Contexto Histórico e Influencias

La obra de Marx resulta fundamental para comprender parte de la historia contemporánea, así como el nacimiento y consolidación de las ciencias sociales como áreas de conocimiento sistemático equiparable a las ciencias naturales. El siglo XIX fue un siglo convulso a nivel social, político y económico. La Revolución Industrial no solo afectó al modelo económico, sino también al resto de disciplinas, alterando la estructura de la sociedad. Aparecen dos nuevas clases sociales: la burguesía y el proletariado, y triunfa un nuevo modelo económico, el capitalismo, vigente hasta hoy en día.

Estos cambios comenzaron en Inglaterra a finales del siglo XVIII. De una economía basada en la agricultura se pasó a una producción mecánica en grandes fábricas. Estos cambios se expandieron por Europa, dando lugar al auge del pensamiento liberal, al aumento de la población y a las innovaciones técnicas. Gracias a estos factores se consolidó el sistema capitalista, basado en la diferencia entre trabajadores y burgueses determinada por su nivel de riqueza.

En un primer momento, burgueses y proletariado lucharon juntos contra la Restauración de 1815, pero la burguesía, al ver amenazada su supremacía, se opuso. Esta oposición derivó en varias revueltas, como la Revolución de 1830, la Revolución de 1848 y la Revolución de 1871.

En este contexto nace la figura de Karl Marx (1818-1883). Nacido en Tréveris (Prusia) en el seno de una familia burguesa, se formó en filosofía y destacó por su crítica al idealismo alemán de Hegel y al socialismo utópico. Años más tarde se mudó a París, donde entró en contacto con el socialismo utópico y las teorías del liberalismo económico inglés. En este periodo conoció a Engels, con quien redactó el Manifiesto Comunista cuando Marx residía en Bruselas e ingresó en la Liga Comunista. En 1849 se mudó a Londres, donde sentó las bases de su pensamiento sobre la crítica al capitalismo y la lucha de clases.

Etapas de la Obra de Marx

Su obra se puede dividir en tres periodos:

• Juventud: Destacó por su crítica al idealismo alemán de Hegel, al socialismo utópico y al materialismo de Feuerbach. Entre sus obras más destacadas se encuentran Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Tesis sobre Feuerbach y el Manifiesto Comunista.
• Transición: Se familiarizó con el pensamiento liberal económico inglés.
• Madurez: Criticó las bases económicas de la sociedad y la preparación para una revolución social. Destacan El Capital y Para la crítica de la economía política.

La Alienación

El pensamiento fundamental de Marx es que llegó el momento de no pensar la realidad de forma abstracta, sino transformarla de forma concreta y efectiva. Su filosofía se denomina filosofía de la praxis debido a la importancia que le da a la actividad humana y a la necesidad de aplicarla para transformar el presente. El objetivo de la teoría es entender la realidad para intervenir sobre ella.

Para entender la alienación hay que analizar la antropología filosófica marxiana. Marx se pregunta qué es el ser humano y cuál es su esencia. Afirma que la esencia son las diversas potencialidades que el ser humano tiene por su propia existencia, las cuales pueden permanecer no actualizadas, siendo el trabajo la actividad a través de la cual el ser humano las actualiza. El individuo se podrá reconocer en los objetos que él mismo produjo.

A pesar de ser el trabajo la esencia del humano, lo más común es que este no se desenvuelva libremente, ya que en las sociedades históricas se realizó mediante explotación y opresión. El problema es que la relación sujeto que trabaja-objeto que produce se altera por el capitalismo. La relación entre ambos tiene que ser que el trabajo es instrumento de subsistencia. En consecuencia, se generan la división del trabajo y la propiedad privada como fenómenos que rompen esta relación a la vez que impiden que el individuo se reconozca en el objeto que fabrica, no pudiendo autorrealizarse.

Nace así la alienación, que se produce en cuatro espacios relacionados:

• El extrañamiento del ser humano en relación con los productos de su acción productiva.
• El extrañamiento del sujeto consigo mismo (pierde su actividad y espontaneidad) en el acto de producción (no sabe lo que está produciendo).
• El extrañamiento en relación con otros sujetos (por culpa del capitalismo, que favorece la competitividad, convirtiéndonos en rivales unos de otros).

La alienación puede darse de tres maneras:

• Económica: La más importante, ya que afecta a la estructura laboral y a la estructura de la sociedad.
• Social: De ella dependerá la situación de fractura social, que se manifiesta por la división de la sociedad en clases sociales y la división Estado-sociedad civil.
• Política: Unida a la social, puesto que Marx argumenta que el poder político va a hacer lo posible para minimizar la fractura social.

Marx también habla de alienación religiosa, afirmando que el fenómeno religioso no forma parte de la esencia humana, sino que es una herramienta para mantener la situación de desigualdad.

Materialismo Histórico, Estructura y Superestructura

Para explicar cómo se produce la alienación, Marx utiliza el materialismo histórico. Este método se centra en las condiciones materiales en que viven los seres humanos y en los conflictos de clases como motor de la transición histórica. La distinción entre estructura y superestructura es fundamental para el estudio de la sociedad humana.

• Estructura (Infraestructura): La manera en que la sociedad trabaja los recursos de la naturaleza, produciendo bienes y distribuyendo sus productos.
• Superestructura: Conjunto de elementos ideales de una sociedad. Se distingue entre superestructura jurídica y política, y superestructura ideológica.

Marx apunta la importancia del material, por lo que en la sociedad lo prioritario es la infraestructura. La superestructura se asienta sobre la estructura, de modo que el estado histórico de organización económica determinará las instituciones legales y de gobierno, y las ideas y representaciones. Marx considera que la infraestructura tiende a producir instituciones que regulan las ideas. Pero estos modos de pensar, que Marx llama ideología, constituyen una falsa conciencia por la cual el ser humano, que forma parte de una sociedad injusta, es ciego a esas injusticias.

Modos de Producción y Lucha de Clases

Todas las sociedades obedecen a modelos arquetipos que Marx llama modos de producción. Cada modo es un sistema de organización de la estructura y la superestructura que se suceden a lo largo de la historia. Dentro de cada modo se distinguen:

• Fuerzas de producción: Las que producen el trabajo. Se distinguen en dos:
  • Medios de producción: Instrumentos de producción y materia prima.
  • Fuerza de trabajo: Quien realiza la acción.
• Relaciones de producción: Las relaciones que se establecen entre los modos de producción y los trabajadores, y que determinan los distintos modos de producción existentes. Se dividen en dos:
  • Técnicas de producción: Los valores que determinan los modos.
  • Concepto social de producción: La visión social del mercado y de su funcionamiento.

Las clases sociales son grupos de personas que, dentro de un modo de producción, ocupan una posición en relación con las fuerzas de producción: explotadas o explotadoras. Una sociedad de clases es aquella que está dividida en clases antagonistas en conflicto permanente. Mientras existan clases sociales, la sociedad estará dividida, será injusta y estará en lucha constante: la lucha de clases. En todos los modos de producción se da un conflicto dialéctico (la contradicción).

Según Marx, esta relación de explotación evolucionó con los años atendiendo al tipo de poder ejercido:

• Prehistoria: Comunismo primitivo sin clases.
• Edad Antigua: Esclavismo (amos con tierras y esclavos).
• Edad Media: Feudalismo (señores y siervos que entregan trabajo y bienes a los primeros).
• Edad Moderna: Capitalismo (burguesía y proletariado).

Marx también defiende el modo de producción asiático, fundamentalmente de base agrícola y con gran poder del Estado.

Crítica al Capitalismo

Para Marx, el capitalismo solo tiene un objetivo: la producción de mercancías, la producción de objetos de consumo. Lo que controla esta producción es el capitalista, que solo quiere ganar dinero gracias al intercambio de las mercancías. La mercancía se define atendiendo a su valor, que es de carácter dual:

• Valor de uso: La capacidad de la mercancía de satisfacer las necesidades humanas concretas.
• Valor de cambio: La proporción en que las mercancías se intercambian entre sí.

Este valor está determinado por el interés del objeto por parte del sujeto, por el dinero que pagamos al comprarlo, por el salario que se le paga al trabajador por su actividad productiva. El dinero es un elemento neutro y abstracto que simboliza el valor de la mercancía. El capitalista tiende, por lo tanto, a la acumulación del capital.

Las características del capitalismo son:

• Tendencia a acumular capital.
• Tendencia permanente al continuo avance tecnológico.
• Sed insaciable de plusvalía (el beneficio que se deriva después de la inversión de capital en una producción).

El sistema capitalista funciona en base al esquema D-M-D’, es decir, invertir dinero (D) en la producción de una mercancía (M) para obtener más dinero que el invertido (D’) como resultado de su venta.

Conclusión

En conclusión, la influencia de Marx es enorme, destacando su impacto en la economía, en las ideas de izquierdas (concretamente del comunismo y del socialismo) e incluso en el feminismo de Rosa de Luxemburgo.