La Crisis del 98 y sus Consecuencias
Consecuencias del Desastre del 98
Crisis Política y Moral:
- A nivel económico: La crisis de 1898 evidenció la necesidad de hacer frente a las deudas contraídas por la guerra. Esto promovió una reforma de la Hacienda con la finalidad de incrementar la recaudación a partir de un aumento de la presión fiscal.
- A nivel político: La crisis política llevó a algunos gobernantes a intentar aplicar las ideas del regeneracionismo, una corriente muy criticada en su momento. También estimuló el desarrollo de movimientos nacionalistas.
- A nivel social: Se vivió una crisis ideológica y un profundo impacto psicológico en la población a causa de las derrotas en Ultramar. La pérdida de las últimas colonias significó la destrucción del Imperio Español, evidenciando las debilidades de un ejército inferior y un sistema político corrupto.
El Regeneracionismo
El fracaso de la Revolución de 1868 dejó una huella profunda en los intelectuales progresistas, quienes percibieron la urgencia de modernizar el país. Este sentimiento se consolidó en un grupo de intelectuales reunidos en la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876. Estos pensadores, liderados por figuras como Giner de los Ríos, consideraban que la sociedad y la política de la época no favorecían la modernización cultural ni el desarrollo científico. Esta corriente, que buscaba una profunda regeneración del país, tuvo en Joaquín Costa a uno de sus máximos exponentes. En paralelo, surgió un grupo de literatos y pensadores conocidos como la Generación del 98, quienes también reflexionaron sobre la decadencia española y la necesidad de cambio.
El desastre del 98 marcó el fin de la Restauración y el surgimiento de una nueva generación. La política reformista de tono regeneracionista, junto con el creciente antimilitarismo en algunos sectores sociales, propició que parte del ejército considerara necesaria una mayor presencia en la política. Este contexto culminaría con el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923.
El Auge de los Nacionalismos y Regionalismos
El Nacionalismo Catalán
Cataluña fue la región pionera en desarrollar un movimiento regionalista. Su crecimiento económico industrial había propiciado el surgimiento de una burguesía de empresarios industriales que defendían el proteccionismo. Este movimiento buscaba la recuperación de la lengua y las señas de identidad catalanas.
En la década de 1880 se desarrolló el catalanismo político, basado en el tradicionalismo y con el obispo Josep Torras i Bages como su máximo representante. De carácter progresista, con una amplia base popular y principios federalistas, el catalanismo estuvo impulsado por Valentí Almirall, fundador del Centre Català, que defendía la autonomía de Cataluña. La Unió Catalanista elaboró las Bases de Manresa en 1892, un proyecto de estatuto de autonomía para Cataluña. El regionalismo catalán evolucionó hacia el nacionalismo con la fundación de la Lliga Regionalista en 1901, liderada por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó.
El Nacionalismo Vasco
El nacionalismo vasco surgió como reacción a la pérdida de los fueros vascos tras la derrota carlista en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876). Se desarrolló una corriente cultural en defensa de la lengua vasca, el euskara, que dio lugar al movimiento de los euskalerriacos, de carácter religioso y defensor de las tradiciones vascas. Su gran impulsor fue Sabino Arana, quien sentía una gran pasión por la cultura vasca y veía con recelo la llegada de inmigrantes de otras regiones de España. Arana fundó en 1895 el Partido Nacional Vasco (PNV), con un programa basado en el catolicismo, la defensa de las tradiciones vascas y la independencia de Euskadi. El PNV, inicialmente independentista y revolucionario, evolucionaría posteriormente hacia posiciones autonomistas.
La Evolución del Republicanismo
Tras el fracaso del Sexenio Democrático (1868-1874), los republicanos se dividieron en diversas tendencias, dando lugar a una continua reorganización de fuerzas y partidos políticos:
- El Partido Republicano Demócrata, liderado por Emilio Castelar, de carácter conservador.
- El Partido Republicano Posibilista, liderado por Emilio Castelar, de carácter pragmático.
- El Partido Republicano Progresista, liderado por Manuel Ruiz Zorrilla, de carácter radical y antimonárquico.
- El Partido Republicano Centralista, liderado por Nicolás Salmerón, que abogaba por un republicanismo centralizado.
- El Partido Republicano Federal, liderado por Francesc Pi i Margall, que defendía un modelo de estado federal.
El sufragio universal masculino conllevó una revitalización del republicanismo y estimuló la formación de alianzas electorales, como la Unión Republicana, que agrupaba a las diferentes familias republicanas, a excepción de los posibilistas.
La Reconversión del Carlismo
: Tras su derrota en el 76 se prohibió la estancia en España del pretendiente don Carlos de Borbón y el carlismo entro en una grave crisis depues de que el militar Cabrera reconociera a Alfonso XII. El carlismo tardo en readaptar su actividad para la reconvertirse en un oartido político capaz de tomar el mando en las contiendas electorales. Carlos La renovación del partido corrió a cargo de Juan Vázquez de Milla. La propuesta carlista renovada mantendría la vigencia de antiguaos principios como la unidad católica, el feudismo y aceptaba el nuevo orden liberal-capitalista.En el seno del partido acuso a Carlos VII de no apoyar la política católica por el liberalismo esto produjo la divison del carlismo Ramon Nocedal protagonizo una escisión y fundo Partido Catolico Nacional dejo de reconocer a Don Carlos y se convirtió en un partido católico integrista.