1. Teatro Comercial (Finales del Siglo XIX)

A finales del siglo XIX se produjeron varios intentos de acabar con el teatro retórico y melodramático heredado del Romanticismo. Obras como Realidad de Benito Pérez Galdós, El nido ajeno de Jacinto Benavente y Juan José de Joaquín Dicenta trataron de introducir un teatro cercano al naturalismo europeo, en el que los escenarios serían reales.

Comedia de Jacinto Benavente

Su primer gran éxito fue La comida de las fieras. Esta obra le garantizó la adaptación de los espectadores, repitiendo sus formas teatrales. Sus tramas presentan problemas poco conflictivos y ponía en escena leves defectos de las relaciones sociales. Predomina el diálogo culto e incluye comedias burguesas como Rosas de otoño y dramas rurales como La malquerida.

Comedia Costumbrista

Caracterizadas por el ambiente pintoresco de determinadas regiones españolas (Andalucía), por personajes típicos y por su lenguaje humorístico. Carlos Arniches es el autor más exitoso que refleja las costumbres madrileñas de los barrios populares, como en El Santo de la Isidra.

Teatro Poético

Inducido por el Modernismo, se evoca con nostalgia episodios de un pasado glorioso. Destaca Eduardo Marquina con su obra En Flandes se ha puesto el sol.

2. Teatro Renovador (Generación del 98 y 27)

En la Generación del 98, junto con algunas obras de Unamuno, destaca Jacinto Grau, que emplea una prosa poética. Su obra más conocida es El señor de Pigmalión, que trata sobre la rebelión de unos muñecos que acaban matando a su creador. También Ramón Gómez de la Serna destacó y escribió Los medios seres sobre las frustraciones humanas.

Los autores del 27 intentaron crear un nuevo público con compañías teatrales como La Barraca de Lorca.

Alejandro Casona

En el exilio escribió algunas obras famosas que se estrenaron fuera de España y más tarde en ésta, tras su regreso con gran éxito, como La dama del alba.

Max Aub

Incluye obras vanguardistas y antirrealistas como San Juan, en la que se refleja la deriva de un barco cargado de emigrantes huidos del nazismo.

3. Valle-Inclán

La originalidad, sus pensamientos radicales y sin concesiones, la riqueza y expresividad de su lenguaje, lo distinto de sus temas y de su estética explican que sus obras permanecieran fuera de los escenarios de su tiempo, relegadas a ser teatro para leer. Fue radical en su crítica de la sociedad, la cultura y la política.

Al igual que en su labor novelística, los temas de evasión, el estilo brillante y la actitud rebelde se encuadran en unas obras idealizadas y estetizantes.

Comedias Bárbaras

Es una trilogía formada por Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata. La Galicia rural es donde se desarrolla estas historias. Los personajes actúan gobernados por instintos y pasiones violentas y primitivas en un clima donde las supersticiones y los mitos desempeñan un papel fundamental. La culminación es Divinas palabras.

Farsas

Simultáneamente desarrolla una serie de farsas donde lo grotesco y la caricatura convierten a los personajes en marionetas ridículas. Farsa italiana de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza pintan un retrato satírico y despiadado de la España isabelina.

El Esperpento

Luces de bohemia, basada en la deformación sistemática de personajes y valores, con la que ofrece una denuncia de la sociedad española contemporánea. Lo esperpéntico es un reflejo deformado de una realidad ya deformada que nos revela el verdadero rostro de la vida española. Los personajes son seres grotescos en un mundo grotesco, semejantes a marionetas ridículas y de pesadilla, aunque en ocasiones el autor tenga un gesto de ternura hacia ellas.

Otros rasgos son el uso de contrastes, la riqueza del lenguaje, las acotaciones teatrales, los numerosos personajes y la animalización de los personajes.

El teatro esperpéntico agrupa a Luces de bohemia y la trilogía Martes de Carnaval. Luces de bohemia es la obra maestra de Valle-Inclán, basada en la vida del escritor bohemio Alejandro Sawa, que narra la última noche del poeta Max Estrella. Acompañado de su lazarillo, recorre diversos lugares de Madrid (absurdo) y en todos se encuentra motivos para la desolación. Desesperanzado, Max muere o se deja morir como su mujer y su hija.

4. Federico García Lorca

El teatro de Lorca puede llamarse poético por el uso abundante de verso, por la raíz de la que nacen sus argumentos y su lenguaje. Las obras más importantes de este autor son:

Bodas de sangre

Es una historia de una boda, pero cuando se va a celebrar aparece un antiguo amor de la novia (Leonardo) y estos huyen, en lo que se inicia una persecución por el novio y en la pelea final Leonardo y el novio mueren. La unión del realismo y la poesía hace que sea una obra inolvidable.

Yerma

Trata de una mujer estéril (Yerma) que desea ser madre y comienza a desesperarse y a culpar a su marido. En su afán por quedarse embarazada busca un milagro y ante sus intentos mata a su marido, perdiendo la esperanza de ser madre.

La casa de Bernarda Alba

Es la obra más importante, un drama sobrecogedor, donde Bernarda Alba, a la muerte de su segundo marido, impone un luto de ocho años en sus cinco hijas que se ven enterradas en vida. Pero Pepe el Romano se compromete con Angustias, la hija mayor, donde se desencadena una lucha de pasiones entre Adela y Martirio, pero Adela acabará suicidándose.