La Vuelta de los Borbones y el Inicio de la Restauración
En diciembre de 1874, Antonio Cánovas del Castillo consigue la vuelta de Alfonso XII, hijo de Isabel II, gracias al pronunciamiento del General Martínez Campos en Sagunto. Este retorno de la monarquía se conoce como la Restauración.
Diversos sectores, incluyendo aquellos que habían apoyado el Sexenio Democrático, se desvincularon de este último. Por ejemplo, las clases medias y la burguesía catalana, que inicialmente apoyaron el Sexenio, cambiaron su postura tras los movimientos obreros de 1874. Estos movimientos causaron pánico entre la burguesía, provocando un giro hacia un gobierno más sólido que les protegiera del anarquismo y el cantonalismo.
Cánovas, con el apoyo de la oligarquía (aristocracia terrateniente y burguesía), vio la oportunidad de restaurar la monarquía. En el Manifiesto de Sandhurst (lugar de Inglaterra donde se encontraba Alfonso XII), el príncipe Alfonso de Borbón se ofreció a España como rey, prometiendo un sistema liberal y estabilidad política. Probablemente, el autor real del manifiesto fue el propio Cánovas.
Tras el pronunciamiento del General Martínez Campos en diciembre de 1874, se logró la vuelta de los Borbones con la coronación de Alfonso XII, dando comienzo a uno de los regímenes más estables de la historia de España.
El Reinado de Alfonso XII y la Consolidación del Sistema
El reinado de Alfonso XII se extendió desde 1874 hasta 1885, año de su muerte. Posteriormente, hasta 1902, se produjo la regencia de María Cristina de Habsburgo. Estas dos etapas constituyen la Restauración.
La Restauración se basó en un sistema constitucional y en la alternancia pacífica de partidos, sin golpes militares. Salvo un pronunciamiento republicano en 1886, durante el régimen instaurado por Cánovas no hubo otros pronunciamientos militares.
El General Martínez Campos ocupó un cargo en el ejército, mientras que Cánovas se convirtió en jefe de gobierno. Se separó el poder civil del militar, creando Cánovas un segundo poder, el ejército, con funcionamiento independiente al poder político. Esto, sin embargo, propició un alto nivel de corrupción en el ejército.
Se produjo una revalorización de la monarquía y de Alfonso XII. Tras seis años de tensiones, la llegada de Alfonso XII trajo un periodo de pacificación. Serrano acabó con el cantonalismo y el General Martínez Campos, enviado a Cuba, puso fin a la guerra con la Paz de Zanjón (1878). Además, las tropas acabaron con el carlismo (tercera guerra carlista 1872-1876).
Alfonso XII se enamoró de su prima María de las Mercedes de Orleans, a pesar de que Cánovas prefería un matrimonio de conveniencia. Este romanticismo era muy valorado en la época. Desafortunadamente, ella murió con 18 años de tuberculosis.
Cánovas pertenecía al Partido Liberal Conservador (después Partido Conservador). Práxedes Mateo Sagasta lideraba el Partido Fusionista (después Partido Liberal), compuesto por los restos liberales del Sexenio: los progresistas, el General Martínez Campos, etc.
La Constitución de 1876 y el Sistema de Turnos
En 1876 se promulgó una nueva constitución inspirada en la de 1845. Era una constitución doctrinaria que otorgaba amplios poderes al rey, como la capacidad para designar presidente, organizar y disolver las Cortes. El elemento clave de la constitución era que la soberanía correspondía a las Cortes junto con el rey, lo que otorgaba al monarca un alto poder.
Se estableció un Estado centralizado, aboliendo los fueros del País Vasco, a excepción de la declaración fiscal distinta. Esto alimentaría el nacionalismo vasco.
Los poderes efectivos del monarca eran:
- Jefe del ejército
- Capacidad de nombrar y disolver las Cortes
- Nombrar y destituir al presidente del gobierno
- Derecho de veto
- Iniciativa legislativa (presentar proyectos de ley)
- Nombrar senadores
El sistema político se basaba en la elección de un presidente, seguido de la votación de las Cortes. Mediante un sistema de caciquismo y pucherazo, se aseguraba que el presidente tuviera siempre la mayoría parlamentaria.
Sistema Bicameral y Otros Aspectos de la Constitución
Se estableció un sistema bicameral:
- Senado (Cámara Alta): compuesto por la oligarquía, con miembros designados por el rey, personas con derecho propio, elegidos por corporaciones (grupos de poder) y personas con altas rentas.
- Congreso de los Diputados (Cámara Baja): elegido por sufragio. La constitución no establecía el tipo de sufragio, por lo que durante el periodo de Cánovas en el poder (hasta 1890) fue censitario, y con Sagasta en 1890 se instauró el sufragio universal masculino.
El Estado se declaró oficialmente confesional, con la religión católica como oficial, pero se toleraba la existencia de otras religiones.
Se incorporó la declaración de derechos de la Constitución de 1869, abriendo la posibilidad a la modificación de derechos.
Se produjo un retorno al conservadurismo cultural. Se destituyó a catedráticos liberales, reemplazándolos por otros más conservadores. Los catedráticos liberales expulsados se agruparon en la Institución Libre de Enseñanza, que tendría una gran influencia en la educación española.
El Pucherazo y el Caciquismo
Las elecciones eran manipuladas para asegurar la victoria del partido en el poder. Se realizaban prácticas electorales corruptas, conocidas como , como la presión a los votantes, el conteo múltiple de votos e incluso la inclusión de difuntos en las listas electorales.
Una pieza clave del sistema era el caciquismo. El cacique era una persona poderosa en el ámbito local (alcalde, guardia civil, terrateniente) que presionaba a la población para que votara al partido deseado.
El rey designaba un presidente. El Ministerio de Gobernación planificaba el resultado electoral para asegurar la mayoría parlamentaria del presidente. Este resultado se comunicaba a los gobiernos locales y a los alcaldes. Las prácticas corruptas permitían conocer de antemano el número de diputados de cada partido.
El Sistema de Turnos y sus Consecuencias
Este logró mantener al ejército al margen del poder político y la alternancia”pacífic” entre los dos partidos, el Conservador de Cánovas y el Liberal de Sagasta (aunque ambos partidos eran elitistas y podrían considerarse conservadores).
Algunas medidas llevadas a cabo durante este periodo fueron:
- Aprobación de normas liberalizadoras, sobre todo con Sagasta al frente del gobierno entre 1885-90 (Parlamento largo): libertad de prensa, imprenta, cátedra, asociación (Ley de Asociaciones 1887), Ley del Jurado 1888, Código Civil 1889, sufragio universal masculino 1890. Los conservadores respetaron estos cambios cuando accedieron al poder.
- Aproximación a problemas sociales y al mundo obrero: se creó la Comisión de Reformas Sociales (1883) para estudiar el bienestar de los trabajadores (precedente del Instituto de Reformas Sociales y del Ministerio de Trabajo).
- Debate entre proteccionismo económico y librecambismo: se optó por el proteccionismo (arancel 1891) para proteger los intereses de la industria catalana y vasca, la minería asturiana y los cerealistas castellanos, aunque perjudicó a los consumidores.