La Filosofía de Nietzsche
Crítica a la Moral Tradicional y el Advenimiento del Superhombre
El Primer Nietzsche: La Filosofía Negativa
Según Nietzsche, la historia de la filosofía se basa en una gran mentira. Los valores de la Ilustración rechazan la vida, creando mundos ilusorios. El mundo inmutable y celestial se considera bueno y alcanzable por el virtuoso, mientras que lo sensible es malo. Debemos desconfiar de la moral cristiana, originada en el resentimiento contra la vida. Nietzsche cuestiona el concepto de verdad, descubriendo la mutación de los significados originales de “bueno” y “verdadero”. Surge la necesidad de transmutar estos valores e instaurar una nueva axiología.
La obra de Nietzsche tiene dos objetivos: criticar el pensamiento occidental (filosofía negativa) y explicar su propio punto de vista (filosofía positiva). Para Nietzsche, la reflexión filosófica interesante comienza con Sócrates. Sin embargo, reconoce obras previas dignas de elogio. Hasta Nietzsche, el paso del mito al logos se consideraba positivo. Nietzsche es el primero en cuestionarlo, argumentando que el arte conecta mejor con la realidad que la razón. Para nuestra mentalidad racionalista, es difícil concebir un mundo centrado en el arte y no en la ciencia. El arte tiene un carácter lúdico; el artista no juzga la realidad, solo la contempla y refleja, buscando la belleza. Con Sócrates, solo es verdadero lo que se somete a la razón.
Lo Apolíneo y lo Dionisiaco
Para Nietzsche, lo dionisiaco es primordial. De él se derivan los cultos apolíneos, que alejan al hombre de la sensibilidad. Si el individuo buscara solo el placer inmediato, su vida se consumiría. La vida busca un freno a la apetencia de placer. Sócrates, para Nietzsche, es el gran traidor.
El Segundo Nietzsche: La Filosofía Positiva
Nietzsche considera una única realidad con dos planos: el individual (captado por los sentidos) y el profundo (unidad vital de todas las cosas). La vida es una fuerza moral que se alimenta de los individuos. La muerte, el mayor mal para el hombre, es necesaria para que unos individuos den paso a otros.
A partir de Sócrates, la conciencia se debilita, haciendo al hombre decadente, rechazando la verdad del ciclo de la vida. La razón crea un mundo ideal, dominado por la moral y no por la vida. Acusar a la vida de cruel o malvada no tiene sentido.
La Voluntad de Poder
La vida, para Nietzsche, es la voluntad de poder, el deseo de autocrecimiento. Es el mecanismo básico de la vida y la explicación de los comportamientos humanos. En el hombre, la voluntad de poder nunca se rinde, superando los obstáculos de la naturaleza.
El Nihilismo
El nihilismo tiene dos sentidos: la negación de las esperanzas morales y racionales, y el desgaste de las bases del cristianismo. Dios ha perdido su lugar central en la cultura occidental. El hombre ha perdido la fe medieval, pero no ha sabido sustituir a Dios por otros valores.
La Moral Cristiana
La crítica de Nietzsche al cristianismo se divide en tres apartados: la moral de los señores y los esclavos, la crítica a la moral judeocristiana y el espíritu libre.
El Superhombre
Si el ser humano necesita la razón y los valores, ¿puede ser un hombre cualquiera el espíritu libre? Nietzsche propone un salto más allá de las condiciones humanas. La realidad es un eterno retorno de lo particular. El superhombre acepta este eterno retorno.
El Eterno Retorno
Esta doctrina implica que los seres finitos se explican desde sí mismos. Es una doctrina dura para el hombre, cuya característica es la conciencia, imposible en la teoría de Nietzsche. El eterno retorno supera y confirma el nihilismo. Un hombre que acepte su caducidad y supere el miedo a la nada no es un hombre, sino un superhombre.