1. Realismo
Movimiento literario que llega a Europa en la segunda mitad del siglo XIX con el auge de la burguesía, donde predominaron la novela y el teatro.
1.1. Teatro
Destacaron subgéneros como la alta comedia, con autores como José Echegaray y Manuel Tamayo y Baus; y el teatro social, cultivado por Joaquín Dicenta y Benito Pérez Galdós.
1.2. Lírica
Además de la poesía antirromántica de Ramón de Campoamor y la poesía filosófica de Gaspar Núñez de Arce, destaca la poesía posromántica de Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
1.2.1. Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Conocido por sus Rimas y Leyendas, que aunque pertenecen al Romanticismo, también exhiben elementos realistas en su tratamiento de las emociones. Sus poemas son breves, íntimos y sinceros, explorando temas como el amor, la soledad y la melancolía.
1.2.2. Rosalía de Castro (1837-1885)
Figura destacada de la literatura gallega y del Realismo. Su obra más conocida, Cantares gallegos (1863), es una colección de poemas que reflejan la vida rural gallega y abordan temas como la nostalgia, la identidad y la lucha por la dignidad. Utiliza un lenguaje sencillo pero poderoso para transmitir las emociones.
2. La Novela Realista y Naturalista
Busca reflejar de manera objetiva el mundo social de la época y se caracteriza por:
- La búsqueda de objetividad para dar verosimilitud al relato.
- Diálogos creíbles y descripciones detalladas para reflejar temas contemporáneos al lector.
- Una intención crítica.
- Un estilo antirretórico.
- Un narrador omnisciente en tercera persona.
- El estilo indirecto libre.
2.1. Los Inicios del Realismo en España
Triunfa tras la Revolución de 1868, que da paso al Sexenio Revolucionario y, más tarde, a la Restauración borbónica. En la narrativa realista española se percibe la influencia del costumbrismo y el folletín, cultivado por Fernán Caballero (La gaviota).
Entre los primeros narradores realistas destacan:
- José Mª de Pereda (1833-1906): Cercano al costumbrismo, cultiva la novela regionalista como Sotileza o Peñas arriba.
- Juan Valera (1824-1905): Ambienta sus novelas en una Andalucía idealizada; en Pepita Jiménez (1874) aborda el tema del enamoramiento de un religioso, combinando elementos románticos con un enfoque realista.
- Pedro Antonio de Alarcón: Destacan la novela corta El sombrero de tres picos y la novela de tesis El escándalo.
2.2. Benito Pérez Galdós (1843-1920)
Considerado uno de los grandes novelistas españoles del siglo XIX y un exponente del Realismo. Su obra más conocida es la serie de novelas “Episodios Nacionales”, que retrata la historia de España desde la Guerra de la Independencia hasta finales del siglo XIX. Alcanza su máximo esplendor explorando las tensiones sociales y morales de la España contemporánea. Con él se consolida la novela realista en España. Sus obras presentan rasgos como el interés por la clase media y la burguesía, la fusión de historia e individuo, el humor y estrategias narrativas originales.
2.3. Leopoldo Alas (1852-1901) “Clarín”
Escritor y crítico literario que destacó en el Realismo y el Naturalismo. Su novela más famosa, La Regenta (1884-1885), es considerada una obra maestra del Realismo. Examina la hipocresía y las restricciones morales de la sociedad a través de su protagonista, Ana Ozores, quien, casada con Víctor Quintanar, es asediada por el clérigo Fermín y por un donjuán de provincias, con quien termina cometiendo adulterio. Se distingue por la profundidad del análisis psicológico de sus personajes, su aguda crítica social y moral de las jerarquías sociales, las intrigas políticas y religiosas, así como las normas y convenciones que rigen la vida en esa sociedad conservadora y cerrada, marcada por la hipocresía, la corrupción y la decadencia moral, por las limitaciones impuestas a las mujeres, la falta de verdadera espiritualidad en la iglesia y las falsas apariencias de la aristocracia. El estilo narrativo de Leopoldo Alas se caracteriza por la riqueza descriptiva de escenarios urbanos, paisajes naturales y detalles cotidianos que contribuyen a crear un ambiente envolvente y realista.
3. El Naturalismo
Corriente cuyo representante es Émile Zola. Incorpora una concepción determinista, según la cual la existencia está regida por la herencia genética y el medio social. Expresa un interés narrativo por el comportamiento de los personajes, muchas veces pertenecientes a grupos marginales, condicionados por la dimensión fisiológica y biológica. Los autores españoles no asumieron plenamente sus principios, pero la influencia del Naturalismo se aprecia en las novelas ambientadas en Valencia de Vicente Blasco Ibáñez (Arroz y tartana, La barraca y Cañas y barro).
Sobre todo, destaca Emilia Pardo Bazán (1851-1921), una de las figuras más destacadas del Naturalismo. Su obra se distingue por su compromiso con la representación veraz y sin tapujos de la realidad humana. Utiliza un lenguaje vívido y descriptivo para retratar la decadencia de la nobleza rural y las fuerzas destructivas de la pasión y el deseo.