La Voluntad de Poder
Entender el concepto de “voluntad de poder” en la filosofía de Nietzsche no es sencillo. Se puede interpretar como:
- Un ímpetu o impulso constante que siempre va más allá, sin detenerse nunca.
- Una fuerza universal impulsora hacia el constante acrecentamiento.
En esencia, la voluntad de poder es una voluntad de autosuperación y dominio que se manifiesta en todas las esferas de la realidad. Es el caos de fuerzas en constante lucha que mueve al mundo y a los hombres. La realidad misma es una pluralidad de manifestaciones de esta voluntad de poder.
Análisis de la Voluntad de Poder
Dado que es un concepto plural, es mejor analizarlo desde dos perspectivas:
- Antropológica: Cómo se manifiesta en el desarrollo de la vida humana, la moral y el conocimiento.
- Cósmica: Su sentido más general como fuerza universal que constituye el mundo.
Es importante aclarar que la “voluntad de poder” no es la simple facultad de decidir como la entiende la psicología, ni la “voluntad de vivir” de Schopenhauer. Para Nietzsche, la realidad es una sola: la manifestación de la “voluntad de poder”.
La Voluntad de Poder en el Ser Humano
En su sentido antropológico, la voluntad de poder es un aspecto parcial de la fuerza universal, su efecto en el ser humano. Los valores humanos proceden de ella, originándose en dos polos antagónicos: la voluntad de vida (fuerza ascendente que afirma la vida y la realidad) y la voluntad de nada (voluntad débil que aspira al reposo y la nada).
La Voluntad de Nada y la Decadencia
Nietzsche ve en la “voluntad de nada” el origen de la decadencia de la cultura occidental, manifestándose en la filosofía idealista, la religión y la moral cristianas. Considera que la búsqueda del “Ideal” es una forma de debilidad. Frente a esto, la “voluntad de vida” se rebela contra estos valores, buscando la transvaloración y la afirmación de la vida.
El Conocimiento y la Voluntad de Poder
Toda interpretación de la realidad procede de la voluntad de poder. El conocimiento no es una contemplación objetiva, sino el esfuerzo de los instintos por apropiarse del caos de la realidad. Nietzsche ataca la idea de una “verdad universal”, argumentando que el mundo es dinámico y caótico. La pregunta clave no es qué es la verdad, sino cuál es su valor para la vida. El arte, especialmente la música y la danza, expresa la voluntad de poder y se acerca más a la auténtica realidad del mundo.
El Eterno Retorno
La teoría del eterno retorno es la dimensión temporal del mundo como voluntad de poder. Afirma que en un tiempo infinito, los momentos vividos se repiten eternamente. Esta idea tiene importantes consecuencias:
- El tiempo es circular, no lineal.
- Se niega la existencia de una finalidad en la realidad.
Más allá de la propuesta ontológica, el mensaje de Nietzsche es: vive cada instante como si quisieras que se repitiese eternamente.