El Siglo XIX: Romanticismo en Europa y España

El Siglo XIX

Contexto histórico, social y cultural

El siglo XIX es una época de graves tensiones sociales, agitación política y grandes transformaciones en todos los ámbitos. La Revolución francesa (1789) provocó una profunda crisis que supuso la liquidación del Antiguo Régimen. En lo social, la vieja sociedad estamental deja paso a una sociedad de clases: la burguesía sustituye a la nobleza (la aristocracia del dinero), a lo que se une el gran desarrollo industrial y la aparición del capitalismo. Las condiciones ínfimas de trabajo dan lugar a graves convulsiones sociales y a la aparición del proletariado que se enfrentará a la burguesía para defender sus derechos.

En lo político, las ideas liberales se abren paso y prolongan muchas de las ideas de la Ilustración: soberanía popular, libertad individual de pensamiento y expresión. Sin embargo, las tensiones entre absolutistas y liberales no cesarán y en la segunda mitad del siglo vuelven a aparecer gobiernos más autoritarios apoyados por la burguesía. Es también en este siglo cuando se desarrollan los nacionalismos que defienden las peculiaridades lingüísticas, culturales e históricas.

En el terreno de las ideas se produce una crisis del racionalismo ilustrado. Tras la muerte del filósofo alemán Kant surge el idealismo de Schelling y Hegel, que valora la fuerza del espíritu; y el positivismo de Augusto Comte, que se centra en las realidades que se pueden observar científicamente.

Se desarrolla el método de Claude Bernard, el evolucionismo de las especies de Darwin y las leyes de la herencia biológica de Mendel.

El Siglo XIX en España

Las fuertes tensiones políticas, el estancamiento económico, los pronunciamientos militares y la falta de adelantos técnicos supusieron un claro retraso de nuestro país con respecto a Europa.

En 1808-14 tiene lugar la guerra de la Independencia contra Napoleón Bonaparte ya que logró la abdicación de Carlos IV y coronó a su hermano José I como rey de España. Acabada la guerra Fernando VII, hijo de Carlos IV, regresa a España tras el exilio. No respeta la Constitución liberal de 1812 e inicia un periodo absolutista. Es ésta una época de retroceso cultural por el exilio de los intelectuales y el poder de la censura.

A su muerte el enfrentamiento entre absolutistas, partidarios de que el sucesor del trono fuera su hermano Carlos y los liberales que apoyaban a la hija de Fernando, Isabel II, condujo a una guerra civil entre carlistas e isabelinos que concluyó con la victoria liberal. La Revolución de septiembre (1868), “La Gloriosa”, provocó la destitución de Isabel II. Da comienzo el Sexenio Revolucionario (1868-1874) en el que se intenta la continuidad del régimen monárquico con Amadeo I de Saboya. Su abdicación da lugar a la I República. El pronunciamiento de Martínez Campos puso fin a la I República y restauró la monarquía con Alfonso XII, hijo de Isabel II. En esta época se alternan pacíficamente en el poder liberales y conservadores. Al morir Alfonso XII, su segunda esposa, Ma Cristina asume la regencia hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. A finales de Siglo se pierden las últimas colonias españolas: Cuba y Filipinas.

El Romanticismo

El Romanticismo es un complejo movimiento cultural que se desarrolla en Europa en la primera mitad del Siglo XIX y supone una revolución estética e ideológica. Se inicia en Alemania e Inglaterra a finales del S. XVIII.

Alborg en su Historia de la literatura española recoge que el nacimiento y desarrollo del Romanticismo europeo pasa por las siguientes etapas:

Prerromanticismo

Los primeros síntomas de la sensibilidad romántica surgen en Inglaterra a mediados del siglo XVIII con los Night Thoughts (pensamientos nocturnos), de Young.

Romanticismo alemán

Después de Inglaterra se desarrolla en Alemania a partir del movimiento de Sturm und Drang (tempestad y pasión).

En 1798 surge el grupo de Jena (los románticos tempranos): hermanos Schlegel, Tieks y Novalis. En este grupo se desarrollan los principios de la filosofía romántica alemana a partir de Kant (idea de la originalidad, el genio creador) y Hegel (filosofía idealista, todos llevamos un espíritu creador que no asume reglas). Sobresalen Goethe con sus obras Werther y Fausto y Schiller con D. Carlos.

En 1805 y 1815 surge el grupo de Heidelberg (románticos tardíos) al que pertenecen Hoffmann con sus Cuentos y Heine con Sueños, Libro de canciones. Su lírica melancólica influirá en Bécquer.

Romanticismo en Inglaterra

Surge hacia 1790 con el grupo de los Lagos, Coleridge y Wordsworth con su obra Las baladas lírica. Florece en la segunda década del siglo y termina con la muerte de las grandes figuras del movimiento, Keats, Shelley y Byron. La obra de este último, Don Juan, influirá en Espronceda. Walter Scott, fue el creador de la novela histórica. Conocido por su obra Ivanhoe.

Romanticismo en Francia

Fue un movimiento tardío. Madame Staël, con su obra Sobre Alemania difundió las ideas del primer romanticismo alemán. Chateubriand es la figura más representativa del romanticismo tradicional. Entre sus obras destacan Atala, El genio del cristianismo y Rene. Victor Hugo es el representante del romanticismo liberal, el triunfo de Hernani, 1830, marca el inicio de la hegemonía del romanticismo en Francia. Además de esta obra, escribió Los miserables y Nuestra Dama de París. Otro gran escritor es Alejandro Dumas con sus obras Los tres mosqueteros y El Conde de Montecristo.

El Romanticismo francés es el que más influye en el español, especialmente en el costumbrismo.

Características del Romanticismo

Entre las características del Romanticismo destacan:

  • Irracionalismo: se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad
  • Individualismo y subjetivismo: el romántico tiene conciencia de ser distinto a los demás y afirma su yo frente a lo que le rodea, lo que le conduce a la soledad. En sus obras expresa su insatisfacción, su amor apasionado, su deseo de libertad.
  • Idealismo: siente predilección por lo absoluto, por lo ideal.
  • El genio creador: el arte es la expresión del genio que el creador lleva dentro. El artista nace, no se hace. De ahí el valor de lo espontáneo, de lo original. La obra de arte es el resultado de un momento de inspiración.
  • Desengaño: el choque entre el yo y la realidad produce en el artista romántico un hondo desengaño que lo empuja a enfrentarse con el mundo y a rebelarse con las normas sociales, políticas y religiosas.
  • Evasión: esta insatisfacción hace que los artistas románticos se evadan de la realidad. Se refugian en su mundo interior (el sueño, el misterio, lo sobrenatural…), vuelven la vista al pasado de la E. Media, a lo exótico, como oriente, América o la misma España, para muchos escritores europeos un país romántico por sus tradiciones y su folclore.
  • La Naturaleza: la visión serena, dulce y clásica del paisaje da paso a una devoción por la forma agreste, dura de la naturaleza. El paisaje se convierte en proyección espiritual del poeta y, por ello, se exaltan las ruinas, la nocturnidad, las tormentas, lo sepulcral, el mar bravio…

Junto a la renovación temática surge la renovación estilística: se mezclan los géneros, se renueva la métrica, así el teatro utiliza diferentes tipos de metros y estrofas, como el teatro barroco. Un ejemplo claro está en las comedias donde aparecen en la misma obra quintillas, redondillas, romances…además, se renueva el léxico con neologismos, arcaísmos, cultismos, extranjerismos, palabras esdrújulas, existe predilección por sustantivos y adjetivos procedentes de los campos semánticos del sentimiento, del dolor y la desesperación. La exaltación retórica se refleja en la abundancia de exclamaciones, hipérboles, frases entrecortadas, junto con antítesis violentas, metáforas, comparaciones referentes tanto a las tormentas de la naturaleza como a las del espíritu.

  • Nacionalismo: frente al universalismo de la Ilustración, el romántico proclama el nacionalismo político, cada país ensalza sus costumbres y sus valores tradicionales.

Hacia 1850 el Romanticismo concluye en casi todos los países europeos. Surgen nuevos movimientos: el Realismo y el Naturalismo.

El Romanticismo en España

Ángel del Río señala que el Romanticismo en España se introduce tarde, ya que aparece en la década de los treinta. Las vías por las que se introduce en España son:

  • El regreso de los exiliados liberales a la muerte de Fernando VII (Martínez de la Rosa o Espronceda)
  • La publicación de El moro expósito del Duque de Rivas, con el prefacio de Alcalá Galiano, especie de manifiesto romántico y el estreno de don Alvaro o la fuerza del sino en 1835 del mismo autor marca la fecha de inicio.
  • El periodismo: Nicolás B6hl de Faber en el periódico El Diario Mercantil inicia la difusión de este movimiento frente a Joaquín de Mora que defendía la estética neoclásica.
  • En la actualidad y tras los estudios realizados por Rusell Sebold se ha señalado la presencia de rasgos estéticos e ideológicos propiamente románticos en Cadalso, Jovellanos y Meléndez Valdés.

En España este movimiento duró poco tiempo: En 1849 la publicación de la novela La gaviota de Fernán Caballero marca el final de la etapa romántica, aunque quedan algunos representantes destacados, como Bécquer y Rosalía de Castro, a los que se ha denominado posrománticos.

Tendencias ideológicas del Romanticismo en España

Dentro del Romanticismo se perciben dos tendencias ideológicas:

  • La conservadora, que pretende restaurar los valores tradicionales patrióticos y religiosos (Walter Scott, en Inglaterra, Chateaubriand en Francia, y el duque de Rivas y Zorrilla en España).
  • La liberal, que encarna los valores más progresistas y revolucionarios (Lord Byron en Inglaterra, Victor Hugo y Alejandro Dumas en Francia, y Larra y Espronceda en España)

Poesía romántica

Es el género en el que mejor se expresa el espíritu romántico.

Los temas poéticos son la libertad, mujer ideal, el desengaño amoroso, la melancolía, hastío de la vida, lo satánico y sobrenatural, la muerte, lo exótico y legendario. Estos sentimientos se unen con un paisaje que refleja la tristeza (noche, luna, cementerio, mar embravecido)

En el aspecto formal, se percibe una clara intención renovadora. Aparecen nuevos ritmos acentuales, que confieren gran sentido musical a los poemas, y se alternan estrofas de distintos metros y medidas. El lenguaje es culto y retórico.

Tipos de poesía romántica

Se distinguen dos tipos de poesía:

  • Poesía épica o narrativa que recoge sus temas de la tradición, de la historia o la leyenda, y rehabilita el romance. Entre sus creadores destacan el duque de Rivas con su obra El moro expósito (1834), cuyo tema gira en torno a los infantes de Lara, y José Zorrilla, autor del poema Granada y un conjunto de leyendas entre las que destacan Margarita la tornera y A buen juez, mejor testigo.
  • Poesía lírica con autores destacados como Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro.

José de Espronceda

José de Espronceda es el poeta del Romanticismo liberal por excelencia tanto por su obra como por su actitud ante la sociedad. Su obra poética se divide en varias etapas:

  • Poesías de corte neoclásica en las que cultiva los tópicos pastoriles al estilo de M. Valdés y la exaltación de la libertad según Quintana. La obra más destacada es El Pelayo, poema narrativo sobre la invasión musulmana.
  • De transición hacia el Romanticismo: Himno al sol o el poema narrativo Óscar y Malvina.
  • Poesía lírica romántica: escribe poemas líricos como la Canción del pirata, El verdugo, El mendigo, El reo de muerte, El canto del cosaco, A Jarifa en una orgía. En estas poesías hace defensa de los seres marginados, se identifica con los proscritos, desprecia las normas, las riquezas materiales, anhela la libertad…

Sus dos grandes poemas narrativos, El estudiante de Salamanca y El diablo mundo, suponen la culminación de la lírica.

El estudiante de Salamanca es quizá el mejor poema narrativo del Romanticismo español. Cuenta la historia de don Félix de Montemar, cínico donjuán que tras seducir y abandonar a Elvira, que muere de dolor, mata en duelo a su hermano. Finalmente, persigue en una tétrica noche a una fantasmal dama, que resulta ser el esqueleto de Elvira (la muerte misma), con quien consuma un matrimonio macabro y acaba bailando una danza, rodeado de espectros. La mayor parte de los motivos que utiliza Espronceda en la obra proceden de la tradición literaria: el tema de donjuán burlador, el personaje que presencia su propio entierro, la mujer transformada en esqueleto, la danza de la muerte final. Don Félix encarna la rebeldía, el cinismo y el satanismo del Romanticismo según Salinas.

El diablo mundo, obra inacabada. Consta de una introducción y siete cantos. La segunda parte es el Canto a Teresa, conmovedora elegía en octavas reales por la muerte de su amada, que no tiene que ver con el resto de la obra. Esta cuenta la historia de un anciano desengañado que se transforma en un joven, Adán, que desconoce el mundo. Aparece el tema del desengaño vital y afirma la radical maldad del mundo, de ahí su nombre.

Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer representa la culminación del Romanticismo intimista español y está considerado el primer poeta moderno y una de las cimas de la poesía española de todos los tiempos.

De su producción en prosa sobresalen Cartas literarias a una mujer, Cartas desde mi celda y, sobre todo, Leyendas, relatos fantásticos románticos tanto por sus temas (la mujer ideal, el desengaño, el ansia de amor absoluto) como por sus personajes (caballeros, galanes, artistas, bellas mujeres) y ambientes (E. Media, mundo oriental, la noche). El caudillo de las manos rojas, El monte de las ánimas, Los ojos verdes, El beso, La rosa de pasión, El rayo de luna, Maese Pérez el organista… destacan por su ritmo y su calidad pictórica.

Su obra poética se reduce a Rimas, cuya primera edición completa (1871) fue publicada por los amigos del poeta tras su muerte. En la Biblioteca Nacional se conserva una segunda recopilación con el título Libro de los gorriones. La ordenación actual de Rimas es la siguiente:

  • Rimas I-XI: la poesía como algo inexplicable y misterioso. Rima I “Yo soy un himno gigante y extraño” expresa la insuficiencia del lenguaje para expresar emociones, sentimientos, Rima IV “No digáis que agotado su tesoro” expone la tesis de la existencia de la poesía en el mundo externo.
  • Rimas XII-XXIX: el amor tratado de forma positiva. El amor se identifica con la mujer, expresión máxima de belleza “Tu pupila es azul”, “Por una mirada un mundo”, “Cuando sobre el pecho inclinas”, “¿Qué es poesía?”
  • Rimas XXX-LI: el amor desengañado, el fracaso amoroso. El amor no es más que un ideal porque resulta inaccesible, un misterio o se desvanece como un sueño. El resultado es la angustia, soledad, muerte. Rima XXX “Asomaba a tus ojos una lágrima”, Rima XXXV “No me admiró tu olvido”, Rima XLII “Cuando me lo contaron”, Rima LIII “Volverán las oscuras golondrinas”
  • Rimas LII-LXXI: miedo a la soledad, al dolor y a la muerte como resultado del fracaso. Rima LII “Olas gigantes que os rompéis bramando”, Rima LVI “¿De dónde vengo?”

Sus poemas son breves, métrica variada, estructuras paralelisticas, musicalidad, versos de arte mayor y menor, rima asonante, pie quebrado y diálogo íntimo. Es una poesía intimista y nace de la evocación del sentimiento, es decir, no parte de vivencias inmediatas, sino del recuerdo que tiene de ellas mezcladas con su fantasía (imaginación, sueños, temores…). Se trata de una poesía subjetiva, sin excesos retóricos, que busca la perfección formal a través de la sencillez. Es una poesía “natural, breve, seca, que brota del alma como chispa eléctrica, desnuda de artificio que hiere el sentimiento con una palabra y despierta su fantasía” Sus modelos son la lírica romántica alemana (Heine) y la poesía popular andaluza. Con su intimismo, su sensibilidad y autenticidad, abre las puertas de la poesía contemporánea.

Rosalía de Castro

Rosalía de Castro escribe en la misma línea sencilla e intimista que Bécquer. Entre sus obras destacan: en gallego, Cantares Galegos y Follas novas; en castellano, En las orillas del Sar. Su obra supuso el renacimiento de la poesía en lengua gallega. En sus obras presenta su vida íntima. Consigue una honda emoción y expresión que anticipan lo mejor de la poesía posterior. Esa expresión de intimidad permite que los versos transmitan sensación de autenticidad y verdad y que confiese en ellos sus inquietudes sociales y su conciencia de mujer oprimida. Su maestría en el uso de los recursos poéticos y sus innovaciones métricas anuncian además la poesía modernista.