Isabel Allende: Pilares del Realismo Mágico en la Literatura Hispanoamericana

Isabel Allende y su Posición en la Literatura Hispanoamericana

Etapas de la Novela Hispanoamericana

De desarrollo tardío, se distinguen varias etapas dentro de la novela hispanoamericana:

  • Hasta 1945: Pervivencia del realismo decimonónico, con diversas manifestaciones.
  • De 1945 a 1960: Comienzo de la renovación narrativa. El realismo mágico.
  • De 1960 a 1980: Apogeo o “boom” de la novela hispanoamericana.
  • A partir de 1980: La última narrativa.

La literatura latinoamericana surge con la llegada del modernismo de José Martí, Rubén Darío, José Asunción Silva, apartándose del canon europeo. El momento de mayor auge de la literatura latinoamericana surge mediante el denominado “Boom” a partir de 1940, que se corresponde con la denominada literatura real-maravillosa.

Se conoce como Boom latinoamericano o como promoción del Realismo mágico a una serie de escritores de la segunda mitad del siglo XX. A mediados de la década de 1960, tras la publicación de una serie de novelas decisivas que impactaron en los países hispanohablantes, estalló un fenómeno, posteriormente denominado “boom latinoamericano”. Este hizo recaer la atención a nivel mundial sobre la literatura hispanoamericana, ya que durante su desarrollo se había consolidado un nuevo estilo de narración. Este estilo apuntaba a mostrar de una forma directa y concisa, presentaba la ampliación de temas rurales o urbanos, la integración de lo real y lo fantástico, la renovación de las técnicas narrativas y la frecuente experimentación con el lenguaje. Sus temas constantes son la fusión de lo real, lo ideal y lo fantástico, la urgencia de crear una literatura distinta, la solución de problemas morales, psicológicos y sociales. El boom latinoamericano se desarrolló y se desarrolla en diferentes fases.

La estructura del relato es objeto de una profunda experimentación. En cuanto a la renovación de las técnicas narrativas, no hay novedad que no cuente con espléndidas muestras en la nueva novela hispanoamericana: ruptura de la línea argumental, cambios del punto de vista, “rompecabezas temporal”, “contrapunto”, “caleidoscopio”, combinación de las personas narrativas, estilo indirecto libre, monólogo interior, etc.

La experimentación de la novela afectará, de modo particular, al lenguaje. Por debajo de todo ello late el convencimiento de la insuficiencia práctica y estética del realismo. Pero esa evidente preocupación estética tampoco impide que el escritor proclame ideas sociales y políticas revolucionarias. Después se produjo el Post-Boom, un movimiento literario latinoamericano que tuvo lugar después del auge del Boom latinoamericano. Se caracteriza por diferencias con la época Boom. Los novísimos abandonan la preocupación por la creación de nuevos tipos de literatura. Se usa un estilo más directo, más fácil de leer. Además, se vuelve al realismo y no se encuentran preocupaciones existencialistas, como en las obras de Cortázar. También se da una preferencia a la narrativa histórica, basada en hechos reales.

El término realismo mágico fue creado por Franz Roh, crítico de arte alemán, en 1925, para definir una corriente pictórica alemana post-expresionista. Este grupo de pintores pretendía captar lo permanente, la esencia de la realidad, basándose en la coexistencia entre el realismo y la dimensión mágica que exploraba el expresionismo.

El escritor que inició este nuevo movimiento fue Demetrio Aguilera Malta. A pesar de ser el precursor del realismo mágico, no fue consciente de la relevancia que tendría su innovación estilística. El término “realismo mágico” es usado por el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri para referirse a una corriente de la narrativa venezolana que está en contra de las fórmulas estrictamente realistas y que crea un nuevo realismo, en el que el hombre y su entorno están sumergidos en un mundo de fantasía y de misterio.

Se piensa que es posible alcanzar otro tipo de realidad (lo fantástico y lo maravilloso) mediante el inconsciente, el sueño, la imaginación, etc., y que, por lo tanto, hay realidades paralelas a la que tan solo se puede percibir a través de la observación y de la lógica. Para acceder a estas otras realidades, se dejan influenciar por las culturas precolombinas presentes en los relatos fantásticos de transmisión oral, cuentos y leyendas. Se experimenta con nuevas formas narrativas recogiendo aspectos del regionalismo, del neorrealismo y de la novela social. Utiliza recursos oníricos para darle un aire más etéreo e intentar adaptar los recursos estilísticos de la poesía a la prosa. Especialmente, es una literatura de contrastes, en la que la circunstancia mágica sirve de contrapunto a situaciones habituales como forma de puntualizar la pureza de un ideal o simplemente como vehículo para cuestionar la realidad.

El Realismo Mágico en La Casa de los Espíritus

Es muy destacable la continua mezcla que hace entre elementos mágicos y reales dentro de la vida cotidiana de la familia. Por ejemplo, los poderes telequinésicos de Clara les ayudan a predecir terremotos y guardar las vajillas, e incluso a encontrar la cabeza decapitada de su padre en medio del campo. Estas premoniciones también se podrían encuadrar como una forma de ver la realidad en la que las explicaciones sensoriales adquieren gran importancia. Emplea la multiplicidad de narradores con la cual, cuando se está leyendo un capítulo, en la misma escena el narrador pasa de ser el abuelo, Esteban Trueba, a ser su nieta o incluso otras personas. De hecho, en un mismo capítulo puede llegar a cambiar hasta más de cuatro.

Algunos de los nombres de los personajes tienen significados que reflejan aspectos del mismo. Por ejemplo, el caso de Clara, que significa clarividente. Los significados de los nombres femeninos tienen intención de indicar algo acerca del personaje, pero en el caso de los masculinos solo sirve para enumerarlos en el orden del linaje.

Algunos sucesos extraños característicos son:

  • Resurrección del Tío Marcos.
  • Barrabás: el perro con el que juega Blanca parece un caballo.
  • Tiempo cíclico: la novela empieza y termina de la misma forma: “Barrabás llegó a la familia por vía Marítima”.