Don Quijote de la Mancha: Análisis Completo de la Obra de Cervantes

Don Quijote de la Mancha

Edición de la Obra

Primera parte: Apareció en 1605, consta de un prólogo, poemas burlescos iniciales y finales, y cincuenta y dos capítulos agrupados en cuatro partes.

Segunda parte: Publicada en 1615, se compone de un prólogo y setenta y cuatro capítulos, sin división en partes. En 1614, había aparecido el Segundo tomo firmado por Alonso Fernández de Avellaneda, un Quijote apócrifo que insultaba a Cervantes en su prólogo. Cervantes respondió en el prólogo de su segunda parte, incluyendo numerosas referencias a la falsedad de la novela de Avellaneda. Se especula que Avellaneda pudo ser el seudónimo de Gerónimo de Passamonte, soldado aragonés y compañero de armas de Cervantes.

Fuentes

La obra se nutre de modelos narrativos anteriores como la novela pastoril, bizantina, de caballerías, sentimental, morisca y picaresca. En ella, el labrador Bartolo enloquece de tanto leer el romancero y sale en busca de aventuras para imitar las hazañas de sus héroes.

Prólogo

El autor declara que el propósito inicial de la obra es la crítica de los libros de caballerías. Cervantes consideraba que estas novelas estaban mal escritas, narraban hechos inverosímiles y eran obscenas.

Estructura de la Obra

El hidalgo Alonso Quijano enloquece por la lectura de libros de caballerías y decide “resucitar la ya muerta andante caballería”, convirtiéndose en Don Quijote y enamorándose de Dulcinea del Toboso.

  • Salida de la aldea: La primera vez Don Quijote deja su casa solo. En las otras dos salidas le acompañará su fiel escudero Sancho Panza. En los preliminares de la tercera salida aparece el bachiller Sansón Carrasco, quien irá en su busca y le causará su última derrota.
  • Serie de aventuras: Las aventuras del caballero se suceden de modo similar: Don Quijote se enfrenta con la realidad porque la percibe deformada (molinos = gigantes) y fracasa, recibiendo con frecuencia golpes y palos. En la tercera salida, se produce un cambio: el protagonista ya no se equivoca, sino que los demás desfiguran la realidad por su conveniencia o para divertirse a su costa. Por ejemplo, Sancho intenta engañar a su señor asegurándole que una fea aldeana es Dulcinea.
  • Regreso a la aldea: Las tres salidas concluyen con el regreso a casa de Don Quijote: las dos primeras en condiciones penosas, la última para morir. El camino desempeña un papel fundamental, pues favorece el encuentro con personajes de todo tipo y estrato social. Los encuentros con otros personajes originan episodios ajenos a la acción central.

Tiempo y Espacio

La narración es cronológica y lineal. Las alusiones temporales son escasas, incoherentes y disparatadas. En la primera parte, recorren la Mancha hasta Sierra Morena, y la venta se convierte en el espacio más importante. En la segunda parte, se desplazan por Aragón y Cataluña, siendo el palacio de los duques el espacio fundamental.

Personajes

Los personajes pertenecen a todas las categorías sociales. Los protagonistas, Don Quijote y Sancho Panza, son dos figuras distintas y complementarias, unidas por la amistad y la lealtad.

Don Quijote

Descrito como un hombre alto y delgado, colérico, culto y gran lector, soltero, solitario, valiente e impulsivo. El tema de la locura es central en la obra. Don Quijote quiere y cree ser caballero andante, pero sabe que finge. Esta contradicción se une a todas las demás: sabio e insensato, ridículo y admirable, falso y auténtico. Es el “loco cuerdo” que triunfa a pesar de su fracaso.

Sancho Panza

Sancho es bajo y barrigudo, prudente, analfabeto, casado, práctico y pacífico. El personaje, síntesis del tonto de la tradición folclórica, del bobo del teatro y parodia del escudero caballeresco, se transforma en un ser complejo e independiente que duda y cree, miente y es engañado, ríe y llora, se muestra discreto y tonto, pero siempre es bueno y compasivo.

Dulcinea

Es una ficción de Don Quijote, creada a partir de Aldonza Lorenzo, una aldeana fuerte, basta y fea, a la que el héroe apenas ha visto y con la que jamás ha hablado.

Temas y Sentido de la Obra

La pluralidad temática del Quijote, su complejidad y polisemia han originado distintas interpretaciones de la obra: libro cómico y satírico, novela ideal, símbolo del conflicto entre lo real y lo ideal, obra realista y obra perspectiva. Se ha vuelto a hacer hincapié en su aspecto cómico-burlesco. Entre los múltiples temas del Quijote, la literatura es uno de los más importantes, presente en sus diferentes facetas:

  • Crítica: En la obra se habla de literatura y se hacen juicios críticos sobre obras y teorías literarias.
  • Lectura: En la novela se lee literatura.
  • Escritura: En el Quijote se escribe literatura. Se citan manuscritos, pero sobre todo, se intercalan e ironizan los estilos literarios de la época.

Narración y Narradores

  • Narrador principal: Es omnisciente. En los primeros ocho capítulos, alude a diversas fuentes de información. En el capítulo IX se introduce como personaje.
  • Autores ficticios: El más importante es el historiador arábigo Cide Hamete Benengeli. El original es traducido por un morisco aljamiado, quien también es citado.
  • Narradores-personajes: Los personajes cuentan relatos de distinto tipo en los que desempeñan diferentes funciones. En las historias intercaladas hay narradores-personajes que son simples testigos, otros que participan en las historias contadas y algunos que son sus protagonistas.

Tipos de Discursos

Polifonía del Quijote

  • Discurso del narrador: Constituido por los comentarios que realiza el narrador tanto sobre la acción como sobre los discursos de los autores ficticios.
  • Discurso de los personajes: Aparecen en los diálogos. Los personajes hablan como les corresponde y cambian frecuentemente de registro.
  • Discurso de los personajes-narradores: Se introducen cuando los distintos personajes que intervienen en la narración cuentan sus historias.

El lenguaje de Don Quijote es arcaico, caballeresco y de estilo oratorio. En el habla de Sancho, el rasgo más llamativo son los refranes, aunque también utiliza un lenguaje culto y retórico. El Quijote evoca e ironiza los géneros y estilos literarios de la época. Sobresale el diálogo, pero también encontramos monólogos, documentos, cartas y poemas, todo presidido por el humor y la ironía.