Perspectivismo y Raciovitalismo en Ortega y Gasset

Ortega y Gasset

Perspectivismo y Circunstancialidad

El perspectivismo es la segunda etapa del desarrollo de la filosofía de Ortega, situada en torno a 1914. En ese entonces, realiza un descubrimiento filosófico trascendental: la circunstancialidad.

La afirmación de que la vida es la realidad impone a Ortega la crítica al idealismo y al realismo. Son la cara y la cruz de la misma falsa moneda, al ignorar la vida como realidad radical. Para el realismo, la verdadera realidad son las cosas en sí mismas. El realismo no ha sabido dar importancia al yo y ha quedado absorto por el mundo exterior. La vida humana no se trata de una cosa y, por eso, posee una naturaleza propia. El idealismo comete el mismo error. Para Ortega, no puede existir el yo sin las cosas, sin mundo. Solamente existe un yo que coexiste con el mundo y conserva su autenticidad.

A partir de su libro, se introduce el tema de la circunstancialidad de lo humano. Esta doctrina permite explicar el proceso vital e intelectual del propio Ortega. El método filosófico de Ortega consiste en partir de la reflexión de las cosas que nos rodean para elevarse a las más lejanas. De esta forma, la vida es un continuo intercambio entre el yo y la circunstancia, dirigido por la razón, hasta el punto de que vivir es razonar.

La circunstancia posibilita mi vida y constituye la perspectiva concreta desde la que se muestra la verdad de las cosas. No es válida la postura del dogmático ni tampoco la del escéptico ante la variedad de opiniones. La posición correcta es: la verdad existe y, dependiendo de la perspectiva desde la que miremos, nos ofrecerá aspectos distintos. El sujeto no deforma la realidad, la selecciona desde su circunstancia. La realidad consiste en asimilar aquella perspectiva sin rechazar las perspectivas y las visiones de los demás.

Ortega hablará de la necesidad de apreciar en cualquier otro un valor propio. Tolerancia significa la aceptación de que la posición del otro tiene el mismo derecho a existir que la mía.

El perspectivismo constituye un punto de partida para entender la perspectiva real. En una perspectiva visual encontramos: alguien que mira desde un punto de vista, algo visto en ese mirar, distintos planos y un punto de vista (lugar, tiempo…).

Podemos distinguir una doble dimensión en la perspectiva real: la subjetiva y la intersubjetiva.

Raciovitalismo

El raciovitalismo, la tercera etapa de su pensamiento, conforma los conceptos de razón vital y razón histórica. Es la maduración de su pensamiento, una reflexión de las perspectivas radicales en las que el ser humano está situado: la razón y la vida.

Podemos distinguir tres acepciones del término vitalismo:

  • Vitalismo filosófico (para el que el conocimiento es fruto del proceso biológico).
  • La filosofía de Bergson (donde la razón es un modo más profundo, concretado en la vivencia íntima de las cosas).
  • Defender la primacía absoluta del método racional del conocimiento y situar en la reflexión filosófica el problema de la vida.

El concepto de razón vital supera el mero vitalismo y manifiesta la necesidad del pensar para el vivir.

Ortega critica los excesos del racionalismo, no la razón. El raciovitalismo propugna una mayor atención a la vida. Esta perspectiva no puede prescindir de la razón y, por eso, se siente incómodo con el calificativo de vitalismo. El término vitalismo tiene connotaciones irracionales que no puede aceptar. La vida es la realidad radical.

Ortega explica una nueva realidad, una nueva idea de ser, por tanto, una nueva ontología. Para los filósofos antiguos, realidad y ser equivalían a cosa; para la moderna, significa intimidad, subjetividad.

Tesis sobre el Racionalismo

Ortega plantea una tesis sobre el racionalismo, explicada en cuatro apartados:

  1. La vida es realidad primera, primigenia, anterior al pensamiento. Hay que darse cuenta de que la vida estaba ahí.
  2. La vida que le interesa es la que cumple con una serie de condiciones determinadas: la vida humana es la de cada cual, es la vida personal.
  3. Con la introducción del pensamiento, la vida humana puede diferenciarse de cualquier otra vida. El pensamiento es lo que da sentido a la forma propia de actuar del hombre y la mujer (la acción).
  4. El pensamiento humano es una labor en continua ampliación. Si alguien alcanza todo el poder posible, identificaríamos el saber con lo sabido por nosotros, se convertiría en absoluto y estaríamos matando al propio conocer.

Ortega entenderá aquellos pensamientos que construimos y de los que somos conscientes. Las ideas las construimos; las ideas y nosotros somos solo “conocidos”. Las creencias, en cambio, son una clase muy especial de ideas, son nuestra realidad. Las creencias son nuestra vida, y las ideas son equiparables a la razón con la que pensamos la realidad, que es la vida. La duda es el intento de buscar la seguridad perdida.

Categorías de la Vida

La vida como realidad radical. Ortega dice que las verdades fundamentales tienen que estar siempre a la mano, porque así pueden ser fundamentales. La realidad radical es nuestra vida. No existe otra realidad más indubitable. Para ver en qué consiste esta vida, Ortega nos invita a ir notando los atributos de nuestra vida, en orden tal que de los más externos avancemos hacia los más internos. Se trata de encontrar categorías con las que podamos definir la vida. Esas categorías son propiedades que expresan el “vivir” en su exclusiva peculiaridad. Estas categorías son: entenderse de sí mismo, que estemos ocupados de algo, tener una finalidad, tener una anticipación y un proyecto, decidir entre posibilidades, tener una determinación relativa y, por último, una futurización.

La vida para el ser también enlaza con la historia. Olvidar su historia sería el error más peligroso en el que pudiera caer un hombre o mujer de cada generación para la generación siguiente.

Razón, vida e historia son inseparables, por lo que viene a ser una misma cosa. Mi vida es historia. Mi vida es circunstancia histórica. La razón vital se concreta en la razón histórica, porque partimos de un sujeto con una realidad social e histórica.

Contexto de Nietzsche

La filosofía de Nietzsche comprende la crítica a la tradición judeo-greco-cristiana desde el punto de vista de la metafísica, la moral, la ciencia, etc. Esta crítica condujo a plantearse el sentido de la humanidad en su actual estado de decadencia y a plantear el nihilismo como destino de la cultura occidental, la voluntad de poder, la transvaloración de todos los valores y el superhombre como un intento de superar biológicamente el género humano.

Muchos pensadores (como Nietzsche) representan una relectura de la historia y la cultura occidental. El nihilismo es una visión del esencial carácter trágico, agónico y sin salida (no solo individual), sino también de la colectiva, plasmada en la historia de la humanidad.