La novela española del siglo XX
La década de 1930
La novela de los años 30 muestra una tendencia hacia la rehumanización y el compromiso social. Autores como Rosa Chacel, Ayala, Andújar y Max Aub sufren el exilio durante la Guerra Civil y abordan temáticas bélicas.
La década de 1940
Se produce una ruptura con la etapa anterior, quedando prohibida la narrativa social. Predominan las narraciones de estilo tradicional:
- Novela ideológica: centrada en el tema de la guerra, como Madrid de corte a checa de Agustín de Foxá.
- Novela realista tradicional: Mariona Rebull de Ignacio Agustí.
- Novela humorística: con autores como Darío y Wenceslao Fernández Flórez.
En esta época, destacan autores como:
- Camilo José Cela: La familia Pascual Duarte, novela que muestra la violencia y una visión desolada del mundo a través de la autobiografía de un condenado a muerte.
- Carmen Laforet: Nada, con un lenguaje sencillo, refleja el rechazo de la posguerra y del ambiente familiar y estudiantil por parte de una joven estudiante.
- Miguel Delibes: obras como La sombra del ciprés es alargada y El camino, con un tono crítico y elementos líricos. En Cinco horas con Mario, destaca el uso del monólogo interior.
- Ana María Matute: refleja el mundo de la posguerra con desolación, pesimismo y existencialismo, presentando personajes desorientados y tristes.
La década de 1950
Aparecen nuevas preocupaciones sociales y actitudes críticas hacia el poder. Se observa la influencia del objetivismo y la escuela de la mirada en Francia, así como del neorrealismo narrativo en Italia. En España, destaca La colmena de Cela, que ofrece un testimonio crítico del Madrid de la posguerra a través de un personaje colectivo y una técnica objetivista. El realismo social se convierte en la técnica narrativa dominante, con un estilo sencillo y temas centrados en la ciudad y la crítica social.
Tipos de realismo social
- Realismo social objetivo: presenta la realidad de forma neutra, limitando la importancia del protagonista y concentrando el tiempo y el espacio. Carmen Martín Gaite, con Entre visillos, es un ejemplo de este tipo de realismo.
- Realismo crítico: evoluciona desde el objetivismo para denunciar injusticias sociales y comprometerse con la transformación de la realidad, siguiendo el modelo del neorrealismo italiano. Los personajes suelen ser representativos de su clase social.
La década de 1960
Los novelistas se interesan por las nuevas técnicas experimentales de autores europeos y americanos como Kafka, Joyce, Cortázar, García Márquez y Vargas Llosa. La nueva novela experimental se caracteriza por su complejidad y dificultad, exigiendo la colaboración activa del lector. La renovación formal afecta a diversos aspectos:
- Técnica narrativa y experimentación formal: adquieren protagonismo, relegando el argumento a un segundo plano o incluso prescindiendo de él.
- Libertad en el uso del tiempo: se introduce el desorden cronológico, el entrecruzamiento de planos temporales y el uso del flashback, a menudo con finales abiertos.
- Punto de vista: se busca la desaparición del autor, presentando la narración desde perspectivas múltiples o a través del pensamiento de los personajes, con el monólogo interior y el estilo indirecto libre como recursos destacados.
- Sustitución del personaje central: por una colectividad, mostrando la vida de clases sociales, pueblos o naciones, como en La colmena de Cela.
- Estructuración: se renuevan tanto la estructura externa (desaparición del capítulo tradicional) como la interna (uso del contrapunto y fragmentación de la historia).
- Renovación estilística: se busca la innovación a través del lenguaje, la invención de palabras y la exploración de las posibilidades de la frase.
- Desaparición de las fronteras entre géneros: el lenguaje poético penetra en la novela.
Algunas obras y autores representativos de esta época son Cinco horas con Mario de Delibes, así como la obra de Cela y Matute, que incorporan tanto formas narrativas anteriores como posteriores.
La novela hispanoamericana
Etapas
- Realismo tradicional (hasta 1940): presenta el mundo rural y sus problemáticas sociales, con un tono costumbrista o naturalista. Destacan Don Segundo Sombra de Güiraldes y novelas indigenistas como El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría.
- Realismo mágico (1940-1960): combina el realismo con elementos fantásticos, ambientes urbanos y preocupaciones existenciales. Se renuevan las técnicas narrativas. Autores clave son Miguel Ángel Asturias (El señor presidente), Alejo Carpentier (Los pasos perdidos, El siglo de las luces), Jorge Luis Borges (Historia de la eternidad, Ficciones) y Juan Rulfo (El llano en llamas, Pedro Páramo).
- Novela hispanoamericana (1960-1980): profundiza en la experimentación narrativa, influenciada por las innovaciones europeas y estadounidenses. Se observa una tendencia a la narración discursiva y la reflexión crítica sobre la sociedad. Destacan autores como Ernesto Sabato (El túnel, Sobre héroes y tumbas), Julio Cortázar (Rayuela), Gabriel García Márquez (Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba) y Mario Vargas Llosa (La ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en la catedral, Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor).