La Conquista Romana
La conquista romana fue el proceso histórico de dominio y control militar del territorio de la península ibérica por parte de Roma.
La Segunda Guerra Púnica
El interés de Roma por la Península ibérica surgió en la guerra púnica contra Cartago. Los cartagineses dominaron la mayor parte del sur y suroeste de la península ibérica, situando la frontera de su territorio en el río Ebro. No obstante, esta expansión chocó con los intereses de algunas ciudades aliadas a Roma enclavadas en la zona de dominio cartaginés. Ese fue el caso de Sagunto.
La Conquista del Interior de la Península
Más tarde, el interés de Roma se centró en la conquista del interior de la Península. Se encontraron con una fuerte oposición de los pueblos peninsulares, especialmente de celtíberos y lusitanos.
Sometimiento de los pueblos de la Cornisa Cantábrica
El sometimiento de este territorio se inició con las guerras cántabras, que acabaron con el control por el emperador Augusto. De esta forma, toda la península ibérica pasó a formar parte del Imperio romano.
La Romanización de la Sociedad Hispanorromana
Se conoce como Romanización al proceso de integración de los pueblos prerromanos en los modelos económicos, sociales, político-administrativos, culturales y religiosos de Roma.
Este proceso se realizó por medio de instrumentos tan diversos como el ejército, las ciudades, la economía, las comunicaciones, las relaciones sociales, la cultura, etc. De este modo, se difundió el latín, cambiaron las vestimentas y las costumbres y se desarrolló un nuevo derecho penal.
La romanización fue un proceso impuesto por los conquistadores, pero también contó con el apoyo de las élites locales, interesadas en integrarse en el Imperio romano para no perder sus privilegios.
La Economía Hispanorromana
La economía romana era esclavista, gran parte de las actividades productivas y de los servicios dependían del trabajo de esclavos, en su mayoría procedentes de pueblos conquistados o descendientes de ellos.
Una Economía Monetaria y Urbana
La economía del imperio romano se basaba en los intercambios comerciales entre las diversas partes del mismo.
Las Actividades Agropecuarias
La agricultura se fundamentaba en la clásica triada mediterránea: trigo, vid y olivo. La pesca fue igualmente destacable.
Las Actividades Mineras
La Península era muy rica en yacimientos mineros: plata y plomo en Cartagena, cobre en Andalucía y Asturias, mercurio en Almadén, oro en Galicia y León, estaño en Galicia.
La Sociedad Hispanorromana
- En la cúspide estaban los miembros de la orden senatorial.
- Por debajo estaban los caballeros, quienes junto a los senadores formaban la aristocracia.
- El grupo más bajo de los hombres libres era la plebe, formada por pequeños propietarios agrícolas, artesanos y trabajadores libres.
- Por debajo de todos, estaban los esclavos, que no tenían derechos ni eran libres.
La Crisis del Imperio
La crisis fue consecuencia de una serie de procesos económicos, políticos y militares.
- Entre las causas económicas es destacable la escasez de mano de obra esclava como consecuencia de la finalización de las guerras de conquista. Encarecimiento y decadencia de numerosas actividades productivas. Las incursiones de los pueblos bárbaros dificultaron las relaciones comerciales.
- Entre las causas políticas y militares hay que resaltar la inestabilidad del poder imperial y la incapacidad del ejército. Los pueblos vecinos del Imperio romano aprovecharon la crisis para penetrar en sus territorios.
El Reino Visigodo
Introducción
El Reino visigodo se llevó a cabo en el transcurso del siglo VI y cuya duración finalizó con la invasión musulmana de la misma en el 711. Los visigodos eran un pueblo germano perteneciente al grupo godo, que recibió ese nombre en tanto que fueron conocidos como los godos de occidente.
Los Principales Reyes Visigodos
El reino visigodo de Toledo comenzó a cobrar entidad durante el reinado de Leovigildo. Este monarca consiguió implantar un dominio político efectivo en la mayor parte del territorio peninsular. Se impuso a la aristocracia hispanorromana de la Bética y anexionó el reino suevo, situado en la antigua provincia romana de Gallaecia (aproximadamente, la actual comunidad autónoma de Galicia). Asimismo, se tomaron medidas encaminadas a promover la fusión entre visigodos e hispanorromanos, base fundamental para la formación de un verdadero reino.
La Política
Los visigodos pretendieron instaurar un Estado centralizado, continuador del poder romano, a cuya cabeza estaba la institución monárquica. El rey era el jefe supremo de la comunidad y tenía amplios poderes judiciales, legislativos, militares y administrativos. Para reforzar su prestigio, los reyes visigodos adoptaron los atributos y el ceremonial de los emperadores. El rito de la ‘unción regia’, que recibían de los obispos, les confería cierto carácter sagrado. Tradicionalmente se accedía al trono por elección dentro de un linaje.
La Economía y la Sociedad
Durante la época visigoda, prosiguieron las transformaciones socioeconómicas características del Bajo Imperio romano. Los latifundios se convirtieron en centros de articulación política y social, en los que se integraba un gran número de población libre, vinculada personal y económicamente a los grandes propietarios. La decadencia de las ciudades y del comercio prosiguió y se agudizó el proceso de ruralización de la sociedad.