El Sistema Político de la Restauración en España
Fundamentos Doctrinales
El sistema político de la Restauración, ideado por Cánovas del Castillo con la ayuda de Mateo Sagasta, se basaba en:
- Restauración de la Dinastía Borbónica: Para superar la inestabilidad política y lograr la pacificación social.
- Síntesis entre lo Viejo y lo Nuevo: Combinar el legado histórico (“constitución interna”) con los ideales progresistas.
- Sentido de la Realidad: La política como “el arte de lo posible”, adaptándose a las circunstancias.
- Civilismo frente a Militarismo: Primacía del poder civil, legitimado por la voluntad nacional.
- Posibilismo Canovista: Búsqueda de acuerdos y consensos, integrando a todas las fuerzas políticas.
- Pacto entre Fuerzas Políticas: Consenso basado en una nueva constitución.
Teoría Política de Cánovas
Se basa en cuatro pilares:
- El Rey: Elemento fundamental de la “constitución interna”, la monarquía no se cuestiona.
- Las Cortes: Junto con el rey, forman la columna vertebral de la nación.
- Turno de Partidos: Alternancia entre dos partidos: Conservador (Cánovas) y Liberal (Sagasta).
- La Constitución Escrita: Un código que articula la vida de la nación, con flexibilidad para permitir la alternancia de partidos.
La Constitución de 1876
Promulgada en mayo de 1876, fue la de mayor duración (47 años). Buscó un equilibrio entre la moderada de 1845 y la democrática de 1869. Sus rasgos principales:
- Soberanía Compartida: Entre el rey y las Cortes.
- Sistema Bicameral: Congreso (diputados por cada 50.000 ciudadanos, elegido por sufragio censitario) y Senado (miembros por derecho propio, vitalicios y electos).
- Poder Ejecutivo del Rey: Figura inviolable, mando del ejército, nombramiento del presidente del gobierno, disolución de las Cortes.
- Declaración de Derechos y Libertades: Amplia declaración de derechos.
- Unidad de Leyes: Supresión de los fueros vascos.
- Confesionalidad del Estado: Religión católica oficial, pero con libertad de cultos.
El Turnismo y el Caciquismo
Los partidos eran agrupaciones parlamentarias sin estatutos, con mínimas diferencias ideológicas. El sistema se basaba en el turnismo pactado entre Cánovas y Sagasta, con respeto a la Constitución durante el reinado de Alfonso XII. Sin embargo, el intento de Cánovas de implantar un sistema bipartidista al estilo británico en una sociedad española no vertebrada, junto con las irregularidades electorales, propició el caciquismo. El cacique, figura de poder económico local, controlaba políticamente su zona de influencia, siendo clave en el sistema. El turnismo, en manos de la oligarquía, se perpetuaba mediante el fraude electoral (“encasillado”), marginando a la oposición. El Ministerio de la Gobernación elaboraba la lista de diputados (“encasillado”) que serían elegidos, asegurando el control del parlamento. Los caciques locales, mediante compra de votos, coacción y fraude (“pucherazo”), imponían los resultados. Esto generó una fuerte oposición en la clase media y baja urbana.
Evolución Política de la Restauración
- 1875-1885: Reinado de Alfonso XII.
- 1885-1902: Regencia de María Cristina de Austria.
- 1902-1923: Reinado de Alfonso XIII y crisis del sistema.
Crisis y Fin de la Restauración
La muerte de Alfonso XII y la regencia de María Cristina pusieron a prueba el sistema. El “Pacto del Pardo” mantuvo el turnismo. El reinado de Alfonso XIII se enfrentó a graves problemas: el Desastre del 98, el auge de movimientos sociales, el nacimiento de los nacionalismos y la frustración militar. La Semana Trágica de Barcelona (1909), el anticlericalismo, el antimilitarismo y el anarcosindicalismo catalan incrementaron la tensión. El asesinato de Eduardo Dato en 1921 y el Desastre de Annual en Marruecos (1921) precipitaron la crisis. El golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, apoyado por Alfonso XIII, puso fin a la Restauración.
Amenazas a la Monarquía Restaurada
Los enemigos del régimen fueron:
- El Carlismo: Fortalecido tras el Sexenio, fue combatido por Alfonso XII en sus bastiones (Navarra, Cataluña y Vascongadas).
- El Republicanismo: Debilitado tras la I República, se reorganizó con el apoyo de Sagasta, ganando influencia en las ciudades.
- El Movimiento Obrero: Perseguido hasta su legalización en 1881, se dividió en anarquistas (violentos en Andalucía, con la Mano Negra) y socialistas (PSOE y UGT).
- Regionalismo y Nacionalismo: Surgieron como respuesta a la centralización. El catalanismo fue el más influyente. El nacionalismo vasco, impulsado por Sabino Arana, se basó en la defensa de la raza, la lengua y la tradición. En Galicia y Andalucía también hubo movimientos regionalistas.
El Problema de Cuba
La Guerra de Cuba (1895-1898) y el Desastre del 98 fueron factores clave en la crisis de la Restauración.