La Poesía Española de Posguerra: Un Recorrido Histórico

En la poesía de posguerra al poeta se le da mayor consideración.

Miguel Hernández

Miguel Hernández es un epígono de la Generación del 27 y un poeta excepcional que combina la fuerza de la inspiración con el arte más riguroso y el arranque popular. En sus poemas destacan: Perito en lunas, El rayo que no cesa, Viento del pueblo y Cancionero y romancero de ausencias.

La Poesía del Exilio

En la poesía del exilio destacan los poetas de la Generación del 14 (Juan Ramón Jiménez) y los del grupo del 27 (Federico García Lorca, menos Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre, quienes se exiliaron). El tema se centra en la nostalgia del exilio, en la patria perdida, en la realidad de las tierras que los acogieron y en las preocupaciones humanas.

La Poesía en la España de Posguerra

En la poesía después de la guerra, en España, destacan:

Los Primeros Años (Años 40 y Principios de los 50)

En este periodo encontramos poetas de la Generación del 36.

Poesía Arraigada

Autores denominados “juventud creadora”, agrupados en torno a Garcilaso. Estos autores tienen una visión del mundo ordenada, serena y coherente. Uno de los temas destacados es el sentimiento religioso, junto a temas tradicionales. Los poetas son:

  • Luis Rosales (La casa encendida)
  • Rafael Morales (Poemas del toro)
  • Leopoldo Panero (La estancia vacía)
  • Dionisio Ridruejo (Poesía en armas)
  • Felipe Vivanco (Continuación de la vida)

Poesía Desarraigada

Destaca Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Espadaña de 1944. Esta poesía tiene un tono agrio frente a un mundo de sufrimiento y angustia. Destacan:

  • Carlos Bousoño (Subir al amor)
  • Vicente Gaos (Arcángel de mi noche)
  • Leopoldo de Luis (Alba del hijo)

Tendencias Posteriores

  • El postsurrealismo, fundado en 1945 por Eduardo Chicharro y Carlos Edmundo de Ory (Esa joya absoluta que es Poesía), enlaza con la poesía de vanguardia pretendiendo ser un surrealismo ibérico.
  • El grupo Cántico de Córdoba, con Ricardo Molina (El río de los ángeles), Pablo García Baena (Rumor oculto) y Juan Bernier (Aquí en la tierra), rompe con el clasicismo garcilasista y enlaza con la Generación del 27.
  • José Hierro (Alegría, Tierra sin nosotros) tiene una serie de poemarios con una intensa sensación de pérdida y percibe los efectos terribles del tiempo.

Poesía Social (1955)

Destacan: Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya. Esta poesía denuncia las injusticias, en sus temas hay una perspectiva colectiva, porque su máxima preocupación es España, y el estilo es coloquial, con un lenguaje muy claro.

Años 60: Apertura y Nueva Generación

España se abrió hacia corrientes mundiales y europeas, y hubo un desarrollo económico y turístico que favoreció la cultura. Surge la generación de los 50, destacando la “Escuela de Barcelona” con:

  • Carlos Barral (Usuras y figuraciones)
  • Jaime Gil de Biedma (Compañeros de viaje)
  • José Agustín Goytisolo (El retorno)
  • Ángel González (Áspero mundo)
  • José Ángel Valente (Punto cero)

Unidos por el rechazo del realismo social, se preocupan por el hombre y lo cotidiano, lo que los lleva a un escepticismo dolorido.

Años 70: Los Novísimos

En 1970 se publica Nueve novísimos poetas españoles, donde José María Castellet reúne a:

  • Manuel Vázquez Montalbán (Una educación sentimental)
  • Antonio Martínez Sarrión (Teatro de operaciones)
  • Pere Gimferrer (Arde el mar)
  • Leopoldo María Panero (Así se fundó Carnaby Street)
  • Guillermo Carnero (Dibujo de la muerte)

Sus temas se centran en lo personal y su estilo rechaza el patetismo de la poesía desarraigada y el prosaísmo de los poetas sociales. Sus rasgos son:

  • Rechazo del realismo social
  • Integración de influencias
  • Estilo selecto (lenguaje sensorial preocupado por la palabra bella y experimentación formal)
  • Contenido culturalista
  • Metapoesía (reflexión del proceso creativo, dando lugar a composiciones metapoéticas)

Desde 1975: Diversidad de Tendencias

Surge un cansancio respecto a la lírica de los novísimos y aparecen varias tendencias a partir de los 80, destacando:

  • Poesía de la experiencia: poesía de corte realista que recupera la voluntad de compromiso de la tendencia política de los 50 y los 60, donde el poeta traslada a su creación la experiencia vivida y hay un lenguaje accesible. Destacan: Luis García Montero (Habitaciones separadas), Benjamín Prado (Un caso sencillo) y Felipe Benítez Reyes (Las identidades).
  • Poética del Silencio: con Jaime Siles (Música de agua) y Ada Salas (Arte y memoria del inocente).
  • Neosurrealismo: con Blanca Andreu (De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall), donde se recupera el verso largo, las metáforas innovadoras, los sueños del surrealismo, el sentimiento neorromántico y la alucinación.
  • Nueva épica: problemas de conectividad desde una óptica realista y crítica. Destacan Roger Wolfe (Días perdidos en los transportes públicos), Jorge Riechmann (Cántico de la erosión) y Julio Llamazares (La lentitud de los bueyes).
  • Poesía clasicista: anhelo de belleza, donde se componen poemas con muchas referencias clásicas. Destacan: Antonio Carvajal (Tigres en el jardín) y Luis Alberto de Cuenca (La caja de plata).
  • Neoerotismo: se transforma en los tópicos masculinos de la poesía amorosa. Destaca Ana Rossetti con Yesterday.