Contexto Histórico
El régimen franquista, en un intento por aparentar una imagen democrática ante la comunidad internacional, impulsó la Ley de Sucesión de 1969, designando a Juan Carlos como sucesor al trono. Esta maniobra buscaba perpetuar el régimen bajo una monarquía continuista. Simultáneamente, se suprimieron los tribunales militares para la oposición, creando el Tribunal de Orden Público en 1963.
La Oposición al Régimen
En 1956, el Partido Comunista de España (PCE) en el exilio propuso una política de reconciliación nacional. En 1959, surge ETA, grupo disidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que se autodefine en 1968 y comete su primer atentado mortal el 2 de agosto de ese mismo año. En el País Vasco, 339 sacerdotes firmaron un documento en 1960 reclamando libertades y protestando contra la represión. El nacionalismo catalán experimentó una reorganización progresiva. El Contubernio de Múnich de 1962 reunió a figuras destacadas de la oposición interior y el exilio, quienes reivindicaron la integración de España en organismos europeos y una legitimidad democrática. Las organizaciones obreras cristianas, base de la futura Unión Sindical Obrera (USO), tuvieron un papel crucial en el desarrollo sindical. En este contexto, también surgieron Comisiones Obreras (CC.OO.), que organizaron la mayor manifestación de trabajadores desde 1939 el 27 de enero de 1967. A las huelgas obreras se sumaron el movimiento universitario y los movimientos de renovación eclesial. En 1963, el Abad de Montserrat condenó el régimen en Le Monde y tuvo que exiliarse en Milán. En 1966, se constituyó en Barcelona el Sindicato Democrático de Estudiantes (SDE), en oposición al Sindicato Español Universitario (SEU) de inspiración falangista. La represión se intensificó, y en 1965, Aranguren, Tierno Galván y García Calvo fueron expulsados de sus cátedras en la Universidad de Madrid por su oposición al régimen. El Mayo Francés de 1968 tuvo un gran impacto en el movimiento estudiantil español, que se mantuvo activo hasta la muerte de Franco en 1975.
Desarrollo Económico
Los factores que impulsaron el desarrollo económico de estos años fueron:
- La liberalización de la economía española.
- La entrada de capitales extranjeros en sectores como el químico y el automovilístico, atraídos por la mano de obra barata.
- El auge del turismo.
- Las remesas enviadas por los emigrantes españoles en el extranjero a sus familias.
- La emigración interior a zonas industriales y costeras, y la emigración exterior.
- Las inversiones públicas en sectores deprimidos a través de los Planes de Desarrollo, y la creación de infraestructuras en zonas como Huelva, A Coruña y Zaragoza.
En 1973, la crisis mundial del petróleo coincidió con un período de inestabilidad política en España, marcado por la enfermedad del dictador, los atentados terroristas y la presión de la oposición. Esta crisis económica se debió a la dependencia energética, la disminución del turismo, el descenso de las exportaciones y el regreso de emigrantes.
Transformaciones Sociales
El plan de estabilización generó cambios en la estructura social. Más de seis millones de personas abandonaron el campo hacia zonas industrializadas o turísticas de la costa mediterránea. Otros dos millones emigraron a países europeos. España se urbanizó, y en 1970, el 70% de la población vivía en ciudades. Esta transformación social dio lugar a una nueva oposición que reclamaba libertad cultural y de costumbres. Con la Ley General de Educación (EGB) de 1970, aumentó la escolarización y la inversión estatal en educación. Estos cambios transformaron las clases medias españolas.
Final del Régimen
Carrero Blanco asumió la Presidencia del Gobierno en 1969. El nuevo gobierno firmó un acuerdo comercial con la Comunidad Económica Europea (CEE), estableció relaciones diplomáticas con China y la República Democrática Alemana (RDA), e implementó la Ley Villar Palasí de Educación. Los atentados y secuestros de ETA provocaron un endurecimiento de la Ley de Orden Público. El intento aperturista del régimen en 1973 generó una reacción ultraconservadora, un cambio de gobierno y el asesinato de Carrero Blanco en un atentado de ETA. En 1974, se constituyó en París la Junta Democrática, integrada por el PCE, políticos vinculados a Don Juan e independientes, a los que se sumaron los socialistas de Tierno Galván, los carlistas de Carlos Hugo, Comisiones Obreras y el Partido del Trabajo. Su manifiesto reclamó una ruptura democrática y un proceso constituyente. En julio de 1975, socialistas, cristianodemócratas, liberales y socialdemócratas formaron la Plataforma de Convergencia Democrática, que propugnaba una monarquía desligada del franquismo. Ninguna de las dos plataformas aceptó colaborar con la política de Arias Navarro. Figuras vinculadas al régimen o que lo habían estado reclamaron una reforma constitucional y un congreso elegido por sufragio universal. El Estatuto de Asociaciones de diciembre de 1974 fue considerado por la oposición como una muestra de la imposibilidad de reforma desde dentro del régimen. El deterioro de la situación laboral, el malestar social y la intensificación del terrorismo marcaron el año 1975. La ejecución de tres miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) y dos de ETA provocó protestas internacionales y el asalto a la embajada española en Lisboa. Trece países retiraron a sus embajadores. Hasan II de Marruecos aprovechó la coyuntura para iniciar la Marcha Verde. El 20 de noviembre de 1975, Franco murió, confirmando que “con la muerte de Franco había muerto el franquismo”.