Metamorfosis y Mitos Griegos: Un Análisis Comparativo

Vocales y Diptongos

Cambios Vocálicos:

  • O > UE
  • E > IE
  • I > E
  • U > O
  • UM > O
  • Vocal breve postónica desaparece.

Cambios Diptongos:

  • AE > E
  • AE (acentuado) > IE
  • OE > E
  • AU > O

Consonantes y Grupos Consonánticos

Cambios Consonánticos:

  • Las consonantes en sílaba final desaparecen, excepto L y S.
  • La R final sufre metátesis.
  • La F inicial pasa a H.
  • La F inicial se mantiene cuando la siguen las vocales UE, IE.
  • La I consonántica, seguida de O ó U evoluciona a J.
  • La I consonántica, seguida de A evoluciona a Y.

Evolución de Consonantes Sordas a Sonoras:

  • P > B
  • T > D
  • C (QU-) > G

Las consonantes sonoras entre vocales desaparecen.

Cambios en Grupos Consonánticos:

  • LL > LL
  • PL > LL
  • CL > LL
  • FL > LL
  • X > J
  • CT > CH
  • GN > Ñ
  • MN > Ñ
  • NN > Ñ
  • C (U)L > J
  • LI > J
  • TI > CI
  • DI > Y
  • NI > Ñ
  • CE o TE > Z
  • NE > Ñ

Mito de las Edades

Hesíodo, Teogonía

Hesíodo dividió el tiempo en cinco edades:

  1. Edad de oro: Época en la que convivieron dioses con humanos, caracterizada por la paz y la felicidad. No trabajaban porque la tierra les daba los alimentos necesarios.
  2. Edad de plata: Los humanos de esta época no eran inteligentes. No rendían culto a los dioses por lo que Zeus les hundió.
  3. Edad de bronce: Estaban hechos para ir a la guerra, descubrieron el bronce con el que creaban las armas para la guerra.
  4. Edad de hierro: Época en la que el hombre vivía infeliz y eran miserables.
  5. La edad de los héroes: Esta edad corresponde a los héroes que lucharon en Tebas y en Troya.

Ovidio, Metamorfosis

Para Ovidio solo hay cuatro edades:

  1. Edad de oro: Decía lo mismo que Hesíodo.
  2. Edad de plata: Creación de las estaciones, en esta etapa los humanos debían de trabajar la tierra.
  3. Edad de bronce: Es cruel y tiende a las armas.
  4. Edad de hierro: Se caracteriza por el ansia de tener cosas. Extraen los minerales de la tierra.

Cervantes, Quijote 1ª parte, capítulo de los Cabreros

Habla de la división de las edades que hicieron Hesíodo y Ovidio. La edad en la que vive El Quijote es en la edad de hierro.

Mito del Origen del Mundo

Hesíodo, Teogonía

Según Hesíodo en un principio solo existía el Caos. Después emergió Gea (la tierra) surgida de Tártaro y Eros (el amor). Por Eros surgieron Érebo (tinieblas). Nix (la noche) y Érebo originaron a Éter y Hemera (el día).

Con la luz, Gea engendró sola a Urano (el cielo estrellado). Y también hizo las altas montañas.

Urano derramó una lluvia fértil sobre su madre y así es como nacieron las hierbas, las flores y los árboles con animales. La lluvia sobrante hizo que surgieran los ríos, los lagos y los mares, todos ellos recibieron el nombre de Titanes y las Titánidas.

Urano y Gea también crearon otros hijos: los Cíclopes.

Por otra parte la noche engendró a Tánatos (la muerte), a Hipno (el sueño), Hespérides (guardianas del atardecer), Moiras (hilanderas que rigen con sus hilos los destinos de la vida) y Némesis (protectora del equilibrio).

Génesis, Biblia

Dios creó el cielo y la tierra. La tierra estaba cubierta de tinieblas. Dios hizo la luz para que desapareciera, llamó Dios a la luz el día y a las tinieblas la llamó noche. Apartó el agua del firmamento.

Ovidio, Metamorfosis

Origen del mundo:

En el principio de los tiempos reinaba el caos, una masa uniforme y desordenada y el aire la tierra y el mar estaban mezclados.

Separación de los elementos:

Un dios separó los elementos distribuyéndolos al mismo tiempo. Y una vez distribuidos los elementos moldeó la tierra dándole forma esférica. Cuando esto ya estaba hecho distribuyó los ríos y mares y dividió la tierra en cinco zonas: las dos polares, las dos temperadas y la tórrida en el centro. Más tarde no dejó que ningún elemento reinara sobre otro de manera que colocó dioses sobre la tierra para que cada uno ejerciera una o varias funciones dentro del cosmos.

La creación del hombre:

El hombre fue creado de la semilla divina. Fue moldeado a partir de tierra y de agua de lluvia hasta darle una forma similar a la de los dioses, de esta manera la tierra fue poblada por hombres.

Las cuatro edades:

La primera raza fue la de la edad de oro. Estos practicaban la justicia espontáneamente y vivían sin un gobierno reconocido y se alimentaban con los frutos que el campo daba por sí solo, es decir, no eran agricultores sino que comían frutos silvestres.

La segunda edad fue la edad de plata peor que la de oro, pero mejor que la de bronce rojizo. Júpiter dividió el año en cuatro estaciones. Y por primera vez los hombres buscaron refugio en las cuevas.

La edad de bronce se caracterizó por unos hombres de carácter cruel y propicia a enfrentamientos violentos entre ellos.

La última en aparecer fue la edad del hierro, con hombres predispuestos a la traición, engaño… Y con marineros que surcaban los mares. Más tarde se encontraron los hombres de la edad del oro con los de la edad del hierro y mantuvieron una lucha.

Los gigantes:

Los gigantes intentaron apoderarse del cielo pero Júpiter los paró y los mató y de su sangre nacieron nuevos seres humanos.

Licaón:

Todos los dioses se reúnen y Júpiter explica que teme por la seguridad de la especie humana porque hay una raza que provoca la guerra y a causa de esta ha de exterminar toda la humanidad para mantener la tierra a salvo. Júpiter bajó a la Tierra y Licaón, que tenía la capacidad de transformarse en hombre-lobo le intentó matar, y es por ese motivo que Júpiter decide castigar a toda la humanidad. Todos aceptan el castigo pero algunos se preguntan si se acabará definitivamente con la raza humana y Júpiter les dice que no se preocupen que él tendrá cuidado y promete una raza de origen divino que no se parezca en nada a la anterior.

El diluvio universal:

Se disponía a tirar los rayos cuando se dio cuenta que de esta manera podía quemar toda la Tierra e incluso destruir el universo así que decidió cambiar el castigo. Mandó muchas lluvias desde todas partes del cielo. Llama a todos los ríos y les ordena que se desborden inundando todo lo que encuentren a su paso y estos así lo hacen. De esta forma todo se convierte en un mismo mar, pero en medio del inmenso océano queda un hombre subido en lo alto de una colina y otro en una pequeña barca con remos, pero muchos de los que han sido perdonados por las aguas mueren más tarde por falta de alimentos.

Deucalión y Pirra:

Cuando Deucalión y su esposa, Pirra, llegan a una montaña que no ha sido totalmente cubierta por las aguas, el Parnaso, todos los demás hombres ya habían fallecido. Júpiter ordena que todas las aguas vuelvan a sus respectivos lugares. Una vez que todas las aguas están en su sitio la Tierra vuelve a la normalidad pero esta vez está vacía, y los únicos supervivientes del gran diluvio han sido Deucalión y Pirra. Deucalión hace una plegaria, desea poder modelar hombres tal y como lo hizo su padre, Prometeo.

Temis se compadeció de ellos y les dijo cómo podían restablecer el linaje. Ambos lanzan piedras por encima de sus cabezas de las cuales nacen seres humanos. De las que lanza Pirra nacen mujeres y de las que lanza Deucalión nacen hombres.

Pitón:

El resto de animales los produjo la Tierra sola. A partir del fuego y del agua nacen todos los demás seres que habitarán la tierra. De esta manera, con la Tierra cubierta de lodo por el reciente diluvio y el calor del sol se formó Pitón que más tarde se convirtió en serpiente. Apolo consiguió en una ocasión derrotar a Pitón y se pusieron un nombre a unos juegos en honor de esta serpiente, para recordar la hazaña de Apolo.

Dafne:

Ninfa hija del dios del río Peneo. Era una cazadora consagrada a Diana, diosa de la caza, y, como ésta, se negaba a casarse. El dios Apolo se enamoró de Dafne (por una venganza de Cupido) y, cuando ella rechazó sus requerimientos, él la persiguió por el bosque. Suplicó a su padre que la ayudara y, como Apolo insistía en perseguirla, la ninfa se transformó en un laurel. Desconsolado por la transformación de Dafne, Apolo hizo del laurel su árbol sagrado. “Apenas acabado el ruego, un pesado entorpecimiento se adueñó de sus miembros: su blando pecho es rodeado de fina corteza, sus cabellos crecen como hojas, sus brazos como ramas; su pie, hace poco tan veloz, se queda fijo con lentas raíces, el lugar de su rostro lo tiene la copa: en ella permanece solamente su belleza.”

Io:

Hija del dios del río Ínaco. Amada por Júpiter, éste la transformó en una vaquilla blanca para protegerla de los celos de su mujer Hera. Sospechando que el animal era realmente la amante de Júpiter, Hera le pidió la vaquilla de regalo e hizo que Argos, el monstruo de los cien ojos, la custodiara.

Argos:

Como el monstruo nunca dormía con todos sus ojos cerrados, a Io le resultaba imposible escapar hasta que Júpiter envió a su hijo, el dios mensajero Mercurio, para que la rescatara. Mercurio le cuenta la historia de cómo fue inventada la flauta.

Siringe:

“Rendía culto a la diosa Ortigia con sus aficiones y la propia virginidad; también ceñida a la manera de Diana podría engañar y ser considerada la Latonia, si no fuera porque el arco de esta era de cuero y el de aquella de oro; aun así engañaba… y con su cabeza ceñida por agudas hojas de pino…” esta ninfa enamora al dios Pan que la persigue hasta el río Ladón donde ruega a sus hermanas que la transformen quedando convertida en cañas de pantano de las que brotan una dulce música.

Faetón:

Faetón es hijo de Clímene, pero no se sabe con certeza quién es su padre, tiene templos en varias ciudades al lado de los de su madre. Un día Faetón y Épafo discutieron y Épafo resultó ofendido. Este fue a contarle lo sucedido a su madre y le pide explicaciones sobre quién es su progenitor. Clímene jura que el padre de Faetón es el sol. Faetón se marcha con dirección hacia donde sale el sol para conocer a su padre.

Libro II

Faetón:

“El palacio del sol se alzaba sobre columnas, refulgía con centelleante oro y piropo que parece fuego, brillante marfil cubría sus altos techos, las dos hojas de la puerta lanzaban destellos de luz de plata” “cubierto con un vestido de púrpura estaba sentado Febo en un trono que irradiaba luz por el brillo de las esmeraldas. A derecha e izquierda estaban de pie el Día, el Mes, el Año y los Siglos y también las Horas dispuestos en espacios iguales y la joven primavera, ceñida con una corona de flores, el verano estaba desnudo y llevaba una guirnalda de espigas; y estaba el otoño, sucio de uvas pisadas y el frío invierno con los cabellos blancos erizados”

Faetón es hijo del dios del sol, y de la ninfa Clímene. Febo le prometió, sin reflexionar, concederle todos sus deseos, y Faetón eligió conducir el carro del sol a través del cielo. En vano Helios intentó explicarle que ningún mortal podía conducirlo; Faetón, sin embargo, insistió en que su padre cumpliera su promesa y este, después de explicarle los espantosos peligros que le esperaban, le concedió, aunque con reticencia, lo solicitado. Pronto Faetón se dio cuenta de que su padre tenía razón. Aterrorizado, perdió el control de los caballos, y por conducir muy cerca de la tierra estuvo a punto de provocar un incendio. Para salvar al mundo de una completa destrucción, el dios Júpiter lanzó su rayo al joven y lo mató instantáneamente. Faetón cayó a tierra y, según la leyenda, fue sepultado a orillas del río Erídano (río Po).

Júpiter y Calisto:

Júpiter examinó el Olimpo en busca de posibles daños por el fuego, y luego se centró en la tierra, dando especial importancia a la Arcadia. Mientras miraba, vio a una ninfa cazadora, Calisto, y se enamoró de ella. Aunque al principio se resistió, ella sucumbió y quedó embarazada. Tiempo después, se unió Calisto a un grupo de ninfas y, cuando fueron a bañarse, vieron su tripa y la echaron de allí. Después de que naciera su hijo, Arcas, Juno/Hera la castigó, convirtiéndola en oso; así permaneció mucho tiempo, huyendo de los cazadores. A los 15 años, se encontró con su hijo, ya adolescente, quien la lanzó un venablo para cazarla, ya que no la reconoció; en ese preciso momento, ambos fueron llevados al cielo y quedaron como dos constelaciones.

Júpiter y Europa:

Similar, aunque se queda en cuando el toro vuela hacia Creta.

Libro III

Cadmo:

Cadmo era hermano de Europa, y su padre le ordenó que no volviera hasta que no la encontrara. Pasa el tiempo y no consigue nada, hasta que Febo le dice que siga a una vaca y funde una ciudad donde ésta se pare a descansar. Después, algunos de sus hombres fueron a investigar y encontraron una fuente, de la cual salió una serpiente gigante que les mató; Cadmo, preocupado, fue a ver qué pasaba, y vio los cadáveres. Mató a la serpiente y, por consejo del dios Palas, sembró sus dientes. De cada uno de ellos nació un guerrero, pero enseguida se enfrentaron entre sí, hasta quedar sólo 5 con vida. Fueron estos los que fundaron Tebas.

Acteón:

Era nieto de Cadmo. Un día salió de caza con algunos compañeros y llegó, él solo, a una zona en la que se hallaba Diana, desnuda, bañándose con unas ninfas. Al verle, la diosa enfureció y le convirtió en ciervo. Cadmo fue visto al poco por sus perros y amigos, que no le reconocieron. Acabó siendo cazado.

Júpiter y Sémele:

El mismo de clase; el origen de Baco.

Tiresias:

El mismo de clase; la disputa por ver quién disfruta más.

Narciso y Eco:

Narciso fue el fruto de la unión entre Liríope y el Cefiso (ésta no creyó a Tiresias cuando le dijo que éste la poseería); el mismo adivino vaticinó que Narciso moriría “sólo si se llega a conocer”. Era muy bello y muchos le amaron, pero él era altivo y soberbio. Se cuenta que la ninfa Eco (que sólo podía repetir lo que los demás decían por castigo de Juno, ya que la distraía mientras Júpiter se iba con sus amantes) le vio y se enamoró. Sólo pudo repetir lo que decía Narciso, quien se sorprendió al verla, y huyó, humillándola. Un día, Narciso vio su reflejo en un lago y se enamoró de sí mismo (al principio pensaba que era otra persona), acabando convertido en flor.

Penteo:

Penteo se reía de Tiresias, y éste le dijo que caería por no apreciar a Líber/Baco, quien iba a llegar. Cuando este dios llega, Penteo, pese a los consejos de los demás, ordena que le capturen. Pero los soldados en vez de atrapar al dios, vuelven con otro hombre, un sacerdote de Baco; Penteo le pregunta por su nombre y le dice que va a morir.

Los marineros tirrenos:

El sacerdote es Acetes, quien cuenta su historia a Penteo. Había sido marinero; un día, llegaron a una isla con su nave y encontraron a un niño borracho. Se lo llevaron, y el niño les pidió que fueran a Naxos. Todos los hombres, excepto Acetes, se rieron de él y fueron por otro sitio. El niño, Líber, detuvo el barco en el mar y convirtió en monstruos a todos, excepto a Acetes, quien se hizo sacerdote suyo.

Penteo (II):

Penteo manda que torturen a Acetes, y luego va a la selva a ver él mismo los ritos de Baco. Allí están, enloquecidos, su madre y hermanas, quienes no le reconocen y acaban matándole.