Novecentismo y Vanguardia: La Renovación Literaria Española del Siglo XX

El Novecentismo o Generación del 14

Se agrupa bajo el nombre de novecentismo o Generación del 14 a un conjunto de escritores que suceden a los del 98 y tienen los siguientes rasgos comunes:

  • Sólida formación universitaria
  • Preferencia por la cultura urbana
  • Apuesta por el europeísmo frente al casticismo
  • Predominio de la actitud intelectual y objetiva

Huyen, pues, del sentimentalismo y la exaltación pasional, “lo dionisíaco”, según Eugenio D’Ors, y se orientan hacia “lo apolíneo”, es decir, lo clásico, lo sereno, como se refleja en su estilo, caracterizado por la pulcritud, la armonía, la claridad y el orden.

Ensayo Novecentista

José Ortega y Gasset es el máximo representante del ensayo novecentista. Dos de sus obras más sobresalientes son España invertebrada (1921) y La rebelión de las masas, libro en el que propone la formación de una minoría selecta de individuos que dirijan a España hacia un futuro mejor. Temas como la preocupación por el problema de España, la historia sobre nuestro país o la crítica literaria están presentes en otros ensayistas de esta generación como Eugenio D’Ors (una de sus obras más relevantes es el Glosario), Gregorio Marañón, Américo Castro, etc.

Novela Novecentista

Los narradores novecentistas se proponen renovar la novela del siglo anterior aplicando a sus creaciones los principios del movimiento: intelectualismo y preocupación formal. El mejor ejemplo de novela intelectual es Belarmino y Apolonio (1921), de Ramón Pérez de Ayala, quien emplea técnicas narrativas innovadoras como el perspectivismo y el contrapunto. El otro gran novelista fue Gabriel Miró, autor de novelas escritas con una prosa sensual repleta de metáforas y rica adjetivación. Dos de sus novelas más interesantes son Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso.

Poesía Novecentista

En la poesía hay que destacar a Juan Ramón Jiménez, cuya obra él mismo clasificó en tres grandes etapas:

  • Etapa sensitiva: Recibe la influencia del modernismo y se caracteriza por el intimismo (Jardines lejanos y La soledad sonora).
  • Etapa intelectual: Evoluciona hacia la poesía pura, que es aquella en la que predomina lo conceptual y se elimina lo anecdótico y sentimental. El libro más destacado de esta etapa es Diario de un poeta recién casado (1916).
  • Etapa suficiente o verdadera: Desarrolla en el exilio la búsqueda de la plenitud absoluta y eternidad en obras como La estación total o Dios deseado y deseante.

Las Vanguardias

Hacia 1910, y especialmente tras el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, surgen distintos movimientos en Europa que buscan la renovación radical de las formas artísticas: futurismo, dadaísmo, expresionismo, cubismo, creacionismo, ultraísmo, surrealismo. Es la vanguardia estética. Todos esos movimientos (o ismos), estudiados por Ortega en su libro La deshumanización del arte comparten características comunes:

  • Rechazo y ruptura con el arte que se había realizado hasta entonces
  • Afán de experimentación con nuevas formas de expresión e incluso nuevos temas
  • Carácter elitista
  • Exaltación de la imaginación creadora
  • Antirrealismo

El futurismo, de origen italiano, exaltó la velocidad, la energía, el progreso. El cubismo reivindica la autonomía de la obra de arte, el collage y el caligrama o poesía visual. El expresionismo únicamente admite la subjetividad creadora del artista para captar la esencia espiritual de la realidad. El dadaísmo es la rebeldía contra la lógica y el sentido común. Casi todos estos movimientos tuvieron un carácter efímero y poca repercusión, a excepción del surrealismo.

El Surrealismo

Esta corriente literaria y pictórica se alejó de la lógica habitual proclamando la libertad absoluta del creador. Los surrealistas reivindicaron el subconsciente y el sueño. Usan la escritura automática, que supone la transcripción directa del discurso mental sin que medie la razón lógica. Emplearon el verso libre y las imágenes visionarias, que son asociaciones metafóricas y léxicas de carácter onírico.

Ultraísmo y Creacionismo

Además del surrealismo, los otros dos movimientos vanguardistas más importantes en España son el ultraísmo y el creacionismo. Los ultraístas, cuya principal figura fue Guillermo de Torre, aspiraban a una literatura intrascendente, sin ninguna finalidad moral o política. El creacionismo, difundido en nuestro país por el chileno Vicente Huidobro, se basa en la idea de que el poeta ha de ser el creador de nuevas realidades. Influye en Juan Larrea y en parte de la obra de Gerardo Diego, uno de los poetas del 27.

Ramón Gómez de la Serna

Un autor importante, que contribuyó a la difusión de las vanguardias, fue Ramón Gómez de la Serna. Su aportación más original y famosa son las greguerías, frases breves en las que define de modo ingenioso y creativo cualquier elemento de la realidad combinando el uso de la metáfora insólita (“Los mapas tienen venas de sangre azul”) con el humor.

Conclusión

En definitiva, el novecentismo y la vanguardia son dos corrientes distintas que confluyen en el tiempo, pero con unos postulados artísticos distintos: pulcritud, armonía y sobriedad en los primeros; experimentalismo, innovación y ruptura con la tradición en los segundos.