Principales Concepciones Éticas
Existen diferentes formas de clasificar las concepciones éticas. Una de ellas distingue:
- Éticas eudemonistas: Se centran en la relación entre la acción y el bien.
- Éticas no eudemonistas: Defienden que el criterio que guíe la acción humana no puede ser la consecución del bien.
Ética Eudemónistas
Hedonismo: El término es de origen griego y procede de Hedone, que significa placer. Se suele considerar que Epicuro es su principal representante. Para este filósofo, el placer es el principio y el fin de la vida feliz. Distingue dos tipos de placer: el placer dinámico, que resulta de la satisfacción de una necesidad, y el placer estático, que equivale a la ausencia de dolor y turbación. Este último es el estado de ataraxia.
Estoicismo: Para los estoicos, entre los cuales se encuentran, por ejemplo, Marco Aurelio, la filosofía es el camino hacia la felicidad, que consistiría en vivir según la razón atendiendo las virtudes éticas. Los estoicos conciben la felicidad de un modo distinto a como lo hace el estagirita, ya que para ellos solo la virtud asegura la armonía interior y la imperturbable paz del alma. La ética estoica es una ética del autodominio motivada por la necesidad de neutralizar el sufrimiento.
Ética de la virtud: Una de las primeras investigaciones sobre el bien perfecto del ser humano se la debemos a Aristóteles. Piensa este filósofo que lo propio y lo específico del ser humano es la razón, la actividad más perfecta y más bella de todas. Debería ser la contemplación de la verdad.
Tomás de Aquino presenta una versión matizada de la ética aristotélica de las virtudes. Su ética se centra en identificar el fin último, ese bien máximo al que tiende el ser humano. Este bien infinito es Dios. Sin embargo, en esta vida no es posible alcanzar su conocimiento pleno.
Emotivismo y utilitarismo: Según unas teorías que cabe calificar de emotivistas, la acción voluntaria no procedería de la razón sino de la esperanza de experimentar una sensación de placer o de evitar un sentimiento de dolor. Su principal representante es David Hume.
Descendiente directo del emotivismo humano es el utilitarismo de Jeremy Bentham. Defiende que las acciones y las cosas son buenas y son útiles, y generan placer. Se debe obtener el mayor bienestar para el mayor número posible de individuos.
El Sujeto Moral
La Persona Protagonista
Si hablamos de ética, debemos partir de su protagonista: la persona. Siempre que nos referimos a una acción desde la perspectiva de la moral, existe un sujeto que lleva a cabo esa acción. Así, si afirmamos que en una circunstancia concreta se ha obrado con generosidad al ayudar a un compañero, estamos diciendo implícitamente que alguien ha sido generoso. Así, ayudar a una persona necesitada es moral, mientras que ignorarla es inmoral.
Autorrealización y virtud: Para vivir moralmente, es imprescindible:
- Desarrollar la capacidad de saber jugar las circunstancias concretas en las que se desarrolla la acción.
- Adquirir las virtudes, es decir, los hábitos que la voluntad necesita para actuar moralmente.
Los hábitos son disposiciones permanentes que hacen posible que la persona actúe de un modo determinado y que se adquieren por la repetición de actos. A través de los hábitos morales, desarrollamos nuestro personal modo de ser. Los hábitos que facilitan la elección de auténticos valores son las virtudes, aunque también pueden llegar a convertirse en vicios. Los hábitos encauzan nuestra afectividad, ya que por sí sola esta nos orienta en uno u otro sentido.
La acción moral y la afectiva: No es posible comprender la riqueza de la realidad humana si no se tiene en cuenta el estado afectivo, ya que:
- Permite experimentar el propio yo, lo más íntimo que hay en la persona, y en el propio yo, las realidades externas.
- En cierto modo, los actos de las diversas facultades humanas dependen de él. Por eso es necesario integrar o unir las pasiones en el conjunto del actuar humano. Es posible cuando:
- Se descubre el sentido de las pasiones.
- Se juzga si el sentimiento se orienta hacia el bien de la vida.
- Se acepta, corrige o rechaza el sentimiento ya valorado.
La Persona Libre y Responsable
En la relación entre responsabilidad y moralidad, hay que atender a tres cuestiones:
- Aspectos que intervienen en el juicio moral:
- El objeto es el fin que especifica la acción desde el punto de vista moral.
- La intención o fin que ha tenido el agente al realizar la acción.
- Las circunstancias son los elementos concretos que acompañan o rodean la acción.
Los Nuevos Retos de la Ética
Nuevos Riesgos de la Sociedad Actual
Interdependencia y complejidad: Desde la última década del siglo XX, se está produciendo un conjunto de transformaciones cuyo dinamismo y amplitud carecen de precedentes. Se asiste a un fenómeno de complejidad e interdependencia entre las diversas áreas de la actividad humana. Además, el gran desarrollo tecnológico ha tenido una importancia fundamental.
Las sociedades de riesgo: Una de las características de la evolución del capitalismo en su orientación al consumo, este nuevo capítulo mismo difunde un modelo hedonista. La satisfacción de los deseos constituye la clave de este nuevo modo de vivir en sociedad. Esto merma la capacidad de vivir en común. La contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero hacen peligrar la pervivencia del medio ambiente y causan la extinción de un gran número de especies.
Hacia una Ética Aplicada
todo lo anterior ha conocido no confiar ingenuamente en que el solo progreso en las condiciones materiales y organizativas de la vida augure un rumbo más Cualificado a la historia y a centrar la atención en la persona.
en esta línea la deshumanización de las condiciones laborales hace necesario una ética en el trabajo por ello estoy se debe desempeñar en unas condiciones tales que favorezcan la promoción humana. de esta realidad ha surgido éticas aplicadas a distintos ámbitos de la actividad humana. Entre ellas está la ética de la familia y la ética del medio ambiente