Ironías de Iraq
Estamos ante un texto expositivo-argumentativo que aborda la actuación de los invasores en Iraq, calificándola de ridícula e hipócrita. La intención comunicativa es informativa, buscando exponer las incongruencias de la intervención. El tema central es la actuación de los invasores, destacando aspectos como la eliminación de la silueta de Aznar en la foto de las Azores, la hipocresía de Francia y Alemania, la inseguridad del gobierno iraquí, la campaña antitabaco estadounidense, el miedo de los heridos a ser asesinados, las cifras de muertos y la falta de recursos básicos en un país rico en petróleo.
Secundariamente, el texto busca orientar la opinión del lector. Predomina la función referencial del lenguaje, describiendo el contexto, y la función conativa, relacionada con la argumentación. El ámbito de uso es periodístico, específicamente un artículo de opinión del diario Levante EMV, firmado por Matias Vallés. El lenguaje es accesible, aunque se utilizan tecnicismos como sarcasmo, ironía y prosopopeya.
Análisis Lingüístico
La modalidad oracional predominante es la enunciativa, buscando objetividad. Sin embargo, el texto está fuertemente modalizado mediante adjetivos calificativos (ridículos, servicial, insuficiente, cobardes, inconscientes), sustantivos (tragedia, drama, patraña, entusiasmo, torturas, secuestro), adverbios (genialmente, cuidadosamente, desgraciadamente) y figuras retóricas. El registro es formal, con un vocabulario estándar, aunque se aprecia un nivel sociocultural medio-alto del autor por la precisión del léxico y el uso de tecnicismos.
Conclusión
El texto es cuidado y muestra un gran dominio del lenguaje. Mantiene una apariencia de objetividad, a pesar de la fuerte modalización mediante figuras retóricas. La exposición de hechos es sencilla, tanto léxica como sintácticamente. Personalmente, considero la ironía y el sarcasmo recursos poco nobles para tratar temas tan serios. El texto aporta poco a la situación actual, ya que la guerra de Iraq fue un error ampliamente reconocido. Esto lleva a reflexionar sobre la falta de democracia real y la influencia de intereses ocultos en las decisiones políticas. La tecnología actual permitiría una democracia más directa, pero existen intereses que lo impiden.