliminación del pronunciamiento militar o la insurrección.
- El alejamiento de las clases bajas de la vida política.
Los Partidos
Los dos partidos son muy semejantes:
- Defensa de la monarquía.
- De la constitución.
- De la propiedad privada.
- Del estado liberal unitario y centralista.
Diferían en que los conservadores eran proclives al inmovilismo y a la defensa de la iglesia y del orden social, por el contrario los liberales eran defensores de un reformismo progresista de carácter laico. Se trataban de partidos de notables, con poca cohesión ideológica y estructura organizativa, sin estatutos ni afiliados. Tenían un carácter muy personal y los cambios de partido eran frecuentes. Su base social era muy semejante: las élites económicas y las clases medias acomodadas.
El Partido Liberal Conservador
Organizado en torno a Antonio Cánovas hasta su muerte en 1897, integraba a moderados, unionistas, algún progresista y algún sector católico.
El Partido Liberal Fusionista
Unido hasta 1903 a Práxedes Mateo Sagasta. Aglutinaba a los progresistas y algunos unionistas, moderados y republicanos.
Entre ambos partidos existía un acuerdo tácito de no promulgar ninguna ley que forzase al otro a abolirla cuando llegase al gobierno.
El Catalanismo
En la década de los 30 aparecen en Cataluña, un amplio movimiento cultural conocido como Reinaxença. La finalidad era la recuperación de lengua y cultura catalana, y no tenía aspiraciones políticas.
Las primeras formulaciones con contenido político vienen con Valentí Almirall, un republicano federal que convocó el Primer Congreso Catalanista (1880), con la intención de unificar las corrientes catalanistas en un proyecto liberal. Este movimiento culminó en la creación del “Centre Catalá” (1882), organización que pretendía conseguir la autonomía.
En 1885 presentó a Alfonso XII el Memorial de Greuges. El Memorial defendía el proteccionismo industrial y el derecho particular catalán frente a la uniformización del derecho español. El problema de Almirall era que chocaba con otras formas de entender el catalanismo de base más conservadora e católica.
En 1891 un grupo de intelectuales fundaron la Unió Catalanista, de tendencia conservadora con la intención de defender la tradición jurídica catalana. Su programa se fija en las Bases de Manresa, que se basaba en los principios de orden, tradición, religión y propiedad. Defendía una organización confederal, la soberanía de Cataluña en política interior, y el restablecimiento de las instituciones tradicionales de Cataluña.
A finales de siglo la burguesía catalana dejó de apoyar a los partidos dinásticos y pasó a defender un catalanismo moderado. Este cambio se produce en el contexto de:
- Crisis de Cuba, perdida del mercado colonial.
- Crisis del sistema político, regeneración.
- Descentralización del Estado.
La convergencia de la burguesía con el catalanismo moderado se plasmó en la formación de la Lliga Regionalista en 1901. Su triunfo en las elecciones hizo perder peso a los partidos dinásticos en Cataluña y provocó la crisis de la política caciquil.
Socialistas y Anarquistas
Con la llegada de la Restauración, las organizaciones obreras conocieron una dura represión y tuvieron que actuar en la clandestinidad, pero cuando en 1881 el gobierno de Sagasta autorizó nuevamente las organizaciones internacionalistas, comenzó un período de intensa actividad propagandística y organizativa obrera en torno a las corrientes anarquista y socialista:
Anarquistas
En 1881 la F.R.E. pasó a llamarse Federación de Trabajadores de la Región Española, debido a estar prohibidas las asociaciones de carácter internacional. Su base social se encontraba en Cataluña y Andalucía, pero era fuertemente reprimida por lo que una parte se decanta por la “acción directa”, comenzando a atentar contra: estado, burguesía e Iglesia. De 1893 a 97 será el momento de acción más fuerte. Estas acciones dividirán a los anarquistas entre:
- Radicales, mantienen los atentados.
- Partidarios de crear un gran movimiento de masas con la creación de sindicatos. Fundación de “Solidaridad Obrera” en 1907 y la C.N.T. en 1910.
Principios anarquistas:
- Destrucción del Estado.
- Economía colectivizada, cada comunidad tiene autonomía.
- Propiedad colectiva administrada por todos.
- Rechazo de la participación política: revolución violenta para acabar con el Estado.
- Sociedad en clases: cada individuo tiene plena libertad.
Socialistas
En 1879 la Nueva Federación Madrileña pasó a denominarse Agrupación Socialista Madrileña, fundando Pablo Iglesias el PSOE, de carácter marxista. Con la Ley de asociación de 1887, el grupo socialista crea un sindicato en 1888, la UGT. El partido se afilia a la 2ª Internacional, participando en la celebración del 1º de Mayo de 1890. Los núcleos socialistas se caracterizaban por los siguientes rasgos:
- Influencia del marxismo francés: preocupación por el proletariado industrial.
- Lucha contra las fuerzas políticas burguesas: lleva al enfrentamiento con los republicanos.
- Creencia en el hundimiento inevitable del capitalismo.
El crecimiento del movimiento será lento, la primera acta de diputado no se consigue hasta 1910 (Pablo Iglesias) en alianza con los republicanos. Principios marxistas:
- Propiedad en manos del estado.
- Estado dictatorial previo a la instauración definitiva del comunismo.
- Economía centralizada y colectiva.
- Creación de partidos y sindicatos que promueven la conquista del estado por medio de la revolución.
- Sociedad sin clases sociales, pero el individuo queda anulado por la colectividad.
Las Consecuencias del 98
La derrota de Cuba llevó a la sociedad y a la clase política a un estado de desencanto y frustración. Era el fin del mito del imperio español. Además, la prensa extranjera puso de relieve algunos de los problemas: el sistema político corrupto, los políticos incompetentes, un ejército ineficaz, etc.
Repercusiones Económicas y Políticas
A nivel político los partidos dinásticos mantuvieron el poder y el sistema turno. Lo único que hicieron fue adoptar también la retórica de la “regeneración”. Lo que se manifestó fue un impulso en los partidos nacionalistas y el apoyo que recibieron de la burguesía al ver que los políticos tradicionales no eran capaces de solucionar los problemas.
A nivel económico el impacto fue mínimo.
Los militares fueron duramente criticados y adoptaron una postura de defensa corporativa de sus intereses y de desprecio de la sociedad civil y del sistema liberal.
La Crisis de 1909: La Semana Trágica
Esta crisis viene motivada por los intereses de los militares por tener más prestigio y poder, y por la represión que ejerció el gobierno para controlar las manifestaciones antimilitaristas y anticlericales. Para acabar esta revuelta, Maura lleva a cabo una fuerte represión que lo desprestigia y lo obliga a dimitir.
La Semana Trágica se inició por la movilización popular contra la guerra de África. Después del 98 España quedó apartada de los conflictos coloniales. En 1906 se realiza la Conferencia Internacional de Algeciras que le otorgó a España el protectorado sobre Marruecos. La presencia española motivó los ataques de los rifeños.
El gobierno contestó con envío de más soldados. La recluta de las quintas y de reservistas provocó el inicio de las protestas, en julio de 1909 en Barcelona; aún más al comprobarse que los ricos podían librarse pagando un cupo en metálico. Los socialistas y anarquistas promovieron una huelga general. Las noticias de la derrota del Barranco del Lobo (julio de 1909) provocaron que la huelga general desembocase en una insurrección conocida como Semana Trágica de Barcelona.
La revuelta tuvo un fuerte componente antimilitarista y de rechazo a la hegemonía social y cultural de la Iglesia. Fue alentada por los radicales y anarquistas socialistas. El gobierno respondió declarando el estado de guerra y reprimiendo con el ejército la revuelta. Como consecuencia, Maura tuvo que abandonar el gobierno ante la campaña de denuncia de la fuerte represión. El movimiento catalanista se fragmentó. La burguesía fue acusada de colaborar con la represión, y dio lugar a la aparición de un movimiento nacionalista republicano y de izquierdas que se concretó en la Unión Federal Nacionalista Republicana en 1910.
La Crisis de 1917
El aumento de la conflictividad social y el deterioro de la vida política española desde 1913 desembocaron, en el verano de 1917, en una crisis militar, política y social de consecuencias fatales para la continuidad de la monarquía constitucional:
Crisis Militar
La interferencia del ejército en la política era clara desde 1905. La situación empeoró por la escisión entre los militares “africanistas” y los “peninsulares”. A esto se une la inflación que afectó más a los “peninsulares”.
El descontento de los oficiales desembocó en la formación de las Juntas de Defensa en otoño de 1916. En julio de 1917 le presentaron al gobierno unas peticiones en las que exponían: mejoras presupuestarias, aumento de los salarios, vuelta al escalafón y convocatoria de Cortes Constituyentes. También le pedían al gobierno que defendiese sus peticiones y defendiese el honor de los militares frente a los ataques antimilitaristas. Sus peticiones eran solo de carácter corporativo disfrazadas con el lenguaje “regeneracionista”. La intención era usurpar el poder civil y reforzar su posición.
En principio, fueron ilegalizadas por el gobierno, pero su presión y el apoyo del Rey hizo que el gobierno del conservador E. Dato legalizara las Juntas bajo la denominación de Comisiones Informativas.
El ejército logró legalizar las juntas, provocó la destitución de gobiernos, forzó el cierre de las cámaras e impuso un ministro de guerra. A cambio ayudó a sofocar una huelga y se convirtieron en los garantes del orden público. Sin embargo, los problemas del ejército seguían sin solucionarse.
La Crisis Política
Ante la situación de crisis, el gobierno de Dato suspendió las garantías constitucionales y cerró las Cortes. Como reacción se organizó en Barcelona una reunión de parlamentarios no dinásticos a la que solo acudieron 71. Las propuestas eran: formación de un gobierno provisional y convocatoria de Cortes Constituyentes con la intención de romper el dominio de las oligarquías, del turnismo y de la centralización.
Pero el movimiento murió por las discrepancias ideológicas de los participantes y por el inicio de las huelgas de agosto de 1917 que retrajeron a los burgueses ante el temor a la revolución.
Crisis Social
Desde el inicio de la 1ª Guerra Mundial los salarios de los trabajadores perdieron capacidad adquisitiva, mientras las empresas aumentaban los beneficios. En 1916 comenzó un proceso huelguista que estalló en agosto de 1917. La UGT, junto con la CNT, convocó una huelga general revolucionaria, para forzar la convocatoria de Cortes Constituyentes y un proceso reformador. La huelga tuvo un gran éxito y el gobierno contestó con la represión: ley marcial, envío del ejército, detenciones y condenas. Al final fracasó por la dura represión y por la falta de una estrategia clara por parte de los obreros.
El Impacto de la 1ª Guerra Mundial
Aunque España mantuvo una posición de neutralidad, la sociedad se dividió en dos bandos: “aliadófilos” y “germanófilos”. La situación degeneró en una “guerra civil de palabras” sobre las reformas que se tenían que hacer en España y que los partidos dinásticos no llevaron a cabo. Por otra parte, la guerra provocó una fuerte expansión económica, se incrementó la demanda externa lo que aumentó las ganancias de la burguesía industrial y comercial, pero que no se acompañó de un incremento salarial de los obreros. Las diferencias sociales se acentuaron, por lo que las huelgas crecieron en ese periodo.
- La progresiva fragmentación de los partidos dinásticos que eran incapaces de mantener estable el sistema de turnos. Esta fragmentación que ya se venía produciendo, se agudiza más, e hizo constante la intervención del monarca en el gobierno, lo que debilitó aún más a los líderes. Tanto el partido liberal como el conservador fueron incapaces de encontrar un líder. A eso se unía la dificultad para obtener mayorías en el parlamento que dieran estabilidad al gobierno. En esas circunstancias las bases del sistema de la Restauración se hacían inviables: era difícil mantener la alternancia lo que acabó desembocando en gobiernos de concentración y el número de candidatos como resultado de las elecciones era más numeroso. En estas circunstancias se va a producir la crisis de 1917.