Evolución de la Literatura Española: Modernismo, Vanguardias y Realismo Social (1898-1970)

La Novela Española (1939-1970): Tendencias, Autores y Obras

Contexto Histórico y Tendencias

La Guerra Civil irrumpe en un momento de cambio para la novela española, marcando un giro hacia posturas sociales y comprometidas, dejando atrás las vanguardias. La guerra intensifica este carácter ideológico, con la mayoría de los novelistas escribiendo en defensa de sus ideales. En la España de la posguerra, la novela de los años 40 se caracteriza por su tono propagandístico y de exaltación del régimen. Sin embargo, la publicación de La familia de Pascual Duarte (1941) de Camilo José Cela, abre un nuevo camino: la narrativa existencial. En este contexto de censura, los problemas sociales y políticos se reflejan indirectamente a través de las experiencias personales de los personajes. Autores como Carmen Laforet, con Nada (1944), una metáfora de las consecuencias de la guerra a través de elementos autobiográficos, y Miguel Delibes, con La sombra del ciprés es alargada (1947), que explora las inquietudes existenciales, se adscriben a esta corriente.

El Realismo Social de los 50

La década de los 50 se inclina hacia el realismo social. Algunos autores buscan la objetividad, mientras que otros intentan sortear la censura para criticar el régimen y la injusticia. El protagonista se vuelve colectivo, representando a la clase social a la que pertenece. La colmena (1951) de Cela, con su personaje colectivo y contenido social, marca un hito. Delibes, en Las ratas (1962), retrata la miseria rural y la opresión del cacique. En la línea más objetiva, El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio, narra un día de excursión de un grupo de jóvenes a través de diálogos triviales, simulando la objetividad de una cámara.

Experimentación en los 60

En los 60, la novela se abre a influencias externas y a la experimentación. Sin abandonar las problemáticas existenciales y sociales, las obras presentan mayor variedad temática, rompen con la linealidad temporal, recuperan al protagonista individual, utilizan secuencias en lugar de capítulos y buscan un lector activo. Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos, obra cumbre de la década, explora la miseria moral y económica de las clases humildes y medias. Cinco horas con Mario (1966) de Delibes, presenta el soliloquio de Carmen velando a su marido.

Conclusión

El aislamiento de España, el exilio de importantes novelistas y la censura, marcaron la narrativa de estas décadas, alejándola de la innovación y las corrientes internacionales.

La Poesía Española: Del Modernismo a las Vanguardias

El Modernismo (Finales del Siglo XIX)

A finales del siglo XIX, surge el Modernismo, un movimiento que recupera principios románticos como la originalidad y la libertad creadora, influenciado por el contexto de crisis y el desastre del 98. Inspirado en el Parnasianismo (formalista, arte por el arte) y el Simbolismo (intimista, busca la realidad tras las apariencias), el Modernismo explora temas como la soledad, el escapismo (temporal y espacial), el cosmopolitismo, el amor y el erotismo. Formalmente, se caracteriza por la innovación, la originalidad y la búsqueda de la perfección. Rubén Darío, con obras como Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza, es su principal representante. En España destacan Manuel Machado y Ramón María del Valle-Inclán.

La Generación del 98

La Generación del 98, coetánea al Modernismo, se centra en la reflexión y crítica de la situación española. Antonio Machado, figura clave, evoluciona desde el modernismo inicial (Soledades, galerías y otros poemas) hacia una poesía más sencilla y verdadera, reflejada en Campos de Castilla.

El Novecentismo (Principios del Siglo XX)

El Novecentismo, en la segunda década del siglo XX, se caracteriza por el racionalismo, el antirromanticismo, la defensa del “arte puro” y el aristocratismo intelectual. Juan Ramón Jiménez, premio Nobel, es su máximo exponente. Su obra se divide en tres etapas: sensitiva (Arias tristes, Jardines lejanos, Platero y yo), intelectual (Diario de un poeta recién casado) y verdadera (Dios deseado y deseante).

Las Vanguardias (1920)

Las Vanguardias, con Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías (metáfora y humor), irrumpen alrededor de 1920. La obra de Ortega y Gasset, como La deshumanización del arte (1925) y la Revista de Occidente (1923), influye en este movimiento. El creacionismo (Vicente Huidobro, Gerardo Diego), el ultraísmo (Rafael Cansinos Assens) y el surrealismo (Rafael Alberti con Sobre los ángeles, Federico García Lorca con Poeta en Nueva York) son las vanguardias más importantes en España.

Conclusión

Estos movimientos literarios representan el esfuerzo de un grupo de escritores por un arte nuevo que conectara a España con la modernidad europea.