David de Bernini
Contexto
Obra escultórica de Bernini, perteneciente al arte barroco italiano del siglo XVII. Escultura hecha en mármol a tamaño real, y situada en la Galería Borghese, en Roma (Italia).
Análisis
Es una obra impresionante en la que se muestra a David en el momento de máxima tensión, en el instante en el que lanza la honda a Goliat. Es típico de la época el mostrar justo el momento en el que transcurre el instante culmen de la acción. Nos encontramos con un David adulto con mucha fuerza y gran potencia muscular.
A diferencia del David de Miguel Ángel, éste muestra una gran torsión en el cuerpo, las líneas diagonales son predominantes y la expresividad es máxima en toda la composición. El David de Miguel Ángel situaba la acción en el momento inmediatamente anterior a la acción, y el David de Donatello el momento posterior.
Detalles
Es importante resaltar algunos detalles como son:
- Los dedos de sus pies agarrotados, lo cual da más sensación de esfuerzo por parte de David.
- Los músculos del cuerpo están tensos sin excepción y tiene las piernas que le estabilizan, estiradas de un modo muy realista a como lo haría una persona normal.
- Tenemos a un David desnudo al cual solo le cubre una tela en la “entrepierna”, la tela presenta un juego de pliegues realista y cuya curvatura le da aún más movimiento a la obra.
- Músculos del cuello con una tensión muy grande, mostrando su esfuerzo por aguantar la respiración en ese momento por su propio esfuerzo.
- En su rostro vemos como David se muerde los labios y arruga la barbilla, lo que aporta tensión al rostro. Su entrecejo está fruncido y se remarcan las arrugas de la frente y de alrededor de los ojos los cuales miran con ira.
- Su cabello aporta movimiento ya que es despeinado, voluminoso y rizado.
En definitiva, es un rostro deformado, para nada idealizado, sino realista y dinámico.
Las Hilanderas de Velázquez
Contexto
Las Hilanderas es una de las obras más interesantes y enigmáticas de Velázquez. Fue pintada casi con total seguridad en 1657 para D. Pedro de Arce, Montero del Rey, aunque en el siglo XVIII ya figura en las colecciones reales.
Análisis
En primer plano vemos cinco mujeres que preparan las lanas para la fabricación de tapices. En la zona de la izquierda encontramos una de las mujeres manejando la rueca y a su lado otra que se pone en pie, estableciéndose entre ambas una relación a través de sus miradas. El centro está ocupado por una joven agachada que recoge las lanas del suelo, con un gato a sus pies. En la derecha se sitúan otras dos mujeres, una de espaldas devanando la lana, y su ayudante, a la que sólo vemos la cabeza.
Al fondo, detrás de ellas, aparecen otras cinco mujeres ricamente vestidas, sobre un fondo de tapices.
Esta última escena sería la que da título al cuadro, ya que recoge la fábula en la que la joven Aracne al presumir de tejer como las diosas, es retada por Atenea a la confección de un tapiz. El jurado dictaminó un empate pero Atenea castigó a Aracné convirtiéndola en araña para que tejiera durante toda su vida.
El primer plano está ocupado por un instrumento musical y tras él observamos, en la izquierda a Atenea con su casco y su lanza, acompañada de una dama de perfil. Aracné, ricamente vestida, se ubica en el centro de la composición mientras en la derecha quedan otras dos miembros de jurado. El tapiz del fondo representa el Rapto de Europa, una obra realizada por Tiziano para Felipe II.
Con esta fábula Velázquez, quiere indicarnos que la pintura es un arte liberal, igual que el tejido de los tapices, no es una artesanía como la que realizan las mujeres en primer término.
Detalles
Estamos ante una de sus mejores pinturas, en la que Velázquez ha sabido dar sensación de movimiento, como vemos en la rueca de la izquierda, ya que no vemos sus radios, y en la derecha se devana la lana muy rápidamente, tanto que parece tener 6 dedos.
También hay que destacar el efecto atmosférico, es decir la sensación de que parece que entre las figuras hay aire, que distorsiona los contornos, y provoca en la figuras cierta borrosidad.
La pincelada es muy suelta, utiliza manchas como por ejemplo en el gato o en el rostro inacabado de la mujer del centro, que está a contraluz. La luz viene de la derecha y con muy poco colorido se obtiene mucha luminosidad. El artista consigue anticiparse al Impresionismo.
Los añadidos que se añaden posteriormente en los 4 lados, hacen la obra más grande.
La Rendición de Breda
Contexto
Autor: Velázquez; Fecha: 1635; Museo: Museo del Prado; Características: 307 x 367 cm.; Estilo: barroco; Material: Óleo sobre lienzo.
Obra realizada para el Salón de Reinos del madrileño Palacio del Buen Retiro, actualmente destruido; se fecharía antes del mes de abril de 1635 y representa un episodio de la Guerra de Flandes ocurrido el 5 de junio de 1625.
Análisis
Tras un año de sitio por parte de las tropas españolas, la ciudad holandesa de Breda cayó rendida, lo que provocó que su gobernador, Justino de Nassau, entregara las llaves de la ciudad al general vencedor, Ambrosio de Spínola. Pero Velázquez no representa una rendición normal sino que Spínola levanta al vencido para evitar una humillación del derrotado; así, el centro de la composición es la llave y los dos generales.
Las tropas españolas aparecen a la derecha, tras el caballo, representadas como hombres experimentados, con sus picas ascendentes que consideradas lanzas por error dan título al cuadro. A la izquierda se sitúan los holandeses, hombres jóvenes e inexpertos, cuyo grupo cierra el otro caballo. Todas las figuras parecen auténticos retratos aunque no se ha podido identificar a ninguno de ellos, a excepción del posible autorretrato de Velázquez, que sería el último hombre de la derecha; al fondo aparecen las humaredas de la batalla y una vista en perspectiva de la zona de Breda.
Composición y Técnica
La composición está estructurada a través de dos rectángulos: uno para las figuras y otro para el paisaje. Los hombres se articulan a su vez a lo largo de un aspa en profundidad, cerrando dicho rectángulo con los caballos de los generales.
La técnica pictórica que utiliza aquí el artista no es siempre la misma sino que se adapta a la calidad de los materiales que representa, pudiendo ser bien compacta, como en la capa de la figura de la izquierda, bien suelta, como en la banda y armadura de Spínola.
Breda volvió para siempre a manos holandesas en 1639.