La Crítica de la Razón Pura de Kant

La Crítica de la Razón Pura de Kant

Problema del conocimiento. Posibilidad de la metafísica como ciencia.

La doctrina kantiana del conocimiento se basa en la distinción entre dos facultades de conocer:

  • La sensibilidad, que es pasiva y se limita a recibir información del exterior.
  • El entendimiento, que es activo y produce lo que experimenta.

Kant establece que tanto el sistema filosófico basado sólo en el entendimiento (filosofía racionalista) y otro basado sólo en la sensibilidad (filosofía empirista) son incompletos.

La metafísica como ciencia

Kant se muestra sobre todo interesado por el problema de la metafísica como ciencia. Lo que le preocupa es que la metafísica se coloque junto al resto de las ciencias.

La metafísica se distancia del conjunto de las ciencias por 2 razones fundamentales:

  • La ciencia progresa mientras que la metafísica plantea los mismos problemas que se planteaban en la antigüedad.
  • Los científicos llegan a acuerdos mientras que los filósofos discrepan en casi todo.

Por lo que es necesario plantearse el problema, para que la metafísica pueda superar el estado en el que se encuentra. La solución a este problema nos lleva a plantearnos una cuestión previa: si la ciencia es posible bajo ciertas condiciones ¿puede la metafísica adaptarse a ellas?

El conocimiento científico es posible porque cumple dos tipos de requisitos:

  • Las condiciones empíricas, que son todas aquellas necesarias para la correcta percepción de un fenómeno.
  • Las condiciones a priori de la sensibilidad: todo lo que percibimos, lo percibimos en el espacio y el tiempo.

La ciencia es por tanto, un conjunto de proposiciones y juicios.

Debemos distinguir los distintos tipos de juicio que puedan encontrarse:

  • Juicios analíticos: son aquellos en los que el predicado está incluido en la noción del sujeto de manera que si estudiamos el sujeto, conoceremos el predicado. Estos tienen un “defecto” y es que el predicado no aporta nada nuevo.
  • Juicio sintético: se identifican porque el predicado no está incluido en la noción del sujeto.

Los juicios también se pueden clasificar según el modo en que sea posible conocer su verdad:

  • Juicios a priori: son aquellos cuya verdad puede ser conocida con independencia de la experiencia.
  • Juicios a posteriori: son aquellos cuya verdad solo puede saberse a partir de los datos de la experiencia.

Dentro de la Crítica de la razón pura hay que diferenciar tres apartados que Kant denomina: estética trascendental, analítica trascendental y dialéctica trascendental.

Estética trascendental

Para Kant, el conocimiento sensible depende de condiciones empíricas y condiciones a priori. Estas últimas eran el espacio y el tiempo y que son aportadas por el sujeto. El espacio y el tiempo son a priori porque son independientes de la experiencia, es la experiencia la que depende del espacio y el tiempo.

Kant llega a la conclusión de que la posibilidad de juicios a priori en las matemáticas depende de que el espacio y el tiempo sean intuiciones puras (que carecen de contenido alguno).

Analítica trascendental

El entendimiento comprende mediante los conceptos de las percepciones que recibimos en un espacio y tiempo.

Kant denomina a los conceptos puros del entendimiento “categorías”. Mediante las categorías el entendimiento ordena y valora los datos sometiéndolos a elementos a priori.

Estos elementos a priori son trascendentales ya que no proceden de la experiencia y son previas a ella.

Kant considera que las categorías pertenecen al entendimiento y que no proporcionan conocimiento sin sus correspondientes intuiciones sensibles.

La conclusión de la analítica trascendental es que son posibles los juicios sintéticos a priori en la física. Esto quiere decir que los conceptos puros de la física no se basan en la experiencia pero han de verificarse a través de ella.

La dialéctica trascendental

Como dijimos antes, solo podemos conocer lo que antes hemos percibido. Sin embargo la metafísica se empeña una y otra vez en querer traspasar ese límite.

Recuerda que: el espacio y el tiempo y las categorías son condiciones de posibilidad no rasgos reales de las cosas en sí mismas, y la metafísica quiere ir más allá de la experiencia aplicando las categorías a objetos de los que no tenemos experiencia.

Imposibilidad de la metafísica como ciencia

La razón es lo que hacemos cuando conectamos dos razonamientos. El problema de la razón reside en que estas conexiones vamos subiendo escalones elevándonos desde lo condicionado (aquello de lo que tenemos experiencia) hasta lo incondicionado (aquellos de lo que no tenemos experiencia). La aplicación de las categorías fuera de la experiencia da lugar a errores.

La razón: la razón tiende a pensar que el conjunto de todas nuestras actividades se fundamentan en el “alma”.

Dios, alma y mundo

Por otra parte asigna a la pluralidad de las cosas y sucesos que observamos al llamado “mundo”. La razón, en definitiva, piensa que hay un ser que es origen de todo y de todos y lo llama Dios.

Dios, alma y mundo, son ideas propuestas por la razón pero de las que no tenemos garantía alguna de que exista. No hay nada en el mundo de las percepciones que sea alma, Dios o mundo.

La razón y la metafísica

Cuando la metafísica se empeña en ofrecer “conocimiento científico” de la idea de alma incurre en un error conocido con el nombre de paralogismo. El razonamiento sería así:

  1. Lo que es sujeto absoluto y no puede ser empleado como sujeto de un juicio es sustancia.
  2. El sujeto absoluto es el “yo”
  3. Luego el yo es una sustancia.
  4. Luego la sustancia existe.

Pero según Kant el error es el siguiente: el sujeto es una magnitud puramente lógica no ontológica. La sustancia (el alma) solo existe como concepto.

Dios, alma y mundo son tres ideas de la razón que solo expresan un ideal, el ideal de la esperanza.

Ideas generales sobre el actual humano. La ética Kantiana.

El objetivo de la Crítica de la razón pura era negar la posibilidad de la metafísica como ciencia. Está imposibilitada debido a la imposibilidad de la propia estructura del conocer de resolver los problemas trascendentales (Dios, alma y mundo).

Pese a esta imposibilidad el hombre necesita construir un mundo digno para sí, por lo que buscará el camino más digno y propicio para ello. Lo llamaremos ética o moral.

Sabemos que la razón es una pero ésta tiene dos funciones, una teórica basado en los datos ofrecidos por una fuente distinta de ella y fuera de la misma y una función práctica donde la fuente de objetos es ella misma: las elecciones morales. Lo que nos interesa saber es como debe ser la conducta humana, y para ello la razón práctica formula imperativos o mandamientos.

Según Kant todas las éticas que se han presentado a lo largo de la historia son materiales (aquellas que justifican la acción en función de una idea previa de lo que es el bien, que puede varias según las situaciones). Pero esta presenta para Kant las siguientes deficiencias:

  • Son empíricas, es decir son generalizaciones a partir de la experiencia, que no coincide en todos los seres humanos.
  • Son hipotéticos o condicionales, es decir son medios para conseguir un fin.
  • Son heterónomas es decir la ley a cumplir viene desde fuera, es decir de una instancia exterior a la propia razón.

Pero Kant quiere establecer una ética formal que investigue un principio interno a la voluntad de la misma, solo así se habrá encontrado la base de una moral universal que afecte a todos los hombres por igual.

La ética formal de Kant se encuentra basada en la buena voluntad, que esta queda entendida como la que lo es en sí misma y no respecto a alguna cosa. Esto implica que una ética formal debe ser racional y universal. También debe carecer de contenido no estableciendo ningún bien o fin que deba ser perseguido por el ser humano.

El principio moral universal que rige toda buena voluntad es actuar por deber, es decir por puro respeto a la ley. Las cosas no son ni buenas ni malas puesto que no tienen voluntad. Una buena voluntad solo puede verse en un ser racional. Kant distingue entre tres acciones:

  • Acciones realizadas de acuerdo con el deber
  • Acciones contrarias al deber
  • Acciones realizadas por mor del deber.

Solo la tercera tiene valor moral, en estas acciones se ocultan intereses particulares, intentando dar a entender que se actúa por amor al deber. El valor moral de una acción radica pues en una máxima. Una máxima es un principio práctico que tiene un valor subjetivo, no tiendo que coincidir con el principio formal práctico, ya que no siempre nos apetece hacer lo que debemos hacer.

Kant encuentra dos tipos de imperativos: el imperativo categórico y el imperativo hipotético.

El imperativo categórico toma la forma de una condición es decir ordena la acción hacia un fin externo a la propia voluntad. Ordena la conducta conforme a la ley moral universal.

Por último es un hecho que en todas las culturas y tiempo existen códigos morales que nos impulsan al hombre a hacer lo que debe. Pero este hecho exige la existencia de tres realidad: la libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. Kant estableció que tales hechos no son asequibles al conocimiento pero sin embargo son postulados de la razón práctica, un postulado es algo que se puede considerar como verdadero en el momento pero no se sabe si en un futuro lo seguirá siendo mientras que los axiomas son evidentes por sí mismos, es decir son verdad aquí y ahora y lo serán en un futuro.