Los Filósofos Presocráticos: Orígenes de la Filosofía Griega

Orígenes de la Filosofía Griega

Grecia: La Cuna de la Filosofía

En el siglo VI a.C., los griegos, quienes se referían a su territorio como Hélade, estaban constituidos por una serie de ciudades-estado políticamente independientes (polis). A pesar de esta falta de unidad política, compartían la lengua griega y creencias religiosas comunes (Zeus, Apolo, etc.).

Los dioses griegos, antropomorfos y sujetos a conflictos similares a los humanos, aparecen en los poemas épicos de Homero y Hesíodo, textos fundamentales en la educación griega. Además de participar en juegos panhelénicos (competiciones atléticas), las polis griegas, si bien compartían cultura, también fueron rivales políticas, enfrentándose en guerras como la del Peloponeso. Asimismo, tuvieron que defenderse del poderoso Imperio Persa, en los conflictos conocidos como Guerras Médicas. Tras un largo enfrentamiento, los griegos salieron victoriosos.

El Origen de la Filosofía

El nacimiento de la filosofía se atribuye a dos factores principales:

  • Prosperidad económica: La próspera situación económica de las regiones portuarias griegas fomentó el intercambio comercial y de ideas.
  • Libertad religiosa: La ausencia de una casta sacerdotal y un sistema religioso estrictamente vinculado al poder político permitió una mayor libertad de creencias.

Comercio: El poder naval griego facilitó el comercio con regiones como Egipto y Fenicia. Este contacto con culturas diferentes propició la llegada de productos e ideas al Mediterráneo en el siglo VI a.C.

Religión: A diferencia de otras culturas, como la egipcia, la religión griega no estaba tan centralizada ni regulaba estrictamente las creencias individuales. Si bien, la religión griega era lo suficientemente estricta como para acusar a la gente de impiedad.

El auge económico permitió el surgimiento de una clase social con tiempo libre que despreciaba el trabajo manual, dando lugar a ciudadanos dedicados a la filosofía: a cuestionar las creencias populares y a plantearse interrogantes sobre la naturaleza y el ser humano.

Mileto, ciudad asiática, se convirtió en el primer núcleo filosófico de Grecia. Tras su destrucción por los persas, los pensadores encontraron refugio en Atenas.

El Paso del Mito al Logos

El origen de la filosofía se caracteriza por el paso del mito al logos: la sustitución de explicaciones mitológicas por explicaciones racionales basadas en la razón y la argumentación.

Los mitos, narraciones atemporales protagonizadas por seres extraordinarios, explicaban aspectos del hombre, la naturaleza y los dioses. Con el tiempo, estas narraciones perdieron significado, dando paso a los primeros filósofos que, en lugar de seres mitológicos, propusieron un arché, principio fundamental del cual derivaba la realidad.

Los Filósofos Presocráticos

Los filósofos presocráticos (siglos VI y V a.C.), la mayoría anteriores a Sócrates (470-399 a.C.), se caracterizaron por sus preocupaciones comunes relacionadas con la naturaleza (physis) y la cosmología. Su principal objetivo era encontrar un principio fundamental (arché) para explicar el origen de la realidad. Se conservan solo fragmentos y citas de sus obras.

Algunos de los pensadores presocráticos más importantes son:

  • Tales de Mileto
  • Anaximandro
  • Anaxímenes (Escuela Milesia)
  • Pitágoras
  • Heráclito
  • Parménides
  • Zenón
  • Empédocles
  • Anaxágoras
  • Atomistas

La Escuela Milesia

Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes propusieron la existencia de un único principio para explicar el origen de todo.

  • Tales de Mileto: Considerado el primer filósofo occidental, estableció el agua como arché, esencial para la vida y origen de toda la realidad.
  • Anaximandro: Propuso el apeirón (lo indefinido o ilimitado) como arché, argumentando que el origen de la naturaleza debía ser diferente a los objetos que la componen.
  • Anaxímenes: Estableció el aire como arché, del cual se origina la naturaleza mediante condensación y rarefacción (fuego, agua y tierra).

Los Pitagóricos

Pitágoras (582-507 a.C.), tras viajar por Egipto, fundó una escuela filosófica en el sur de Italia. Si bien no escribió libros, su doctrina tuvo gran influencia. Esta se centraba en la naturaleza/cosmos y el ser humano (antropología), con las matemáticas jugando un papel fundamental.

Cosmología

Los pitagóricos concebían el cosmos como un ser vivo y divino, con armonía y orden. Esta visión dualista (armonía vs. conflicto) influyó en Platón.

Antropología o Teoría del Ser Humano

Los pitagóricos sostenían una visión dualista del ser humano (cuerpo y alma). El alma, aliento de vida, era inmortal y sufría transmigración (metempsicosis). El cuerpo era considerado una prisión para el alma. La purificación del alma, a través del conocimiento del cosmos, era la finalidad de la vida.

Las Matemáticas

Las matemáticas permitían comprender la armonía del universo, presente en la música. Los pitagóricos determinaron intervalos musicales a través de las matemáticas, considerando los números la clave para comprender la armonía cósmica.

Las cosas son números. Para los pitagóricos, el 10 era un número sagrado y central. Desarrollaron una cosmología geocéntrica basada en diez objetos celestes (Tierra, Luna, Sol, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, estrellas fijas y la antitierra).

Heráclito

Heráclito (544-484 a.C.), de Éfeso, expresaba sus ideas en sentencias, lo que le valió el calificativo de “oscuro”. Sus reflexiones se centran en el mundo y el ser humano.

Mundo: Heráclito sostenía que la realidad está en constante cambio y movimiento (“todo fluye”). Detrás de este cambio, existe una lucha perpetua entre contrarios. El fuego ocupa una posición central, siendo el origen y fin de los demás elementos (tierra, agua y aire). El logos representa la razón universal que rige el mundo.

Ser humano: La sabiduría consiste en comprender el orden eterno. Los ignorantes no aprecian este orden.

La Escuela Eleata

Parménides y Zenón son los principales representantes de esta escuela.

Parménides

Parménides (510-450 a.C.) de Elea, planteó la verdad fundamental: “el ser es; el no-ser no es”. Solo se puede pensar en lo que existe. El cambio, el movimiento y la multiplicidad son impensables.

Conclusiones de Parménides:

  • Lo que es, no tiene origen ni fin.
  • Lo que es, no puede cambiar.
  • Lo que es, no puede moverse.
  • Lo que es, es único.
  • Lo que es, es limitado y perfecto.
  • Lo que es, es una esfera homogénea y maciza.

Parménides consideraba los sentidos inválidos para el conocimiento, priorizando el pensamiento como vía de acceso a la verdad. Distinguió entre la “vía de la opinión” (sentidos) y la “vía de la verdad” (razón).

Los Pluralistas

Influenciados por Parménides, pero rechazando su monismo, los pluralistas (Anaxágoras, Empédocles y los atomistas) intentaron explicar el movimiento y la multiplicidad de la realidad.

Anaxágoras

Anaxágoras introdujo el concepto de nous (mente o inteligencia), una causa externa que generó el movimiento rotatorio que separó los elementos del universo. La realidad se compone de partículas diminutas (homeomerías).

Empédocles

Empédocles (493-433 a.C.) reconoció cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire) y dos fuerzas (amor y discordia) para explicar su combinación y separación.

Los Atomistas

Leucipo y Demócrito defendieron la existencia de átomos y vacío. Los átomos, partículas indivisibles, son la base de la realidad. El movimiento requiere vacío. El universo surge del movimiento aleatorio de los átomos. El alma es un conjunto de átomos.

La Democracia Ateniense y la Sofística

El surgimiento de la polis generó el concepto de ciudadano, con derechos y obligaciones comunes. Esto llevó al desarrollo de la democracia, invención griega. En el siglo VI a.C., Solón y Clístenes realizaron reformas que propiciaron la democracia ateniense, que alcanzó su auge bajo Pericles. Era una democracia directa, donde todos los ciudadanos podían participar en el gobierno.

La necesidad de defender opiniones en público impulsó el aprendizaje de la oratoria, dando lugar a la aparición de los sofistas.

Los Sofistas

Los sofistas enseñaban oratoria. Distinguían entre physis (naturaleza) y nomos (leyes humanas). Protágoras y Gorgias son algunos de los sofistas más destacados.

Protágoras

Protágoras (480-411 a.C.) enseñaba el arte de la persuasión, defendiendo incluso las tesis más débiles. Su frase “el hombre es la medida de todas las cosas” refleja su humanismo y relativismo. Fue acusado de impiedad y sus libros fueron quemados.

Gorgias de Leontini

Gorgias (485-380 a.C.) fue un maestro de la retórica y defensor del escepticismo. Su escepticismo radical se refleja en la afirmación de que nada es verdadero, y si lo fuera, no se podría demostrar.

Sócrates

Sócrates (469-399 a.C.) se opuso a la sofística, aunque compartía algunas preocupaciones antropológicas. Rechazaba el escepticismo, el relativismo y el pragmatismo sofistas. No dejó escritos, su pensamiento se conoce a través de sus discípulos (Jenofonte y Platón). Fue condenado a muerte por impiedad y corrupción de jóvenes.

Pretensión y Método de Sócrates

Sócrates, a diferencia de los sofistas, basaba su filosofía en el diálogo. Priorizaba el conocimiento del ser humano antes de abordar la realidad. Utilizaba la mayéutica (arte de hacer brotar la verdad) y la ironía para guiar a sus interlocutores hacia la verdad.

La Filosofía Moral de Sócrates

Sócrates era un filósofo moral que buscaba una referencia universal para orientar el comportamiento humano. Rechazaba el utilitarismo, el naturalismo y el hedonismo sofistas.

La Virtud como un Saber que se Puede Aprender

Sócrates defendía el intelectualismo moral: la existencia de una verdad racional universal que permite conocer lo que debemos hacer para alcanzar la eudaimonía (felicidad). La virtud, conocimiento práctico, es el mejor medio para alcanzar el bien. Sócrates creía que quien actúa mal lo hace por ignorancia.