La lírica española del siglo XX hasta 1939: Modernismo, Generación del 98, Novecentismo, Vanguardias y Generación del 27

La lírica española del siglo XX hasta 1939

1. El Modernismo (1885-1915)

Movimiento literario de carácter formal. Rubén Darío (Azul, Prosas profanas) es su máximo exponente, junto a Manuel Machado, Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina, Antonio Machado, Ramón María del Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez.

Características:

  1. Principios estéticos: Disconformidad con la vida. Rebeldía contra la apatía, el conformismo y la pereza mental. Aislamiento, confinamiento en el yo y ruptura estética.
  2. Temas:
    • Realidad sensible: Cisnes (ideal de belleza), ninfas, princesas, escenarios exóticos (París, Versalles), mitos grecolatinos, indigenismo (Caupolicán) y erotismo. Elementos para combatir la vulgaridad.
    • Intimidad del poeta: Soledad, hastío, angustia, desesperación, protesta y muerte.
  3. Innovaciones formales:
    • Vocabulario: Creación de neologismos.
    • Recursos formales y métricos: Asociación de elementos sensoriales. Aliteración, paralelismo, rimas internas. Uso del alejandrino (14 sílabas), dodecasílabo, endecasílabo y octosílabo. Sonetos en alejandrinos o con combinaciones métricas.

2. La Generación del 98

Antonio Machado (1875-1939) es su poeta más representativo. El tema de España, central en su obra Campos de Castilla, se acerca al Modernismo en sus inicios. Machado utiliza la economía expresiva.

Obras:

  • Soledades (1903), reeditada como Soledades, galerías y otros poemas (1907), con supresión de rasgos modernistas.
  • Campos de Castilla (1912): Descripción del paisaje castellano y reflexión sobre España.
  • Nuevas Canciones (1924): Predominio del aforismo.

3. El Novecentismo (1910)

Movimiento más científico y metódico que el anterior. Renovación en el ensayo (Ortega y Gasset, Américo Castro) y la novela (Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró). En poesía, destaca Juan Ramón Jiménez, quien resume la evolución desde el Modernismo e inicia los hallazgos expresivos que culminarán en la Generación del 27. Su obra se divide en tres etapas:

  1. Etapa sensitiva (1900-1915): Influencia neorromántica (Bécquer) y modernista (Elejías, Laberinto, Platero y yo). Temas intimistas y melancólicos.
  2. Etapa intelectual (1916-1936): Búsqueda de la palabra exacta y eficaz (Diario de un poeta recién casado). Poesía pura.
  3. Etapa suficiente o verdadera (1936-1958): En el otro costado, Dios deseado y deseante.

4. Las Vanguardias

En los años 20, se mantienen rasgos del Novecentismo, pero con una postura rupturista. Se rechaza el realismo y se experimenta con la estética. El concepto de “vanguardia” engloba movimientos como el Futurismo, el Cubismo, el Surrealismo, el Creacionismo o el Ultraísmo. Se busca la originalidad, el juego y el humor. A partir de 1926 surgen el Creacionismo, que defiende el “juego de azar de las palabras”, y el Surrealismo, que propone la liberación del subconsciente y la escritura automática.

4.1. Ramón Gómez de la Serna: “Greguerías”

Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) conectó con las vanguardias europeas (Ismos, 1931). Sus greguerías (humorismo + metáfora) son breves prosas o versos con metáforas insólitas, un juego de lenguaje clave para la Generación del 27.

5. La Generación del 27

Grupo poético formado por Pedro Salinas, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Combinan lo culto y lo popular, el hermetismo y la transparencia. Influencias: vanguardias, autores como Paul Valéry, César Vallejo, Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez, y la tradición literaria (Bécquer, Jorge Manrique, Góngora, Garcilaso, místicos, Cancionero y Romancero). Dos fases: deshumanización (hasta 1927, influencia vanguardista) y rehumanización (hasta 1936, compromiso social).

5.2. Autores de la Generación del 27

5.2.1. Federico García Lorca (1898-1936)

Tema nuclear: la frustración. Otros temas: infancia, esterilidad, muerte, tiempo y solidaridad. Lengua poética propia, fusión de lo popular y lo culto.

  • Libro de poemas (1921) y Primeras canciones (1922): Influencia popular y modernista.
  • Canciones (1927): Nostalgia de la niñez. Poesía pura, vanguardismo, tradición clásica y popular.
  • Poema del cante jondo (1931): Estilización de lo andaluz.
  • Romancero gitano (1928): El gitano como símbolo de destino trágico.
  • Poeta en Nueva York (1929-1939): Naturaleza vs. civilización. Influencia surrealista.
  • Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935): Elegía al torero.
  • Diván del Tamarit (1940): Canciones y surrealismo.
5.2.2. Rafael Alberti

Etapas:

  • Libros iniciales: Marinero en tierra (1925), La amante (1926), El alba del alhelí (1927).
  • Vanguardia: Cal y canto (1929), Sobre los ángeles (1929), Sermones y moradas (1930).
  • Poesía durante la República: Con los zapatos tengo que morir (1930), Consignas (1933), etc. Poesía comprometida.
  • Exilio: A la pintura (1948), Oda marítima (1953), Retornos de lo vivo lejano (1952), Entre el clavel y la espada (1945).
5.2.3. Luis Cernuda

Obra completa: La realidad y el deseo (1936).

  • Perfil del aire (1927), Égloga, elegía, oda (1936), Primeros poemas (1936): Influencia de la poesía pura.
  • Un río, un amor (1929), Los placeres prohibidos (1931): Influencia surrealista. Tema: conflicto entre deseo y realidad.
  • Donde habite el olvido (1932-1933): Búsqueda de un estilo propio. Influencia de Bécquer.
  • Invocaciones (1934-1935): Soledad metafísica. Influencia romántica alemana.
  • Obras posteriores: Las nubes (1937-1940), Como quien espera al alba (1941-1944), Vivo sin estar viviendo (1944-1949), Con las horas contadas (1950-1956), Desolación de la quimera (1956-1962).
  • Prosa: Ocnos, Variaciones sobre tema mexicano, ensayos y traducciones.

El reconocimiento de Cernuda en España fue tardío, destacando el homenaje en la revista Cántico y su reivindicación por la Generación de 1950 (Gil de Biedma, Francisco Brines, José Ángel Valente).