Principales problemas de las ciudades españolas
Transporte
El transporte urbano está hoy en día dominado por el automóvil privado. El aumento del número de coches hace que, en las horas punta, la circulación sea caótica, con continuos atascos. Además, se genera el problema de la falta de aparcamientos, que, sobre todo en el centro, obliga a delimitar zonas de uso restringido y no gratuitas. Algunas áreas, incluso, se cierran al tráfico (zonas peatonales). El problema del tráfico únicamente tiene solución si se apuesta por los transportes públicos (metro, autobús, tranvía…) en lugar de por los privados. Si esto no sucede, las ciudades españolas deberán tomar iniciativas similares a las que existen en otros países: circulación alternativa de matrículas pares e impares, días sin coche, penalizaciones a quienes circulen con un solo pasajero, etc.
Infraestructuras
Son todas las redes que aseguran la vida de la ciudad: vías de circulación, tendidos eléctricos, telefónicos o de cable, redes de agua, alcantarillado o gas, sistema de recogida y tratamiento de basuras… Para intentar paliar el caos circulatorio, se han construido numerosas vías rápidas, y rondas o circunvalaciones que se saturan rápidamente. En la actualidad es vital para toda ciudad el desarrollo de las infraestructuras de telecomunicaciones: redes de cable de fibra óptica, sistemas de comunicación para teléfonos móviles, etc., algunas de las cuales tienen notable impacto paisajístico.
Equipamientos
Son los hospitales, escuelas, parques y jardines, instalaciones deportivas, centros culturales y de ocio, residencias y locales para los ancianos, etc. La mayor dificultad para su instalación es, frecuentemente, la escasez de suelo urbano. Hoy en día, los problemas más graves en este apartado son la escasez de parques y zonas verdes y los equipamientos para ancianos, de demanda creciente.
Abastecimiento
Fundamentalmente, se plantean problemas relativos a tres recursos:
- Alimentos: La provisión y distribución de alimentos ha obligado a la construcción de grandes mercados mayoristas en la periferia: Mercamadrid, Mercabarna, Mercazaragoza…
- Agua: Además de las redes de distribución, son necesarias plantas potabilizadoras y, en ocasiones, hasta trasvases (Valencia, Tarragona). El agua, después de usada, debe limpiarse, siendo la construcción de depuradoras uno de los problemas todavía no solucionado en algunas ciudades.
- Fuentes de energía: La distribución de electricidad precisa de subestaciones de transformación eléctrica en la periferia. El gas necesita centros de descompresión. La distribución de derivados del petróleo plantea el problema de su almacenamiento, potencialmente peligroso.
Problemas medioambientales
Contaminación
Las ciudades presentan un alto grado de contaminación atmosférica derivada de las emisiones del tráfico, las industrias y los sistemas de calefacción y refrigeración, alcanzándose niveles muy elevados en situaciones anticiclónicas de invierno. Además, son el principal centro de contaminación acústica. Las medidas para reducir la contaminación atmosférica pasan por el uso de vehículos menos contaminantes: tranvías y metro, autobuses de gas natural o de hidrógeno… También el coche privado deberá ser, en la medida de lo posible, eléctrico o poco contaminante.
Residuos urbanos
La recogida y tratamiento de las basuras obliga a la construcción de grandes vertederos en la periferia. Como las políticas de recogida selectiva son aún insuficientes, la mayoría de la basura acaba en el vertedero, reciclándose sólo una parte y obligando a la construcción de incineradoras, muy contaminantes, de depósitos de residuos peligrosos, etc.
Problemas sociales
- El desempleo, que se concentra, sobre todo en las ciudades y que puede llegar a originar situaciones de mendicidad y marginalidad.
- La pobreza, que afecta a parados, inmigrantes, ancianos con bajas rentas, etc.
- La drogadicción, más extendida en la ciudad que en las zonas rurales y que lleva en algunos casos, por su situación de ilegalidad, al robo, la prostitución, la enfermedad (SIDA)…
- El problema de la vivienda: hasta 2008, el precio de la vivienda era muy elevado. Aunque ha descendido con la crisis, no está al alcance de muchos colectivos. En el futuro el mercado de la vivienda incrementará el alquiler frente a la propiedad.
- Los problemas de la vida cotidiana: las prisas, la masificación, la falta de relaciones sociales…, desembocan, a veces, en estados de estrés, depresión o agresividad.
Planificación y ordenación del espacio urbano
La planificación urbana pretende ordenar el crecimiento de la ciudad. En ella, podemos distinguir varias etapas:
Hasta 1936
Las actuaciones principales fueron:
- Los Planes de Ensanche, entre los que cabe destacar el de Cerdá para Barcelona. Preveían un trazado regular de las calles, manzanas con espacios libres y un plano geométrico, generalmente cuadriculado.
- Los planes de saneamiento y de mejora de equipamientos: abastecimiento de agua, alcantarillado, limpieza de las calles, recogida de basuras, alumbrado, pavimentación, parques…
- Las actuaciones de Reforma Interior de los cascos antiguos, entre las que destacó la apertura de calles más anchas para alojar a la población rural inmigrante. Se establecía el derecho de expropiación forzosa para la construcción de estas viviendas, se las eximía de impuestos municipales y se les otorgaban facilidades de crédito. Así se construyen numerosas viviendas unifamiliares y bloques de cuatro y cinco plantas.
De la Guerra Civil a 1975
Tras la Guerra, dos organismos se encargarán del planeamiento urbano: el Instituto Nacional de la Vivienda y la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones. Hasta 1945, se realizan algunos planes urbanísticos, entre los que destaca el Plan General de Madrid. Éste ya contempla (al menos sobre el papel) la ordenación de la totalidad de la comarca de influencia, el sistema de espacios libres, la proyección de unidades cerradas rodeadas de espacios libres, la previsión de accesos con carácter de autopista y la zonificación general de la ciudad. Estas intenciones de dirigir integralmente el desarrollo urbano se concretarán en la Ley del Suelo de 1956. El desarrollo urbanístico debe hacerse, a partir de ella, a través de los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU). Estos deben delimitar el suelo urbano actual, el que está destinado a la futura expansión de la ciudad (reserva urbana) y el rústico, y deben reservar los espacios correspondientes para la construcción de equipamientos, limitar el volumen edificable, etc. Si el objetivo de la Ley era evitar la especulación, no lo consiguió y los años 60 fueron la edad dorada de los chanchullos inmobiliarios, sobre todo en las grandes ciudades y en las zonas turísticas, que se regían por una normativa propia. Se construyeron barrios enteros sin equipamientos, se aumentó la altura permitida, se recalificaron terrenos con grandes beneficios para los promotores… Desde mitad de los años 50, se desarrolla alrededor de las grandes ciudades un cinturón de barrios de chabolas donde se alojan los inmigrantes. A partir de 1957, con la creación del Ministerio de la Vivienda, comenzará la política de construir viviendas unifamiliares baratas y bloques de tres o cuatro pisos para acomodar a esta población: son los Poblados Dirigidos y las Unidades Vecinales de Absorción. Las construcciones fueron de mala calidad, a veces sin alumbrado, con calles sin asfaltar, sin medios de transporte, etc.
Después de 1975
La Ley del Suelo de 1975 pone ya los fundamentos de la planificación actual. Desde los años 60, los movimientos sociales urbanos, principalmente las Asociaciones de Barrio, venían presionando a la Administración con sus demandas, muchas de las cuales se verán recogidas aquí: menor densidad de edificación autorizada, dotaciones de infraestructuras y equipamientos, preocupación medioambiental… Se realizan nuevos Planes Generales en todas las ciudades. La Ordenación Urbana es competencia del Estado.En los años 80, lo más importante, aparte de continuar el desarrollo de la Ley del 75, es la construcción de numerosas Viviendas de Protección Oficial y el comienzo de las políticas de rehabilitación del centro histórico de las ciudades La Ley del Suelo de 1992, deja la planificación de las ciudades en manos de la Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Desaparece la idea de una ordenación integral del territorio y cada ciudad busca desarrollos propios mediante la instalación de parques tecnológicos, la recuperación de antiguas zonas industriales, etc. La ejecución de las infraestructuras y equipamientos queda en manos de los municipios, que reciben para ello un porcentaje del terreno urbanizable La Ley del Suelo de 1998 supuso la liberalización total del suelo juega en contra de la planificación, permitiendo prácticamente, la urbanización de cualquier terreno que no haya recibido algún tipo de protección legal y recortando o eliminando las cesiones de suelo a los ayuntamientos. El desorden urbanístico, la corrupción y la especulación han provocado un encarecimiento continuado de los precios de la vivienda y un desarrollo excesivo del sector de la construcción que ha terminado por hundirse. En 2007, se aprobó una nueva Ley del Suelo que intenta preservar los espacios naturales de la construcción indiscriminada, frenar la corrupción y aumentar el número de Viviendas de Protección Oficial (VPO).¿QUÉ ES UN PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA?El Plan General es un proyecto de desarrollo de la ciudad para varios años que intenta evitar el desarrollo desordenado y preservar el patrimonio urbano. Diseña el plano de la ciudad, con sus calles, plazas y jardines y los futuros usos del suelo, reservando espacio para los mismos.El Plan General pretende mostrar una visión global de los problemas urbanísticos, repartir las cargas y beneficios entre toda la sociedad, limitar las densidades y los volúmenes edificables y provocar discontinuidades en el crecimiento mediante vías rápidas de carácter circular. Si el Plan es ambicioso (y debe serlo), intentará crear una ciudad donde la vida sea más agradable e intentará crear un paisaje urbano de alto valor estético.
El Plan General realiza una zonificación de la ciudad, reservando áreas para usos concretos. Las áreas que tienen acceso rodado, luz, agua, alcantarillado…, se consideran suelo urbano; aquellas por donde el Plan prevé que va crecer la ciudad serán consideradas suelo urbanizable; las que no tienen permitida la edificación, por diversas razones, son suelo no urbanizable.El desarrollo concreto del Plan General se realiza por medio de Planes Parciales (Planifican una zona amplia, un barrio…), Planes Especiales (ordenan áreas de interés particular, como el casco antiguo) y Estudios de Detalle (se refieren a un sector reducido: una calle, unas pocas manzanas…).