El Modernismo: Renovación Estética y Espiritual en la Literatura Hispana

El Modernismo: Contexto y Características

Crisis de Fin de Siglo y Necesidad de Renovación

Desde finales del siglo XIX hasta los primeros años del siglo XX, la sociedad occidental vivió un periodo de crisis derivado, en gran parte, de los descubrimientos científicos y la proliferación de movimientos obreros. Esto puso en cuestión valores que hasta entonces eran intocables. Ante esta conciencia de crisis, los artistas adoptaron algunas actitudes comunes, entre las que sobresalen la insatisfacción ante la realidad y la misma actitud ante la literatura. Básicamente, se rechazó el prosaísmo del movimiento anterior, el Realismo, y surgió la necesidad de una profunda renovación del lenguaje. En este contexto surge el Modernismo.

El Modernismo: Un Movimiento Hispano de Renovación Estética

El Modernismo es un movimiento literario y artístico, fundamentalmente hispano, que se inicia a finales del siglo XIX y se prolonga hasta 1915. Es un movimiento de renovación estética que nace en Hispanoamérica, influenciado por dos corrientes poéticas francesas del siglo XIX: el Parnasianismo (que defiende el culto a la perfección formal, “el arte por el arte”) y el Simbolismo (caracterizado por la presencia de símbolos y la búsqueda de efectos rítmicos). El Modernismo surge en Hispanoamérica hacia 1880, encabezado por el poeta cubano José Martí y el nicaragüense Rubén Darío, quien fue el líder y máximo representante del movimiento. En cuanto al Modernismo en España, Salvador Rueda puede ser considerado como el precursor. Los modernistas españoles más destacados son Francisco Villaespesa y Manuel Machado. También cultivaron esta tendencia, en sus inicios poéticos, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Valle-Inclán, aunque el modernismo español se caracterizó por un predominio del intimismo y menor brillantez formal.

Rasgos Significativos de la Poesía Modernista

  • Desazón “romántica”: La influencia de Bécquer es evidente en sus textos: manifestaciones de hastío y de profunda tristeza; por ello, la melancolía y la angustia son sentimientos centrales. Reflejo de estos sentimientos es la presencia de lo otoñal, de lo crepuscular, de la noche…
  • Escapismo: Huye de la mediocridad evadiéndose en el tiempo y en el espacio. En el tiempo se retrocede al pasado nacional, fuente de evocaciones históricas y legendarias, o al mundo sensual de la mitología clásica. En el espacio es relevante el gusto por lo oriental y lo exótico.
  • Cosmopolitismo: El deseo de evadirse, de buscar algo distinto determina el interés por viajar que sintieron los modernistas. El cosmopolitismo desembocó en la devoción por París, ciudad que representa el mundo al que aspiraban y que representa todo lo que admiran: vida nocturna y bohemia, cabarets, ambiente artístico….
  • Amor y Erotismo: El tratamiento de ambos apunta en dos direcciones: una, la idealización del amor y de la mujer, mundo inalcanzable que sume al poeta en la más profunda insatisfacción y tristeza; otra, el erotismo desenfrenado, encarnado en la mujer fatal, lasciva y dominadora.
  • Temas Indígenas e Hispánicos: Conviven con el afán cosmopolita. En un primer momento se cultiva esta temática –leyendas de las culturas precolombinas y española- como forma de evasión de la realidad circundante, posteriormente como exaltación de lo hispano frente al poder de Estados Unidos.

Renovación Estética en el Modernismo

El Culto a la Belleza de la Palabra

Es precisamente en el culto a la belleza de la palabra donde el Modernismo muestra su ruptura con la tradición anterior. Enriqueció enormemente el lenguaje poético mediante la utilización de variados recursos:
  • Recursos que aportan musicalidad: Los recursos de repetición, pero sobre todo aliteraciones y juegos fónicos variados.
  • Recursos que aluden a lo sensorial: La poesía se dirige directamente a los sentidos, de ahí la utilización y la adjetivación referida al color, al sonido, al tacto… a través de la cual se intenta captar un mundo lleno de belleza.
  • Riqueza verbal y capacidad de sugestión: Las metáforas y el adjetivo se convierten en recursos decisivos; además de la utilización de un léxico extraño, poco habitual: cultismos, neologismos, arcaísmos, palabras exóticas…

Rubén Darío: El Líder del Modernismo

Trayectoria y Obras Clave

El nicaragüense Rubén Darío es la figura más representativa del movimiento. Su trayectoria representa la de todo el movimiento:
  • Azul (1888): Se convirtió en el hito fundacional de la literatura modernista. En Azul encontramos todas las características del movimiento: el enigmático título, que hace referencia a uno de los símbolos modernistas y que Rubén Darío identifica con el arte y con el ensueño; la inusual estructura de la obra, compuesta por cuentos y poemas; la renovación de los temas, ambientes lujosos, galantes y refinados, culturalismo francés, fantasía, obsesiones individuales, reivindicación de la creación del artista frente a la sociedad insensible y positivista, técnicas e imágenes impresionistas, un sentido nuevo del ritmo y la sonoridad, y un vocabulario exótico y expresivo. En definitiva, Darío crea una colección de relatos y poemas centrados en un mundo de impresiones en el que la música y lo pictórico cobran especial relevancia.
  • Prosas profanas (1896): Supone la etapa de plenitud del Modernismo y de la obra poética dariana. En esta obra podemos destacar la suntuosidad expresiva (neologismos, cultismos…) y las innovaciones métricas (alejandrinos, dodecasílabos, verso libre, verso blanco…). En las composiciones finales se intuye ya un cambio hacia motivos poéticos más íntimos, en los que se adivina algo de la melancolía reflexiva de su obra posterior.
  • Cantos de vida y esperanza (1905): Anuncia una línea más intimista y reflexiva dentro de su producción, sin renunciar a los temas que se han convertido en señas de identidad del Modernismo. Marca un cambio en la actitud del poeta: el esteticismo deja paso a la reflexión existencial y un tono melancólico, desencantado, más personal e íntimo.

Innovaciones Métricas y Legado

Rubén Darío renovó no solamente el lenguaje poético, sino también la métrica: adoptó en muchos poemas el verso libre, aclimató al castellano algunas formas propias de la poesía francesa y experimentó con las estrofas clásicas, creando variantes como los sonetos con versos de catorce sílabas. En conclusión, Rubén Darío es considerado como el iniciador y máximo representante del Modernismo. De hecho, es el poeta modernista más influyente, y el que mayor éxito alcanzó, tanto en vida como después de su muerte. Su magisterio fue reconocido por numerosísimos poetas en España y en América, y su influencia nunca ha dejado de hacerse sentir en la poesía en lengua española.

Delmira Agustini: La Voz Femenina del Modernismo

Una Poeta Innovadora

Delmira Agustini (Montevideo, 1886-1914) es una de las poetas más representativas de la poesía hispanoamericana del siglo XX. Pese a su breve recorrido vital, Agustini ha dejado una obra sólida compuesta por diversas producciones poéticas con alto dominio formal y un osado uso de la temática y los conceptos.

Rasgos de su Obra Poética

  • Evasión modernista.
  • Sensualidad: El amor y el erotismo constituyen el eje de la poesía de Delmira, en la que el reconocimiento del propio cuerpo y la reivindicación del deseo son elementos fundamentales; con el erotismo de sus versos, invierte los roles tradicionales, adelantando el tópico de la mujer como sujeto y el hombre como objeto de deseo.
  • Pesimismo: El mundo de la poesía de Agustini es tormentoso y oscuro, poesía de decepción, de amargura.

Obras Destacadas

La autora publica en vida El libro blanco (1907), Los cantos de la mañana (1910) y Los cálices vacíos (1913), a los cuales habría que añadir numerosos poemas dispersos publicados en revistas.
  • El libro blanco (1907): Muestra los sentimientos femeninos más íntimos, la sensualidad y la espiritualidad sin perder la perfección formal.
  • Cantos de la mañana (1910): Incluye, además de dieciocho poesías, tres poemas en prosa.
  • Los cálices vacíos (1913): Escandaliza a la sociedad burguesa por el erotismo que aparece en sus páginas. Comienza con un prólogo de Rubén Darío en el que el poeta nicaragüense alaba la poesía de Agustini: “De todas cuantas mujeres hoy escriben verso ninguna ha impresionado mi ánimo como Delmira Agustini, por su alma sin velos y su corazón de flor”. La melancolía que muestra en sus poemas expresa el deseo de alcanzar su ideal, su sueño imposible.