Los Sofistas y Sócrates: Un análisis filosófico comparativo

Los Sofistas (Sabios)

Los sofistas, reconocidos por su sabiduría, se establecieron en Atenas para satisfacer la creciente demanda de conocimiento. Impartían sus enseñanzas a cambio de una remuneración económica, la cual variaba según el tema y la complejidad de la instrucción. Ofrecían sus lecciones tanto en espacios públicos como en las residencias de nobles y familias adineradas.

Los Sofistas desde un punto de vista filosófico

En el ámbito de la naturaleza, los sofistas se caracterizaron por su escepticismo. Negaban la capacidad del ser humano para comprender la naturaleza y, por lo tanto, no se preocupaban por admirarla. En cuanto al conocimiento ético y político, la mayoría de ellos adoptaba una postura realista. Consideraban que las normas morales y políticas no eran intrínsecamente buenas o malas, verdaderas o falsas, sino que su validez dependía del contexto social y temporal. Esta perspectiva relativista tuvo una influencia significativa en la práctica política posterior. En este contexto, surge la siguiente pregunta: ¿Lo malo es malo porque lo prohíbe la ley, o lo prohíbe la ley porque es malo?

Visión de los sofistas sobre el lenguaje

Los sofistas concebían el lenguaje como una creación humana, fruto de un acuerdo social, que no permitía un conocimiento profundo de la realidad. Para ellos, el lenguaje era simplemente una herramienta para nombrar las cosas, no para comprender su esencia.

Vocabulario

  • Logos: Explicación de un fenómeno o realidad a través de la fantasía y la imaginación.
  • Mito: Explicación de un fenómeno o realidad a través de la fantasía y la imaginación.
  • Polis: Ciudad-estado independiente, característica del mundo griego en la Antigüedad.
  • Hilozoísmo: Doctrina filosófica que atribuye a la materia la capacidad de actuar propia de los seres vivos.
  • Rarefacción: Disminución de la densidad de un cuerpo gaseoso.
  • Aforismo: Frase o sentencia breve considerada como una regla verdadera.
  • Cosmología: Disciplina que estudia el origen, la evolución y el destino del universo, así como el lugar que ocupa el ser humano en él.

Sócrates

Sócrates, nacido en noviembre, hijo de una partera y un escultor, aprendió el oficio de su padre y lo ejerció durante un tiempo. Su verdadera vocación, sin embargo, era la enseñanza, con el objetivo de mejorar a los hombres. A diferencia de los sofistas, Sócrates no cobraba por sus lecciones, viviendo con escasos recursos. Fue acusado de corrupción de menores e impiedad, por no seguir los rituales religiosos establecidos. Su oposición al sistema de gobierno ateniense le valió la condena a muerte. A pesar de que sus amigos le ofrecieron la posibilidad de escapar, Sócrates se negó, argumentando que las leyes deben cumplirse por el bien de la ciudad. Permaneció en prisión, bebió la cicuta y murió, fiel a sus principios, enseñando hasta el último día.

Pensamiento de Sócrates

Sócrates utilizaba analogías con los oficios de la época para ilustrar sus ideas. Consideraba la política como un oficio más, y argumentaba que, al igual que un buen zapatero necesita conocimientos teóricos y experiencia, un buen político también debe poseer conocimientos y experiencia práctica. Criticaba el sistema político ateniense, donde solo los nobles tenían acceso a la educación y la sabiduría política. Si bien reconocía que algunos ciudadanos comunes participaban en política, lo hacían en su tiempo libre, sin la preparación adecuada. Sócrates se oponía a la democracia ateniense, argumentando que el hecho de que un grupo de personas decida hacer algo no implica que sea correcto. Abogaba por la necesidad de cambiar las leyes para mejorar la sociedad.

Método de enseñanza socrático

Sócrates empleaba tres procedimientos en su enseñanza: ironía, mayéutica e inducción.

  • Ironía: Iniciaba sus diálogos con la frase “solo sé que no sé nada”, reconociendo su propia ignorancia como punto de partida para la búsqueda del conocimiento. Con esta actitud, Sócrates cuestionaba la supuesta sabiduría de los sofistas.
  • Mayéutica (el arte de dar a luz): Comparaba su labor con el oficio de su madre, la partera, argumentando que el conocimiento debe ser extraído del interior de la persona, como un parto. A diferencia de los sofistas, que impartían clases magistrales sin considerar las ideas previas de sus alumnos, Sócrates buscaba que estos descubrieran el conocimiento por sí mismos. (Pregunta de reflexión: ¿Tienen profesores que utilicen la mayéutica? Si la usa, ¿cómo la usa? Y si no la usa, ¿por qué cree que no la usa?)
  • Inducción: A través de preguntas, Sócrates guiaba a sus interlocutores a partir de casos particulares para llegar a conclusiones generales. Sus conversaciones se centraban en la moral, la virtud, la justicia y otros valores. Sócrates creía que la ignorancia era el principal problema de Atenas (doctrina del intelectualismo moral). Su interés por la moral se debía a la percepción de que ni los sofistas ni sus seguidores se preocupaban por ella, sino solo por su propio beneficio. (Pregunta de reflexión: ¿El hecho de que una persona sepa cuál es la manera correcta de comportarse implica que se vaya a comportar así?)