El Franquismo: Evolución Política e Ideológica (1939-1975)

I. La Construcción del Estado Franquista (1939-1959)

I.1. Bases Ideológicas y Apoyos Sociales

La heterogeneidad ideológica de las distintas familias del régimen no se cerró con el Decreto de Unificación de 1937, puesto que las distintas corrientes políticas no estuvieron sometidas a la Falange ni ésta logró constituirse en el partido único que dominara y organizase el Estado.

En este equilibrio de fuerzas se fue imponiendo el poder personal de Franco como aglutinante.

Ideológicamente, el régimen se cimentó sobre esquemas ya difundidos durante la guerra:

  1. El anticomunismo, extendido en realidad a todos los llamados rojos, y que abarcaban, desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguesía democrática, por moderada que fuera.
  2. La identificación de la dictadura con el catolicismo, hasta el punto que se ha generalizado el término nacionalcatolicismo para etiquetar al régimen. Desde el inicio de la guerra la jerarquía católica se identificó con la sublevación, bautizando la causa nacionalista como cruzada.

I.2. La Institucionalización del Régimen

España se define por primera vez en este conjunto de Leyes fundamentales como reino, una vez cubierto el mandato vitalicio de Franco.

6-Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958.

Cada una de estas leyes se proyectó y promulgó respondiendo a necesidades de estructuración legal del régimen de cara a la nueva situación exterior cuando vencen los aliados tras la Segunda Guerra Mundial

El régimen se caracterizó, desde sus orígenes por la concentración de todos los poderes en Franco quien se fue rodeando de símbolos y lemas encaminados a resaltar el liderazgo y el papel providencialista de su persona: desde el Francisco Franco, Caudillo de España por la gracia de Dios que aparecía en las monedas, hasta la rotunda afirmación de los Estatutos de la Falange de 1939 de que el Jefe sólo responde ante Dios y ante la Historia.

Era consigna en cualquier acto público.

I.3. La Política Exterior

No obstante, no se consumó la descolonización de todas las posesiones territoriales africanas, pues se retuvo Sidi Ifni (un pequeño enclave de 1.500 km2 entregado finalmente a Marruecos en 1967 tras varios enfrentamientos armados), Guinea Ecuatorial (accedió a la independencia de manera desordenada en 1968) y el Sahara occidental (el ejército español se retiró de allí en 1976), aún pendiente de conseguir su identidad como Nación.

II. El Segundo Franquismo (1959-1975)

II.1. El Plan de Estabilización (1959) y el Desarrollo Económico

B) EL SEGUNDO FRANQUISMO

comprende dos subperiodos, precedidos de una etapa de transición entre la crisis de 1956 y el Plan de Estabilización de 1959.

Tras dárselo a conocer al gobierno norteamericano y obtener su visto bueno, el ministro Ullastres pasó al Jefe del Estado el Plan de Estabilización para su firma y entrada en vigor.

Objetivos, los podemos sintetizar en los siguientes puntos:

  1. Liberalizar y ordenar la economía, homologándola con la de los países capitalistas del mundo.
  2. Reducir la circulación fiduciaria.
  3. Disminuir el gasto público.
  4. Liberalizar los mecanismos de mercado, reduciendo el intervencionismo del Estado.
  5. Incremento ordenado de las inversiones públicas.
  6. Importación de tecnología e inversiones de capital extranjero.

La puesta en práctica del Plan supuso la adopción de diversas medidas como:

  • Se modificó y modernizó el mecanismo de operaciones de divisas, aprobándose una nueva paridad-oro de la peseta (60 ptas=1 dólar), y se declaró su convertibilidad exterior, se esperaba equilibrar la balanza comercial.
  • Para tratar de recortar el gasto público y privado, frenando la oferta monetaria, se tomaron medidas para restringir los presupuestos de la Administración Central y reducir la financiación de varios servicios públicos
  • Se liberalizaba la importación de ciertas mercancías.
  • Otras medidas fueron una amnistía para la repatriación de capitales evadidos.

Los efectos alcanzados, fueron diversos:

  • Se puso fin al aislamiento económico de España y los intercambios con el exterior se agilizaron.
  • Se redujo la demanda interior y los precios se mantuvieron estables.
  • La mejora en la balanza de pagos.
  • La devaluación de la peseta provocó el crecimiento del turismo, las divisas redujeron el déficit comercial.

Por el contrario, hay que destacar efectos negativos: una notable paralización de la actividad económica traducida en la reducción del consumo, la inversión y el aumento del paro

  • La renta anual decreció y la emigración fue la única salida para muchos españoles.

Se trataba de unos proyectos donde se fijaban objetivos y procedimientos para estimular la producción a través de inversiones públicas y ayudas a las empresas privadas (rebaja de impuestos, subvenciones y concesión de créditos oficiales), y preveían la creación de polos de desarrollo en siete ciudades: Burgos, Huelva, Vigo, La Coruña, Valladolid, Zaragoza y Sevilla.

Entre los factores que explican el rápido desarrollo español de 1960-1973 distinguimos los siguientes:

  • La favorable coyuntura económica internacional.
  • Las masivas inversiones de capital extranjero y la creciente actividad de grandes empresas multinacionales (FORD, IBM, General Motors, ITT, Chrysler, Standard Oil), atraídas por la mano de obra barata y que fueron protegidas por un régimen que las necesitaba.
  • Los ingresos procedentes del turismo.
  • Las remesas de los emigrantes enviadas desde el extranjero a sus familias.
  • Las enormes inversiones estatales en obras públicas, por Ej.

II.2. La Oposición al Régimen

Pretensión duramente criticada desde las instancias franquistas, interesadas en ingresar en el Mercado Común y que había efectuado contactos y conversaciones orientados a ese fin, calificando este acuerdo como el Contubernio de Munich

El espectro ideológico de los partidos era en general moderado y mayoritariamente favorable a la restauración del régimen republicano.

Los comunistas y los anarquistas habían sido excluidos de la cita por presiones de Gil-Robles y de Madariaga.

Ninguno de los dos estaba en favor de admitir a fuerzas que, por aquel entonces, no diesen muestras inequívocas de adhesión a las democracias occidentales.
No se trataba, como subrayó el dictador, de la restauración de la monarquía liberal, sino de la instauración de una nueva Monarquía del Movimiento.

II.3. Los Últimos Años del Franquismo

A partir de la constitución del nuevo Gobierno, con Carrero Blanco, que repite de vicepresidente, se produce un progresivo alejamiento de Franco de las decisiones políticas debido a su estado de salud, mientras el régimen se debate entre el aperturismo y el inmovilismo.

IV.3.- El ocaso del régimen.

Un paso importante en la preparación del franquismo sin Franco se produjo en junio de 1973, cuando el dictador delegó por vez primera sus funciones de Jefe de Gobierno en Carrero Blanco.

El PSOE, dirigido ya por Felipe González Márquez, constituyó en junio de 1975 la Plataforma de Convergencia Democrática, como alternativa a la Junta, al considerar que ésta sólo representaba los intereses comunistas.

Influidos por la Revolución de los Claveles, 80 oficiales del ejército español se constituyeron en asamblea y en diciembre de 1974 crearon la Unión Militar Democrática (UMD), con un objetivo democrático.

Un atentado de ETA ( mata a doce personas en una cafetería madrileña), el búnker obliga a Arias Navarro, en octubre de 1974, a echar marcha atrás en sus promesas de apertura y a cesar al ministro de Información Pío Cabanillas, con quien se solidariza el de Hacienda, Barrera de Irimo, que presenta la dimisión.

El 27-IX-1975 no hubo indulto para dos activistas de ETA y tres del FRAP que fueron ejecutados, en medio de una gran protesta internacional, responsabilizados del asesinato de varios policías.

Los seguidores del régimen llenaron la plaza de Oriente para manifestar su adhesión al Caudillo.

La debilidad del régimen de Franco y su enfermedad la aprovecha Hassan II de Marruecos para montar la Marcha verde: cientos de miles de marroquíes se presentaron en la frontera del Sahara, el último reducto español por descolonizar, con el objeto de forzar su adhesión.