Ciudadanía y Sociedad: Derechos, Deberes y Participación

El Ciudadano y la Ciudadanía

Un ciudadano o ciudadana es el habitante de un Estado que tiene unos derechos políticos y puede ejercerlos, además posee un estatus legal que le diferencia del que no lo es. “Ciudadanía es lo propio del ciudadano, y especialmente el conjunto de los derechos del que disfruta y de los deberes que le incumben. El primer deber consiste en obedecer la ley y, el primer derecho en participar en su elaboración o en las relaciones de fuerza que se encaminan a ella.” Estas son dos formas de ser libre. Poseer la ciudadanía supone:

  • Formar parte de una comunidad de iguales por lo que respecta a los derechos y a los deberes.
  • Participar en la toma de decisiones que afectan a todos, pero solo se produce en sistemas políticos democráticos.
  • Participar en un proyecto común de convivencia de acuerdo a un ideal de conducta cívica ya que aunque se produzcan situaciones de conflicto la relación con los demás tiene que estar determinada por el diálogo y la cooperación.
  • Potenciar lo que es común entre los seres humanos.

Constitución, Ciudadanía y Organización Social

La ciudadanía es una realidad que ha evolucionado alrededor de unos derechos y unos deberes asignados a un conjunto de individuos y que están recogidos en una constitución. La ciudadanía solo es posible cuando existe una idea de Estado. Históricamente han existido diversas formas:

  • Primitivas: vínculos familiares y de dominio por la fuerza física.
  • La sociedad feudal: basada en la relación entre el señor feudal y sus vasallos, que se trataba de una relación jerárquica.
  • La monarquía absolutista y la tiranía: son sociedades en las que una única persona se encuentra por encima del resto.

Aunque los conceptos de ciudadanía y sociedad civil estén relacionados, no hay que confundirlos ya que la ciudadanía evoca los lazos políticos que existen en el conjunto de la comunidad, mientras que la sociedad civil se refiere a la formación de asociaciones y grupos que no son políticos.

Ciudadano Estatal y Cosmopolita

La noción de ciudadano nació en la Antigua Grecia y se aplicó al ciudadano del Estado, pero también surgió el concepto de ciudadano del mundo o del cosmos.

  • Se habla de ciudadano estatal como miembro de una comunidad de iguales que participan activamente en la toma de decisiones políticas.
  • El concepto de ciudadano cosmopolita supone considerar que todos los miembros de la humanidad son iguales y dignos, y merecen compartir los mismos derechos y deberes.

El cosmopolitismo se basa en dos aspectos señalados por Anthony Appiah:

  • “Tenemos obligaciones que se extienden más allá de aquellos a quienes nos vinculan lazos de parentesco, o incluso los lazos más formales de la ciudadanía compartida”.
  • “Debemos tomar en serio el valor de las vidas humanas particulares, lo que implica interesarnos en las prácticas y las creencias que les otorgan significado”.

El cosmopolitismo se opone al nacionalismo:

  • “Las fronteras de las naciones son irrelevantes desde el punto de vista moral: accidentes de la historia sin derecho legítimo sobre nuestra conciencia” (Appiah).
  • “La sociedad y la unión de los hombres sería perfectamente guardada si aplicáramos principalmente nuestra generosidad a aquellos con quienes más estrechamente estamos unidos” (Cicerón).

Los Valores Cívicos Fundamentales

  • Libertad: se puede tomar en tres sentidos:
    • Libertad como participación: donde los ciudadanos son libres para participar en la toma de decisiones del Estado y en la organización de la sociedad.
    • Libertad como independencia: es el conjunto de libertades que impiden que el Estado u otros individuos puedan interferir en el espacio privado de una persona y garantiza tener una vida privada.
    • Libertad como autonomía: dice que libre es quien se dicta sus propias leyes, quien es autónomo ya que significa percatarse de que existen acciones que nos humanizan y otras que nos deshumanizan y elegir entre una u otra es crearse una auténtica personalidad.
  • Igualdad: tiene varios sentidos, puede ser igualdad ante la ley, igualdad de oportunidades, respecto a las prestaciones sociales, etc. pero todas se asientan sobre un concepto superior, la dignidad humana, porque todas las personas son igualmente dignas y por eso merecen ser tratadas como iguales.
  • Respeto activo: ya que la tolerancia se puede confundir con impotencia, o con desinterés e indiferencia, el concepto de respeto implica que existe una preocupación por los proyectos y creencias del otro siendo necesario para construir una sociedad entre todos.
  • Solidaridad: la grupal es una forma de solidaridad que surge cuando se participa en un proyecto común que depende del esfuerzo de un conjunto de personas y de la que puede llegar a depender la supervivencia de sus miembros, por lo que no posee valor moral; mientras que la universal implica la voluntad de ayudar desinteresadamente al otro, respondiendo a valores universalizables y teniendo un contenido moral y cívico.
  • Diálogo: se opone a la imposición y a la violencia, sirviendo para poner en común los distintos puntos de vista respecto a una cuestión sobre la que hay que tomar una decisión.

Ciudadanía Civil, Política y Social

A partir de los derechos políticos, civiles y sociales se dan lugar a tres tipos de ciudadanía:

  • La civil: consiste en la igualdad ante la ley, formada por un conjunto de libertades del individuo.
  • La política: es la forma de participación política, como la posibilidad de ejercer el voto.
  • La social: son todos los derechos sociales.

Se dice que existe Estado de bienestar cuando el Estado garantiza a los ciudadanos la protección social. Un fenómeno propio de las sociedades actuales consiste en que los individuos solo aspiran a satisfacer sus propias necesidades. No se sienten ligados a la comunidad ni preocupados por el bien común, pero la participación en la toma de decisiones públicas se trata de un derecho que hay que ejercer, porque las decisiones políticas que llevan a efecto nos incumben y afectan a todos.