1. La Novela Durante la Dictadura y el Exilio
La dictadura franquista supuso el abandono de la cultura y dificultó la escritura y publicación de novelas, así como la entrada de obras del exterior. Se anularon libertades básicas, el aislamiento causó incomunicación, la censura y el exilio de narradores. Por esto, la narrativa española se alejó de la occidental.
2. La Novela en los Años Cuarenta
2.1. Tendencias Narrativas
Se cultiva la novela sobre la guerra civil, conmemorando a los sublevados y la falange, y la violencia de la oposición. Al margen de esto, surgen varias corrientes:
a) Novela Existencial
- Nada. Carmen Laforet. 1944. La escritora muestra una atmósfera asfixiante que simboliza el empobrecimiento de la familia y su degeneración moral, y la falta de futuro. Revela una sociedad degradada y empobrecida, tanto material como moralmente. La novela, a pesar de su tono intimista, muestra las profundas heridas que la guerra había producido en la sociedad.
- La sombra del ciprés es alargada. Delibes. 1948. Narra la historia en Ávila, de un huérfano y su maestro. Esta novela establece como espacio el medio rural castellano y la pequeña ciudad de provincias, donde las tensiones y las desigualdades de la España de posguerra se hacen más evidentes aún.
b) Novela Tremendista
- La familia de Pascual Duarte. Camilo José Cela. 1948. Plasma con crudeza la inhumanidad y violencia de la España rural. Pascual, condenado a muerte, narra su vida en 1ª persona, donde trata de justificar sus crímenes. La extrema miseria, la violencia y la falta de educación en que se ha criado hacen que estos sucesos parezcan inevitables. En la obra se quiere denunciar el primitivismo, aunque lo esencial es la visión fatalista y determinista de la existencia.
c) Novela en el Exilio
Dos son los ejes temáticos:
- Las causas y el desarrollo de las secuelas de la Guerra Civil. Como en Réquiem por un campesino español, de Sender, donde se reflexiona sobre la barbarie y el cainismo hispánico y la posición de la iglesia en este conflicto. Y Max Aub con El laberinto mágico, seis novelas con un panorama completo del conflicto bélico, donde se relatan los sucesos de la contienda y se indaga en las causas que llevaron a la guerra.
- La reflexión autobiográfica. Los autores sienten la necesidad de dar testimonio de su vida. Destacan Crónica del Alba de Ramón J. Sender, y Barrio de las maravillas de Rosa Chacel, donde su interés por el recuerdo y la memoria le lleva a escribir esta novela, estructurada en secuencias y elipsis, lo que proporciona al relato un ritmo autobiográfico.
3. La Novela en los Años Cincuenta
Ofrecen un testimonio crítico de la sociedad española. Dos de sus rasgos característicos son: la temática social y su vinculación en la tradición literaria del realismo.
3.1. La colmena. Camilo José Cela. 1951
En ella se retrata la vida cotidiana de Madrid durante dos días de diciembre de 1942, con un final que sucede unos días después. Las técnicas narrativas que utiliza son el protagonista colectivo y, con él, refleja las rutinas y miserias de una multitud de personajes, entorno a trescientos, que luchan por sobrevivir en un entorno de soledad y frustración. No hay un protagonista, la acción se centra en el conjunto de Madrid. Utiliza también el fragmentarismo y el contrapunto. En seis capítulos se desarrolla un tejido de líneas argumentales donde todos estos personajes entran y salen de la acción.
3.2. Temas de la Novela Social
Los autores veían la literatura como un instrumento que reflejaba circunstancias socio-históricas que sirven para transformar la realidad. Los temas de la novela social son: la falta de libertad, las injusticias sociales… se documenta una realidad que se juzga por sí misma.
3.3. Técnicas Narrativas
Se rompe con la narrativa anterior gracias a una nueva técnica, el objetivismo, que describe la realidad de manera imparcial, como una cámara, con un narrador en 3ª persona que registra el diálogo de los personajes. Esta técnica se relaciona con el neorrealismo italiano de aquella época, que se caracteriza por su desnudez formal y por la transformación de las estructuras sociales.
3.4. Autores y Obras
Dentro de los autores destacan dos grupos: aquellos que muestran su compromiso social y político, como Antonio Ferres con La zanja, que está dentro del denominado realismo social, y el otro, que son un grupo de autores preocupados por la construcción y las cualidades estéticas de sus obras, donde no es tan explícita la crítica social. Destacan Ana María Matute, con Primera memoria, y Carmen Martín Gaite con Entre visillos.
El Jarama. Rafael Sánchez Ferlosio. 1956. Obra clave del neorrealismo y máxima expresión del objetivismo. Cuenta la historia de un grupo de jóvenes madrileños que disfrutan de un día festivo en un paraje del río Jarama. Refleja también el entorno y las gentes del merendero, donde están presentes la España rural y la urbana. Sus extensos diálogos, casi siempre intrascendentes, reflejan el habla de la época y en ellos se muestra el tedio y la falta de inquietudes de los jóvenes protagonistas.
4. La Novela en los Años 60. La Novela Experimental
4.1. Rasgos de la Novela Experimental
En los años 60 surgió un movimiento de renovación narrativa, que asemeja la narrativa española a la europea e hispanoamericana. Se hace un análisis de la realidad española mediante personajes individualizados, sumidos en una crisis de identidad o con conflictos psicológicos o existenciales. Usa técnicas como el monólogo interior y el “tú” autorreflexivo. Se experimenta con técnicas narrativas, como el desorden cronológico y las licencias ortográficas y tipográficas. La renovación estilística se traduce en un estilo barroquizante, muy elaborado y hermético.
4.2. Obras Destacadas
4.2.a. Tiempo de silencio. 1962. Luis Martín-Santos
Ambientada en la posguerra en Madrid, Pedro es un prometedor médico que investiga el cáncer en las ratas que le trae su ayudante de una barriada de chabolas, donde se ve involucrado en un aborto clandestino. Es detenido y pierde su puesto como investigador. El fracaso vital de Pedro representa, en realidad, la claudicación de todo un país, abocado a aceptar con resignación el opresivo y mediocre tiempo de silencio que le ha tocado vivir. El subdesarrollo, el retraso de la ciencia, la hipocresía y el deseo de medrar a toda costa de las clases medias configuran un retrato desolador de la época.
4.2.b. Cinco horas con Mario. 1966. Miguel Delibes
Se trata de un extenso soliloquio de Carmen, una mujer de provincias que rememora su historia mientras vela el cadáver de Mario, su marido. A lo largo de este monólogo se confrontan dos visiones del mundo. Mario es un intelectual progresista, mientras que Carmen encarna los valores de la España más conservadora: desprecio por la cultura, catolicismo intransigente, obsesión por el estatus social. El resentimiento hacia su marido se trasluce al final en la frustración de la protagonista y se muestra cómo es víctima de una sociedad machista que impone a la mujer el rol de esposa y madre.
4.2.c. Volverás a Región. 1967. Juan Benet
La acción de esta novela se ambienta en Región, un espacio inventado y simbólico que en verdad representa a una España detenida en el tiempo y sin expectativas. Es un territorio en decadencia, sacudido por una guerra fratricida y habitado por personajes derrotados, cuyo orden lo garantiza la figura cruel de Numa, el guardia. Dos personajes, el médico Daniel Sebastián y Marré, una misteriosa mujer que llega a casa del doctor, alternan monólogos extensos, evocando sus experiencias antes, durante y tras la guerra.